En recuerdo de la escuela fusilada
Un documental cuenta con testimonios en primera persona la represi¨®n sufrida por los maestros durante y tras la Guerra Civil
Cuando las tropas de Franco avanzaban por Navarra en plena Guerra Civil, cuenta el profesor de secundaria I?aki Pinedo, la consigna era acabar con los maestros. Se fue corriendo la voz, as¨ª que cuando llegaban a los pueblos, muchas veces el maestro ya hab¨ªa huido. Entonces, lo que hac¨ªan era sacar a la calle todos los s¨ªmbolos republicanos de la escuela y dispararles. Incluso, llegaron a ametrallar el edificio de alg¨²n colegio. Pinedo explica as¨ª por qu¨¦ ha titulado La escuela fusilada el documental que ha codirigido y que se acaba de proyectar recientemente, por primera vez en Madrid, en el Ateneo 1? de Mayo de CC OO.
"Mi obligaci¨®n moral antes de irme es que se sepa", dice la hija de un docente republicano
Para cortar de ra¨ªz el esp¨ªritu de la II Rep¨²blica, los sublevados cargaron ferozmente contra la columna vertebral de las reformas que pretend¨ªan modernizar Espa?a: la escuela. Por eso, el colectivo de maestros fue el m¨¢s represaliado de la Guerra Civil, no s¨®lo por los docentes que sufrieron la c¨¢rcel y murieron -"Parece mentira que a¨²n no se sepa el n¨²mero de maestros que fueron asesinados", se queja el otro coautor del documental, el periodista Daniel ?lvarez-, sino por el proceso de depuraci¨®n al que tuvieron que hacer frente
durante y despu¨¦s de la guerra a manos del r¨¦gimen franquista.
Absolutamente todos los maestros funcionarios fueron separados de su profesi¨®n y, bajo la presunci¨®n de culpabilidad, tuvieron que demostrar a trav¨¦s de cartas de sus alcaldes, los presidentes de los padres cat¨®licos o, sobre todo, del cura p¨¢rroco de su pueblo, que no eran desafectos al nuevo r¨¦gimen para poder reincorporarse a su trabajo. De los 61.000 que integraban el cuerpo de docentes, 16.000 recibieron alg¨²n tipo de sanci¨®n y otros 6.000 fueron expulsados de su cargo.
Los 50 minutos de La escuela fusilada repasan todo esto. "Hay compa?eros, otros profesores, que no saben qu¨¦ pas¨®. Alg¨²n alumno de bachillerato me ha llegado a decir que Franco salv¨® a Espa?a de una dictadura comunista", explica Pinedo. Pero m¨¢s all¨¢ del contexto hist¨®rico, del dibujo de aquellos acontecimientos sobre los que ya se ha escrito profusamente, el gran valor de este documental es servir de veh¨ªculo para que los protagonistas (aquellos maestros que a¨²n siguen vivos o los familiares de los que mataron) puedan contar su historia.
"La obligaci¨®n moral que tengo antes de irme es que esto se sepa", dice en el documental Hilda Farfante, hija de maestros fusilados. Celia Mu?oz, hija del maestro Gerardo Mu?oz, fusilado y despu¨¦s indultado; Covadonga P¨¦rez, hija y hermana de maestros fusilados; Francisco D¨ªaz Lugones y Paulino Rodr¨ªguez, que sufrieron la c¨¢rcel y se les prohibi¨® ejercer la docencia; Josefina Garc¨ªa Flores, que se exili¨® en M¨¦xico junto a su padre, tambi¨¦n maestro; o Clara D¨ªez, hija de Augusto D¨ªez Carbonell, que fue apartado de su profesi¨®n tanto por la Generalitat durante la guerra, por no simpatizar con las tendencias separatistas, como por la dictadura de Franco, por desafecto al r¨¦gimen, son algunas de las voces que cuentan su historia en primera persona.
El documental se ha estrenado ya en distintas ciudades y ha ganado dos premios en los festivales de Cantabria y de Aguilar de Campoo. Ahora competir¨¢ en el Festival de Cine de Bogot¨¢.
"El miedo y el silencio"
Dos filas de rejas y, en medio, los guardias. A un lado, las familias y al otro, los presos. Todos gritaban y nadie consegu¨ªa escuchar nada. As¨ª recuerda Celia Mu?oz la ¨²ltima vez que vio a su padre, Gerardo, un d¨ªa antes de que le fusilaran, en julio de 1939. "No hab¨ªa cogido un fusil en su vida". Ella ten¨ªa 12 a?os cuando estall¨® la guerra.
Con aquellos recuerdos de infancia ha vivido Celia Mu?oz hasta que hace unos a?os empez¨® a ver los papeles de su padre, que hab¨ªan permanecido en un caj¨®n, guardados por su madre, primero, y por su hermano, despu¨¦s. "Nos educaron en un ambiente de silencio y de miedo. Las madres no contaban, ni dentro de casa, lo que hab¨ªa pasado", dice. En aquellos papeles que guardaba su hermano encontr¨® las cartas que su padre, maestro nacional en M¨®stoles (Madrid) durante 16 a?os, escribi¨® desde prisi¨®n, los poemas. Y a trav¨¦s de ellos ha seguido descubriendo cosas. Durante el rodaje de La escuela fusilada, ha visto el expediente de depuraci¨®n de su padre. Ya le hab¨ªan fusilado, y as¨ª consta a l¨¢piz en la documentaci¨®n, pero se lo abrieron de todas maneras.
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