"Las universidades hacemos corporativismo con dinero p¨²blico"

Carlos Belmonte (Albacete, 1943) deja el pr¨®ximo viernes la direcci¨®n del Instituto de Neurociencias de Alicante (INA) tras 20 a?os en el cargo. Juan Lema asumir¨¢ la direcci¨®n de este centro mixto -Universidad Miguel Hern¨¢ndez y Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC)-, el mayor centro de estudios del cerebro en toda Espa?a. Belmonte recuerda c¨®mo este instituto se cre¨® hace 20 a?os en la Universidad de Alicante y fue uno de los motores de la joven Miguel Hern¨¢ndez de Elche y critica los problemas para investigar en las universidades.

Pregunta. ?Qu¨¦ balance hace de la trayectoria del INA?

Respuesta. En conjunto creo que positivo, pero la mayor sombra es lo dif¨ªcil y largo que ha sido este proceso de 20 a?os que se hubiera podido hacer en cinco.

P. Pero los problemas ?han sido burocr¨¢ticos?

R. No, la dificultad fue aceptar el esquema de que esto es un centro mixto, nos cost¨® a?os convencer al CSIC y a la Universidad, que no acepta que la investigaci¨®n adquiera un nivel de autonom¨ªa importante. La Universidad sigue organizada y financiada con criterios docentes y no de investigaci¨®n.

P. ?Y en la reforma planteada se ha perdido una oportunidad?

R. La reforma en su dise?o es buena, a m¨ª me parece que nos tenemos que adaptar a los esquemas europeos internacionales, pero tengo dudas de la capacidad de la propia Universidad para asumir el reto de innovaci¨®n en la ense?anza, estamos instalados en una posici¨®n conservadora y de inercias. La estructura de la Universidad no favorece estos cambios. As¨ª es dif¨ªcil autoreformarse.

P. ?Ha mejorado la relaci¨®n entre ciencia y Universidad?

R. Sinceramente, queda mucho camino, la Universidad no tiene asumido con naturalidad que algunos de sus profesores sean fundamentalmente y prioritariamente investigadores, nos encontramos con problemas inmensos, no se acepta que se contrate a gente con criterios de excelencia investigadora, ese es un gran problema y con el sistema de gobierno de las universidades, donde las decisiones se toman de manera corporativa, es dif¨ªcil lograr ese cambio, y en las universidades hacemos corporativismo con dinero p¨²blico.

P. ?Se fren¨® la fuga de cerebros?

R. Creo que fuga de cerebros hace tiempo que no tenemos, hay flujos de cient¨ªficos continuos, pero falta un sistema m¨¢s ¨¢gil de contrataci¨®n estable, no que se les d¨¦ un puesto para toda la vida, sino que puedan estar trabajando, yo creo que a la ¨¦lite intelectual del pa¨ªs le interesa poco dedicarse a la ciencia, cada vez hay menos estudiantes que quieran investigar, es una carrera larga, con incertidumbres y un futuro que no est¨¢ claro.

P. En otras ocasiones denunci¨® cierta par¨¢lisis en la investigaci¨®n ?c¨®mo estamos ahora?

R. Estamos en una etapa de mucha mayor concienciaci¨®n de los poderes p¨²blicos y con el riesgo siempre presente de la frivolidad en la manera de distribuir el dinero que se dedica a la ciencia. Los pol¨ªticos tienen tendencia a gobernar la ciencia a golpe de suplemento de los medios de comunicaci¨®n, y el dise?o de una pol¨ªtica cient¨ªfica es lluvia fina; hay que invertir en grupos s¨®lidos con capacidad de crecer y transformarse, la ciencia progresa a una velocidad de la que la sociedad no es consciente, es abrumadora la cantidad de novedades importantes que se van consiguiendo y eso implica que este centro se quedar¨¢ peque?o.

P. ?Qu¨¦ retos vislumbra?

R. La neurociencia, como otras ramas de la biomedicina, tiene el reto de las enfermedades vinculadas al sistema nervioso (psiqui¨¢tricas y neurodegenerativas), que tienen una gran carga social, son las que m¨¢s tiempo duran en la vida de los individuos. Un deprimido lo est¨¢ de por vida y el Alzheimer dura a?os. Nuestras investigaciones cambiar¨¢n la sociedad de manera que la gente ni sospecha. Ahora podemos invadir el cerebro de una persona y leer si est¨¢ mintiendo o no, y eso en t¨¦rminos legales puede tener repercusiones globales y muchos delitos tienen una vinculaci¨®n con mecanismos cerebrales tan estrecha que el concepto de responsabilidad penal se tendr¨¢ que revisar.

P. ?Qu¨¦ debates se plantean?

R. Los debates ¨¦ticos ser¨¢n de una magnitud impresionante, la gente podr¨ªa decir si quiere ni?o o ni?a, pero el problema vendr¨¢ cuando se elija si ser¨¢ m¨²sico o alfarero. El conocimiento hay que tenerlo y una vez se tenga, discutiremos c¨®mo usarlo, los avances cient¨ªficos abren posibilidades y problemas in¨¦ditos, y la investigaci¨®n en neurociencia ser¨¢ la gran protagonista ciencia siglo XXI.