Y ahora, a por Barry Bonds
El caso Balco estall¨® en 2003 cuando Trevor Graham, entrenador de los mejores velocistas de Estados Unidos -Marion Jones, Tim Montgomery, Justin Gatlin, entre otros-, envi¨® a las autoridades una jeringuilla con unas gotas de l¨ªquido, que result¨® ser THG, un anabolizante de dise?o e invisible en los controles distribuido desde un chamizo de San Francisco regentado por Victor Conte. La intervenci¨®n del FBI y la creaci¨®n de un Gran Jurado le confirieron car¨¢cter penal y permitieron conocer su verdadero alcance, que no acababa en el mundo del atletismo, sino que se extend¨ªa al b¨¦isbol y el f¨²tbol americano.
Para Europa fue, sin embargo, importante porque tocaba a los atletas m¨¢s admirados del cambio de siglo: a Tim Montgomery, quien, de la nada y de un cuerpo rid¨ªculo para los est¨¢ndares de la velocidad, hab¨ªa surgido para correr los 100 metros en 9,77s, r¨¦cord del mundo en 2002, y, por incre¨ªble que pareciera, a Marion Jones, la cara bonita del atletismo.
En los Mundiales de Sevilla 99, una contractura en la espalda durante las semifinales de los 200 metros impidi¨® a Jones coronar su desaf¨ªo de ganar cinco medallas -se conform¨® con el oro en los 100 y el bronce en longitud-, pero en los Juegos de Sidney s¨ª que alcanz¨® sus ambiciosos objetivos de una manera espectacular. En los 100 metros fue la ¨²nica de las finalistas que baj¨® de 11 segundos: detr¨¢s de ella, un vac¨ªo de 37 cent¨¦simas, casi cuatro metros, sobre un grupo liderado por la griega Thanou, quien, curiosamente, podr¨ªa ser proclamada nueva campeona ol¨ªmpica pese a que ella, tambi¨¦n, ha estado implicada en un caso de dopaje y ha sido sancionada dos a?os por incomparecencia en un control en los Juegos de Atenas. En los 200 metros, Jones fue la ¨²nica que baj¨® de los 22 segundos y su diferencia sobre el pelot¨®n fue a¨²n mayor: 43 cent¨¦simas. La foto-finish de ambas finales puede funcionar ahora como la mejor imagen de las bondades del dopaje. En Sidney, Jones tambi¨¦n obtuvo el oro en el relevo largo y el bronce en la longitud y el 4 por 100. Su ascensi¨®n a la fama, al estrellato y al ¨¦xito econ¨®mico -sus ingresos anuales pasaron a ser aproximadamente de cinco millones de euros- fue fulgurante. Ahora sus pr¨®ximos dicen que est¨¢ arruinada.
En Estados Unidos interesa m¨¢s, sin embargo, el futuro de Barry Bonds, el rey de los home-runs, a quien los fiscales del caso Balco acusan tambi¨¦n de perjurio ante un Gran Jurado, cuando s¨®lo admiti¨® que pod¨ªa haber tomado sustancias dopantes sin saberlo, pensando que eran aceite de linaza (la misma sustancia a la que apel¨® Jones). Su caso se ver¨¢ en enero.
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