Camarero Fischer y cocinero Schr?der

El ex ministro de Asuntos Exteriores alem¨¢n del partido ecopacifista Los Verdes, Joschka Fischer, de 59 a?os, repasa las dificultades de los a?os de Gobierno con los socialdem¨®cratas del SPD en el primer tomo de sus memorias, que present¨® ayer en Berl¨ªn. Entre otros momentos tensos, el ex ministro recuerda lo ocurrido en Los Verdes para aceptar la entrada en guerra de Alemania con la OTAN en Yugoslavia.

Evoca Fischer en su libro Los a?os rojiverdes. La pol¨ªtica exterior alemana desde Kosovo al 11 de septiembre el congreso celebrado en Bielefeld, en el que tuvo que entrar por la puerta de atr¨¢s protegido por la polic¨ªa, mientras los manifestantes les llamaban "asesinos" y "criminales". Uno se subi¨® al podio y estamp¨® una bolsa con pintura roja contra el o¨ªdo derecho de Fischer, que sufri¨® una perforaci¨®n del t¨ªmpano. Dice que en otros tiempos se habr¨ªa lanzado a perseguirlo, pero se contuvo en atenci¨®n a su cargo. El congreso aprob¨® por 444 contra 318 la intervenci¨®n de Alemania en la guerra. El resultado evit¨® la dimisi¨®n del entonces ministro, que habr¨ªa dejado el puesto si el partido votaba en contra.

Fischer acusa a Aznar de haber impuesto a Europa "estrechos intereses nacionales"

Expone Fischer c¨®mo fueron las relaciones y diferencias con Gerhard Schr?der durante los a?os en el poder. La divisi¨®n del trabajo consist¨ªa en que Fischer reconoc¨ªa a Schr?der como cocinero y ¨¦l hac¨ªa el papel de camarero. Con humor relat¨® ayer que hace unos d¨ªas se encontr¨® en un acto p¨²blico con Schr?der, que reconoci¨® que no sabe cocinar.

En cualquier caso, las diferencias con el canciller socialdem¨®crata se produc¨ªan en la pol¨ªtica europea, ya que Schr?der era mucho menos europe¨ªsta que Fischer. Adem¨¢s, Fischer, seg¨²n declar¨® a la revista Der Spiegel sin entrar en detalles, no comparte la posici¨®n de Schr?der sobre Rusia y China. El ex canciller se ha convertido en un cabildero del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin.

Fischer declar¨® de forma categ¨®rica que las puertas de la pol¨ªtica activa est¨¢n cerradas para siempre, pero esto no significa que haya realizado un voto de silencio "como un monje trapense". El ex ministro ha comprado con su quinta esposa, la iran¨ª Minu Barati, de 31 a?os, una mansi¨®n en Gr¨¹newald, el exclusivo barrio residencial de Berl¨ªn. Piensa dedicarse a escribir art¨ªculos de opini¨®n, anunci¨® que la semana pr¨®xima comenzar¨¢ el segundo tomo de sus memorias y adem¨¢s ha creado una consultora con el ex presidente finland¨¦s comisionado para Kosovo, Martti Ahtisaari.

En sus memorias, Fischer acusa al ex presidente del Gobierno espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de que "evidentemente no le interesaba demasiado el futuro de Europa". El libro que ha escrito no lo considera Fischer como un "ajuste de cuentas", sino como un testimonio de los primeros a?os como ministro de Exteriores en el Gobierno de coalici¨®n de Los Verdes con los socialdem¨®cratas (SPD) del canciller Gerhard Schr?der.

Aparte de varias referencias al entonces secretario general de la OTAN y actual responsable europeo para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad, Javier Solana, el ex presidente Aznar es el ¨²nico espa?ol que merece una cierta atenci¨®n en las 440 p¨¢ginas de las memorias. Relata Fischer la actitud de Aznar durante la cumbre de Niza en diciembre de 2000, cuando se debat¨ªa el reparto de poder en la Uni¨®n Europea. Seg¨²n escribe, Aznar parec¨ªa satisfecho de haber conseguido lo que quer¨ªa, pero era del todo evidente que el futuro de Europa no le interesaba demasiado. Fischer afirma: "A Aznar le interesaba, sobre todo, realizar sus sue?os del ascenso de Espa?a como una potencia digna de consideraci¨®n en la escena mundial y no el futuro de Europa. Europa le serv¨ªa como medio, pero su objetivo era la venidera grandeza nacional de Espa?a". Opina que este prop¨®sito de Aznar estaba aprisionado por la pretensi¨®n de imponer "unos estrechos intereses nacionales de componente econ¨®mico y el ansia de grandeza nacional y reconocimiento internacional".

El ex ministro alem¨¢n llega a la conclusi¨®n de que Espa?a realiz¨® progresos dignos de admiraci¨®n desde el final de la dictadura franquista, pero "la pol¨ªtica de Aznar conduc¨ªa a una considerable sobrevaloraci¨®n de las posibilidades de su pa¨ªs". Fischer plantea la contradicci¨®n existente entre las pretensiones de Aznar de representar un papel importante en la OTAN, en la UE e incluso de ingresar en el G-8 y al mismo tiempo ser receptor de los fondos sociales europeos. "Esto no habr¨ªa sido compatible".