Musharraf logra otro mandato presidencial en Pakist¨¢n con el boicoteo de la oposici¨®n
La victoria del general depende ahora del Supremo, que debe decidir si su candidatura es legal
El presidente de Pakist¨¢n, el general Pervez Musharraf, obtuvo ayer una abrumadora mayor¨ªa de los votos que le permiten renovar su mandato pese a que a¨²n no est¨¢ claro si su candidatura es legal. El general logr¨® 671 de los 685 votos emitidos por los diputados y senadores de las c¨¢maras centrales y provinciales en un colegio electoral compuesto por 1.170 legisladores. No votaron los 199 representantes de la oposici¨®n conservadora isl¨¢mica, que dimitieron hace d¨ªas, y los del Partido Popular (PPP) de Benazir Bhutto, que se abstuvieron al considerar que todo el proceso es inconstitucional.
El boicoteo de la oposici¨®n fue m¨¢s simb¨®lico que efectivo. La gobernante Liga Musulmana de Pakist¨¢n-Q (PML-Q), fundada por el general en 2002, contaba con votos suficientes en el Parlamento y dos asambleas provinciales como para garantizar la reelecci¨®n. Pero que s¨®lo hayan votado a Musharraf sus partidarios resta credibilidad a los comicios.
Debido a la abstenci¨®n del partido de la ex primera ministra Bhutto, ninguno de sus candidatos obtuvo votos. El n¨²mero uno de la lista, Makhmud Amin Fahim, fue el encargado de anunciar la decisi¨®n. Explic¨® que el PPP -hace dos d¨ªas lleg¨® a un acuerdo con Musharraf para el retorno de su l¨ªder desde el exilio- se absten¨ªa porque la elecci¨®n es "inconstitucional".
Seg¨²n la oposici¨®n, Musharraf deber¨ªa de haber colgado el uniforme antes de presentarse a las elecciones. El general ha prometido dejar el cargo de comandante en jefe del Ej¨¦rcito y su carrera militar si gana, pero sus rivales sostienen que la ley no le permite ser candidato a un nuevo periodo de cinco a?os. De hecho, la victoria de Musharraf -el general lleg¨® al poder en 1999 en un golpe de Estado incruento y se hizo legitimar en el cargo de presidente en un controvertido refer¨¦ndum en 2002- a¨²n no es oficial, pues est¨¢ pendiente de un fallo del Tribunal Supremo, que se pronunciar¨¢ el pr¨®ximo 17 de octubre, sobre la legalidad de su candidatura.
El viceministro de Informaci¨®n del Gobierno, Tariq Azim, acus¨® al PPP de tener una "memoria selectiva" que les permite olvidar que ayer estaban negociando con "un presidente con uniforme". El ex juez del Supremo Wajihuddin Ahmed, idolatrado en las manifestaciones (sobre todo en las de los abogados) como el gran rival de Musharraf, logr¨® el apoyo de ocho diputados.
Los diputados que componen el colegio electoral fueron elegidos hace cinco a?os en unos comicios que los observadores de la comunidad internacional calificaron de fraudulentos.
Tras el anuncio de la prevista (y contestada en los tribunales) victoria del general Musharraf, la euforia se apoder¨® de los diputados presentes en el edificio de la Asamblea Nacional (en la que no hab¨ªa opositores). El primer ministro, Shaukat Aziz, declar¨® que el resultado "impulsar¨¢ la democracia" en Pakist¨¢n. "En democracia, cada partido tiene derecho a votar o no votar y el PPP lo ha ejercido", dijo sobre la abstenci¨®n de los diputados de Bhutto.
El primer ministro subray¨® que todo el proceso ha salido adelante "en paz, excepto por algunos incidentes menores". El sector de la oposici¨®n que boicote¨® el proceso electoral hab¨ªa llamado a una huelga que ha tenido un seguimiento menor en la pr¨¢ctica totalidad del pa¨ªs.
Oferta de reconciliaci¨®n
En una declaraci¨®n posterior a su victoria, el general Musharraf agradeci¨® el apoyo de todos los que votaron por ¨¦l. Quiz¨¢ la escenificaci¨®n fue m¨¢s importante que el contenido (aunque dijo: "Ofrezco de nuevo la reconciliaci¨®n a todos los partidos"), porque apareci¨® vestido de civil.
Mientras los diputados votaban, se produjeron manifestaciones de cientos de abogados -el sector que propuso a Ahmed como candidato- a las puertas de las asambleas provinciales de Sindh, Punjab, Baluchist¨¢n y la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP). La m¨¢s numerosa ha sido, como es habitual, la de la capital punjab¨ª, Lahore, que las fuerzas de seguridad no pudieron impedir, pese a una orden que las prohib¨ªa. Mientras en Peshawar (NWFP), la protesta degener¨® en choques violentos. Una persona result¨® herida con fractura de huesos. En esa ciudad, los manifestantes incendiaron un veh¨ªculo de las fuerzas de seguridad y atacaron con piedras y palos a los agentes.
En Islamabad, donde los diputados gubernamentales emitieron su voto a primera hora para despu¨¦s dejar una C¨¢mara desierta en la que el presidente guardaba la urna, unas decenas de personas se manifestaron a favor del presidente.
"?Larga vida a Musharraf!", coreaban los manifestantes, la mayor¨ªa de ellos mujeres, observados por un n¨²mero mayor de polic¨ªas y un grupo de opositores que, silenciosos, exig¨ªan saber el destino de personas desaparecidas, cuyas fotos estaban desplegadas sobre el c¨¦sped enfrente del edificio del Parlamento.
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