Por qu¨¦ ahora
La detenci¨®n por orden del juez Garz¨®n de 23 supuestos dirigentes de Batasuna, para 17 de los cuales ha decretado prisi¨®n incondicional, ha suscitado algunas dudas que pueden sintetizarse en la cuesti¨®n de por qu¨¦ se produce precisamente ahora y no con ocasi¨®n de cualquiera de las f¨¢cilmente detectables reuniones anteriores de la direcci¨®n de esa organizaci¨®n, cuyas actividades est¨¢n judicialmente suspendidas.
Seg¨²n el propio auto de Garz¨®n, la investigaci¨®n se inici¨® hace un a?o. Trat¨¢ndose de una investigaci¨®n penal, es l¨®gico que el juez la prolongase el tiempo preciso para reunir las pruebas necesarias para proceder contra las personas sospechosas. Es de suponer que fuera la propia polic¨ªa -entre cuyas competencias est¨¢ la prevenci¨®n de delitos- quien iniciara de oficio la indagaci¨®n, y quien, a partir de un momento dado, informara de sus pesquisas al juez. E incluso de la oportunidad de actuar el jueves d¨ªa 4 en Segura. ?Por qu¨¦ ahora? Porque es cuando se han reunido los indicios necesarios para la intervenci¨®n judicial.
Pero tambi¨¦n porque no ser¨ªa l¨®gico actuar de la misma manera cuando la banda mantiene el alto el fuego que cuando hay atentados. No es que hasta el comunicado de ruptura de la tregua Batasuna estuviera por la paz y dejara de estarlo ese d¨ªa. Los tres a?os sin muertos daban pie para creer que Batasuna podr¨ªa jugar un papel en el convencimiento de los jefes de ETA, incluso por propio inter¨¦s, dado que de ello depend¨ªa su legalizaci¨®n. Luego se ha visto que no, pero era l¨®gico dudar mientras se mantuvo la tregua. Y era l¨®gico tambi¨¦n que en ese periodo se aplicase la ley con un criterio m¨¢s flexible. No es lo mismo una reuni¨®n de la direcci¨®n de Batasuna para discutir su eventual legalizaci¨®n que para dar cobertura a la vuelta de los atentados.
Ahora se trataba de lo segundo, y era obligado que la justicia interviniese. Las razones para la suspensi¨®n y posterior ilegalizaci¨®n de Batasuna siguen vigentes: no puede ser legal un partido que forma parte de un entramado dirigido por una banda que se dedica a poner bombas. No es que todos los miembros de Batasuna pertenezcan a ETA, pero s¨ª, seg¨²n demostr¨® la investigaci¨®n que llev¨® a su suspensi¨®n judicial, en 2002, que su n¨²cleo dirigente act¨²a como parte subordinada de un conglomerado dirigido por ETA. Resulta por ello insustancial el argumento de algunos dirigentes nacionalistas de que los detenidos no comet¨ªan delito alguno pues se limitaban a "hablar, sin bombas ni pistolas". Del auto se deduce que de lo que hablaban (desde hace meses) era de c¨®mo preparar su organizaci¨®n para apoyar y legitimar la nueva fase de violencia en todos los frentes anunciada por ETA.
Tambi¨¦n es insustancial la cr¨ªtica de algunos portavoces de la derecha, que parecen ofendidos porque el Gobierno les haya hecho caso, oblig¨¢ndoles a cambiar su discurso sobre la lenidad socialista con los abertzales. Su actitud de denunciar a la vez un problema y lo que viene a remediarlo, recuerda la de aquel joven pacifista que criticaba la supresi¨®n de la mili con el argumento de que era una maniobra para desactivar el movimiento antimilitarista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.