"Nos vuelve a pasar, siempre perdemos"
El juego de rol sobre la Revolta Irmandi?a se empe?a de nuevo en contradecir la Historia
Ay de nuestra gloria. Los m¨¢s de 250 mozos gallegos (entre 18 y 30 a?os) que este fin de semana se enrolaron como irmandi?os en el juego de rol en vivo promovido por la Vicepresidencia de Igualdade e Benestar "para fortalecer nuestra identidad sin complejos", seg¨²n declaraci¨®n de Anxo Quintana, fueron reducidos implacablemente por los nobles, "os malfeitores", otros 250 mozos llegados de distintos puntos de Espa?a, a los pies del castillo de Monterrei. Los irmandi?os del siglo XXI no fueron capaces de repetir la gloriosa haza?a de los antepasados del XV que se alzaron contra los abusos de los feudales y consiguieron el poder durante dos a?os. Les fall¨® la estrategia y dieron al traste con el episodio victorioso donde lo hubiere de la Historia gallega.
"No nos dieron experiencia militar", se lamentaba un irmandi?o, justificando la derrota
"Pero ?sois de aqu¨ª?", preguntaba un catal¨¢n a los gallegos, "si no conoc¨¦is ni la orograf¨ªa"
"Nos vuelve a pasar; siempre perdemos", repet¨ªan a mediod¨ªa de ayer en el campo de batalla sembrado ya de cartulinas rojas (los participantes deb¨ªan desprenderse de una por cada estocada letal recibida) los j¨®venes gallegos derrotados reafirmando, aunque fuera de esta forma, el sentimiento identitario que pretend¨ªa el juego de rol con vocaci¨®n de ser el m¨¢s grande del mundo.
Mientras, a los pies del castillo de Monterrei, en el coraz¨®n de la Galicia interior, los "espa?oles" gritaban enaltecidos vivas a las tropas de asalto, al conde Z¨²?iga, a Pedro Madruga y al arzobispo Fonseca.
"No nos dieron experiencia militar", reprochaba el irmandi?o Jos¨¦ a la organizaci¨®n mirando de reojo la celebraci¨®n de las huestes ganadoras, incapaz de explicar de otra manera el fracaso. El segundo de los galaicos en las dos ediciones que van del juego. "?Pero vosotros no sois de aqu¨ª?", le espetaba un malfeitor de inequ¨ªvoco acento catal¨¢n, "pues parece que no conoc¨¦is ni la orograf¨ªa".
Porque a eso de las dos de la madrugada del domingo, tropas de los ej¨¦rcitos nobles -que la organizaci¨®n reserv¨® a asturianos, catalanes, madrile?os, burgaleses y vascos- sorprendieron y tomaron por asalto el muy rec¨®ndito campamento base en el que descansaba con sus seguidores el l¨ªder de los irmandi?os (colectivo reservado a los gallegos). Y le dieron muerte al dirigente dejando descabezado al ej¨¦rcito popular que, hasta entonces, hab¨ªa ganado una tras otras todas las batallas del fin de semana.
Y es que desde las 10 de la ma?ana del s¨¢bado hasta pasadas las 14,30 horas de ayer, la comarca de Monterrei fue un hervidero de sangrientas luchas de gomaespuma. Espadas, machetes con la estrella de cinco puntas, dagas, lanzas y escudos adornados con los respectivos blasones surcaron el aire en busca de una estocada mortal de porexpan vigilada de cerca por los ¨¢rbitros del evento, que organizaba el colectivo especialista en juegos de rol 13Negativo.
La batalla final fue decisiva. Los m¨¢s de medio millar de j¨®venes actores de uno y otro bando se enfrentaron, apenas dieron las 12, en un cuerpo a cuerpo definitivo. Los nobles "espa?oles", alineados delante del castillo. Los hidalgos, burgueses, campesinos, marineros, monjes, trovadores y mercedarios que integraban el batall¨®n irmandi?o, frente a ellos, dispuestos a tomar la fortaleza. Pero las huestes de Fonseca repelieron la agresi¨®n.
La pontevedresa Mar¨ªa Dur¨¢n fue muerta en esta ¨²ltima batalla. Mientras un reducido pu?ado de combatientes agotaba el ¨²ltimo aliento, ella se sentaba con los sin vida en el extremo del campo de batalla de los irmandi?os, pese a la evidencia de un vestuario de noble. "Me apunt¨¦ con un grupo de amigas como cazarrecompensas de Benavente; nuestra intenci¨®n era robar a los ricos para ayudar a los pobres". Se ve que las descubrieron, porque acabaron del lado de estos ¨²ltimos. "Los nobles nos traicionaron", justifica Mar¨ªa, "as¨ª que nos pasamos a los irmandi?os, que nos compraron y nos dieron mejores condiciones y una poci¨®n m¨¢gica para recuperar vidas perdidas".
Muerta y todo, la joven gallega expresa su satisfacci¨®n por el juego. "Aprendes la historia de Galicia, porque la organizaci¨®n reparte folletos informativos sobre la Revolta Irmandi?a y, adem¨¢s, haces amigos". Esta es la consigna. Las tambi¨¦n irmandi?as Micaela (de Noia) y Marina (de Santiago) destacan sobre todas las cosas el car¨¢cter did¨¢ctico del juego. "Es que conoces tu propia historia", resumen desde su atav¨ªo identificativo del grupo de mendigos y trovadores.
Todas ellas cumplieron el objetivo que se marc¨® la Vicepresidencia. Quintana lo dej¨® claro en el acto de presentaci¨®n: se trata de "acercarnos a nuestra historia sin complejos, sin prejuicios y sin sentimiento de inferioridad, como se nos inculc¨® mucho tiempo; sino con inter¨¦s y la mente abierta, que es la mejor actitud para aprender". El vicepresidente destac¨®, adem¨¢s, la importancia de fomentar la lectura de obras hist¨®ricas relacionadas con la tem¨¢tica del juego a trav¨¦s de modelos alternativos de ocio "fomentando el trabajo en equipo y la imaginaci¨®n".
Claro que, en el bando de los vencedores, los asturianos Iv¨¢n y Pablo reconocen que la did¨¢ctica de la Historia les trae al pairo. Son aficionados a los juegos de rol y vieron la convocatoria a trav¨¦s de Internet. "Vinimos a pas¨¢rnoslo bien", comentan satisfechos de haber participado como "malfeitores". No por nada cultural. "Es que los nobles dorm¨ªamos en el castillo y ten¨ªamos mejores ropajes y m¨¢s vidas, mientras que los irmandi?os estaban obligados a montar sus campamentos donde pod¨ªan y ten¨ªan peores condiciones", se?alan evidenciando que jugaron a la Revolta Irmandi?a con la misma intenci¨®n e inter¨¦s con que otros juegan al Monopoly.
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