Los compromisos que hay detr¨¢s del pacto
Firmado el acuerdo por la vivienda, desde las cajas hasta las cooperativas, los agentes sociales tienen ahora que hacer los deberes

El Pacto Nacional por la Vivienda firmado el pasado lunes por la Generalitat y 34 entidades supone el compromiso de los firmantes para lograr que la vivienda deje de ser la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos. Despu¨¦s de las negociaciones, toca arremangarse. Las m¨¢s de 200 p¨¢ginas que integran el documento detallan qui¨¦n debe hacer qu¨¦ y c¨®mo para lograr los cinco retos que se marca. Uno: crear vivienda social y fomentar el alquiler. Dos: impulsar la rehabilitaci¨®n del parque de viviendas existente. Tres: mejorar el alojamiento de los mayores. Cuatro: prevenir la exclusi¨®n social residencial. Y cinco: garantizar el acceso a una vivienda digna a los colectivos m¨¢s desfavorecidos. Para que no quede en papel mojado, los que siguen son los deberes que los firmantes tienen en la agenda.
La Generalitat: gesti¨®n, suelo y celeridad
Adem¨¢s de capitanear el barco del pacto -con la creaci¨®n de una Comisi¨®n de Seguimiento y otra entre departamentos del Gobierno-, y costearlo en un 81%, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda se compromete a movilizar suelo para levantar vivienda protegida y a agilizar los farragosos tr¨¢mites del planeamiento para que se construya cuanto antes. Puede declarar sectores de urbanizaci¨®n prioritaria donde se dedique m¨¢s del 60% de los pisos nuevos a vivienda protegida y apostar mayoritariamente por el alquiler. Adem¨¢s, aumentar¨¢ las subvenciones para compra y urbanizaci¨®n de suelo destinado a pisos de protecci¨®n y las ayudas a los colectivos con m¨¢s problemas para costearse la vivienda.
Los ayuntamientos: planificar y ejecutar
La planificaci¨®n del uso del suelo para futuras necesidades de viviendas sociales es el primer compromiso de los ayuntamientos. Si son capitales de comarca o tienen m¨¢s de 5.000 habitantes deben ponerse las pilas para tener dentro de 20 a?os el 15% del parque residencial en pisos sociales. De no hacerlo, ser¨¢n sancionados. Si el suelo es suyo, deber¨¢n destinar un m¨ªnimo del 40% de los pisos nuevos a vivienda protegida (si proviene de recalificaciones, el 60%). En cualquier caso, se les invita a incrementar las reservas para pisos sociales m¨¢s all¨¢ del 30% que fija la Ley de Urbanismo y pueden aumentar la densidad siempre que destinen el sobrante a viviendas de protecci¨®n oficial (VPO). Tambi¨¦n se comprometen a agilizar los tr¨¢mites urban¨ªsticos, y una vez iniciado un proyecto deben fijar plazos al promotor e intervenir si no los cumple. Cuando entre en vigor la Ley del Derecho a la Vivienda, los ayuntamientos podr¨¢n ejercer el derecho de tanteo y retracto (compra preferente). Otro encargo que tienen es descubrir viviendas en mal estado, abandonadas o en situaci¨®n an¨®mala, como en sobreocupaci¨®n.
Cajas de ahorros: pr¨¦stamos preferenciales y obra social
El principal cometido de las cajas de ahorros en el pacto es abrir l¨ªneas de cr¨¦dito preferencial. Pr¨¦stamos para promotores que compren suelo para VPO, para construir (con especial atenci¨®n al r¨¦gimen de alquiler), para incrementar la rehabilitaci¨®n, o a tipo fijo para facilitar el acceso a la vivienda y evitar los sustos de las subidas de tipos. Tambi¨¦n se comprometen a publicitar productos preferenciales para compra de VPO y a mejorar las hipotecas inversas para personas mayores. Adem¨¢s, colaborar¨¢n con la Administraci¨®n en los avales para compra de primera vivienda. Las obras sociales de las entidades se comprometen a evaluar los programas que cofinancian con las administraciones y a incrementar la financiaci¨®n de la red de viviendas de inclusi¨®n.
Cooperativas: nuevos modelos de protegida
Las cooperativas que construyen vivienda protegida, mayoritariamente vinculadas a los sindicatos, tienen el encargo de estudiar nuevos modelos de gesti¨®n, participaci¨®n y r¨¦gimen de tenencia de viviendas sociales. El pacto prev¨¦ la creaci¨®n de figuras in¨¦ditas en Catalu?a, como los pisos concertados (a precio intermedio entre los sociales y los libres), los pisos con opci¨®n a compra y las cooperativas de derecho a uso. En esta modalidad, de origen n¨®rdico, si finalizada la protecci¨®n un cooperativista decide vender su piso, recupera la inversi¨®n, pero no la vivienda f¨ªsicamente, con el objetivo de no diezmar el parque social.
Promotores y constructores: promover y construir
Aunque suene obvio, el principal compromiso de los promotores es promover, y el de los constructores, construir. Los propietarios del suelo deben desarrollarlo con celeridad o ceder su desarrollo a otros promotores, p¨²blicos o privados, que garanticen que har¨¢n obras inmediatamente. En el caso de los promotores, la futura Ley fija que deben ceder el 20% de los edificios que levanten en suelo urbano (dentro de una ciudad) a pisos sociales. Durante las negociaciones para sumarse al pacto, la Asociaci¨®n de Promotores logr¨® que estas cesiones s¨®lo les afecten cuando el edificio tenga m¨¢s de 5.000 metros cuadrados y no m¨¢s de 2.000 como preve¨ªa la primera redacci¨®n. Los constructores tambi¨¦n se comprometen a fomentar la instalaci¨®n de nuevos sistemas energ¨¦ticos y han logrado revisar la fiscalidad de las obras de rehabilitacion. Vale la pena destacar que el sector de la construcci¨®n y el de la promoci¨®n han calculado que la materializaci¨®n del pacto les garantiza el 20% del negocio en los pr¨®ximos 10 a?os, los de vigencia del acuerdo.
Vecinos: participaci¨®n ciudadana
Al contrario que otros agentes a quienes la Generalitat acudi¨® para sumarlos al pacto, las asociaciones de vecinos, como las de consumidores, casi tuvieron que alargar la cabeza para estar en ¨¦l, y llegaron a quejarse ante un trato que consideraron "de interlocutores de segunda". De acuerdo con el texto definitivo, las asociaciones de vecinos participar¨¢n en las mesas locales de vivienda y en la elaboraci¨®n de los criterios de adjudicaci¨®n de viviendas sociales.
Notarios y registradores: control y transmisiones
Control es la palabra que resume su papel en el pacto. Notarios y registradores tienen el encargo de controlar y notificar las transmisiones de vivienda protegida (donde existe el fraude, al vender pisos que todav¨ªa no est¨¢n descalificados), as¨ª como controlar las compraventas de locales que no tienen c¨¦dula de habitabilidad y se anuncian como vivienda. En el plano t¨¦cnico y como conocedores de la ley, est¨¢n llamados a estudiar la complejidad del derecho de tanteo y retracto, una posibilidad que el pacto otorga a los ayuntamientos, pero que es de gran complejidad jur¨ªdica.
Administradores y API: prestigiar el alquiler
Uno de los deberes m¨¢s interesantes que tienen los administradores de fincas y los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) es colaborar en prestigiar el alquiler entre posibles inquilinos y dando a conocer a los propietarios las garant¨ªas que las nuevas normativas les confieren. Por ejemplo el "aval alquiler", del que se encarga la Administraci¨®n y da cobertura al propietario en caso de da?os o impagos. Aunque forma parte de la ley y no del pacto, los API est¨¢n especialmente satisfechos del registro de profesionales que prev¨¦ la futura normativa, una herramienta que no obligar¨¢ a la colegiaci¨®n (que es competencia del Gobierno central) pero s¨ª a cierto control de los intermediarios en la compra y venta de pisos. Ahora no existe y cualquier persona con un m¨®vil y una tarjeta de visita puede dedicarse a ello.
Aparejadores y arquitectos: rehabilitaci¨®n y habitabilidad
El segundo reto del pacto, la rehabilitaci¨®n, es el que m¨¢s trabajo dar¨¢ a los colegios de aparejadores y arquitectos. Como profesionales que muchas veces tienen la ¨²ltima palabra ante la ejecuci¨®n t¨¦cnica de cualquier obra (firman, por ejemplo, los visados de los proyectos), deben establecer un sistema de inspecciones t¨¦cnicas de edificios y otro de control de las condiciones de habitabilidad.
Entidades sociales: el ¨²ltimo escal¨®n
Entidades como, por ejemplo, C¨¢ritas y Just¨ªcia i Pau, ambas firmantes del pacto, ejercen desde hace a?os lo que los objetivos cuatro y cinco del pacto escriben negro sobre blanco: la asistencia a los colectivos m¨¢s vulnerables a la exclusi¨®n residencial. Inmigrantes sin papeles, personas sin techo son los principales. Adem¨¢s, son entidades que gestionan la mayor¨ªa de los pisos de inclusi¨®n, viviendas con alg¨²n grado de tutela pensadas para colectivos para quienes es b¨¢sico tener resuelto el alojamiento en su proceso de inserci¨®n social, como ex reclusos, ex toxic¨®manos y discapacitados.
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El 81% lo paga la Generalitat
Pese a la presencia de 34 entidades en el Pacto Nacional por la Vivienda 2007-2016, la que tiene m¨¢s trabajo por delante es la Generalitat. Y es tambi¨¦n la que deber¨¢ aportar m¨¢s dinero. El propio Departamento de Medio Ambiente y Vivienda que ha capitaneado el proceso y ha calculado que todas las medidas suman 8.200 millones de euros de inversi¨®n, se?ala que el 81% lo pagar¨¢ la Generalitat, otro 13% lo aportar¨¢ el Ministerio de Vivienda y el 6% restante, capital privado, aunque ser¨ªa m¨¢s claro hablar de semiprivado , puesto que se trata de los operadores sociales. En estas cantidades faltan los 14.400 millones que el consejero Francesc Baltasar asegur¨® que se generar¨¢n en inversi¨®n privada.
De la inversi¨®n prevista, el suelo -como elemento central de cualquier operaci¨®n de vivienda- ara?a la mayor parte, el 60%. La rehabilitaci¨®n se lleva el 18% y los tres objetivos restantes suman el 22%.
Del primer borrador del pacto, del pasado mes de abril, al quinto y definitivo, el documento ha evolucionado enormemente. B¨¢sicamente ha crecido en aportaciones y matices. Entre las cuestiones que han ca¨ªdo por el camino, la m¨¢s notable es el n¨²mero de viviendas que cada operador debe edificar: la Generalitat, los operadores privados, las cajas, los ayuntamientos. El primer borrador dejaba la casilla de la cifra vac¨ªa. Nunca se lleg¨® a rellenar. Simplemente, no detalla cu¨¢ntos pisos debe levantar cada operador.
En cualquier caso, el texto que ha resultado retocado durante la negociaci¨®n del pacto es el de la Ley del Derecho a la Vivienda que el Parlament aprob¨® en comisi¨®n el pasado mi¨¦rcoles. Ha sido una negociaci¨®n en paralelo cuya rebaja m¨¢s explicada ha sido la de las cesiones de suelo urbano que los promotores deben hacer para vivienda protegida.
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