El lado tierno de Samuel Beckett
Deborah Warner y Fiona Shaw participan en el Festival de Oto?o con 'D¨ªas felices'
Winnie, el m¨ªtico personaje que Samuel Beckett cre¨® en Happy days (D¨ªas felices), es una de las grandes met¨¢foras que el teatro contempor¨¢neo maneja para hablar de los hombres y mujeres de hoy. De esos seres humanos que viven rodeados de tragedia y horror, pero logran sobrevivir e incluso arrancar a su brutal realidad instantes de felicidad.
Winnie vuelve a los escenarios madrile?os envuelta en olor de santidad, ya que para muchos son aut¨¦nticas diosas la directora Deborah Warner y la actriz Fiona Shaw, que han creado este nuevo montaje en otro templo sagrado, el brit¨¢nico The National Theatre.
Warner recuerda que desde 1988 son 11 espect¨¢culos los que ha hecho con Fiona Shaw (juntas empezaron en la Royal Shakespeare Company) y 11 tambi¨¦n las colaboraciones que ha llevado a cabo con Ariel Goldenberg, director del Festival de Oto?o, que una vez m¨¢s las trae a Madrid, donde desde hoy y hasta el pr¨®ximo d¨ªa 21 representan en el Matadero de Las Naves del Espa?ol este Happy days. Warner, que calific¨® al teatro del Matadero como una impresionante obra de arte en s¨ª misma, ha tratado de ofrecer sobre esta obra una nueva lectura, alejada de tantas versiones esc¨¦nicas en las que la tragedia y la angustia vital primaban por encima de todo.
"Los personajes est¨¢n en una situaci¨®n l¨ªmite, Beckett es tenebroso y funesto, pero no la obra", dice la directora
"Es cierto que los personajes est¨¢n en una situaci¨®n l¨ªmite, que Beckett es muy tenebroso y funesto, pero no la obra; ¨¦l piensa que la vida es terrible, pero llena de ternura y encanto a Winnie y esa contradicci¨®n es maravillosa, es la que da fuerza al texto, porque no se puede decir que el optimismo del personaje sea descabellado; simplemente, es una mujer que no puede permitirse decir ad¨®nde va, como casi todos", se?ala Warner de este personaje que mientras va hundi¨¦ndose en un mont¨ªculo, quiz¨¢ de arena, rodeada de un paisaje apocal¨ªptico y asolado, habla a su marido desde la alegr¨ªa de un d¨ªa feliz. "Es la terrible opci¨®n entre el optimismo y la desesperanza", apunta Warner, mientras Shaw no duda en afirmar que Beckett es muy cruel con las actrices. "A los problemas intelectuales hay que a?adir los f¨ªsicos, no es nada f¨¢cil ensayar enterrada hasta el cuello; de hecho, al principio de los ensayos par¨¢bamos cada hora para jugar al b¨¢dminton, ¨¦se es el secreto de nuestro ¨¦xito", dice riendo la actriz, popular en Espa?a por su intervenci¨®n en pel¨ªculas como Jane Eyre, Anna Karenina o varias de la serie de Harry Potter.
"Todas las formas de arte nos ense?an lo malos y lo maravillosos que somos, y esta obra, aunque profundiza en lo m¨¢s terrible de la condici¨®n humana, es muy divertida", dice Shaw, quien, como el autor, es irlandesa y no oculta que cuando empez¨® a ensayar o¨ªa a su madre constantemente. "La obra se ha visto influida por lo terror¨ªfica y maravillosa que pod¨ªa ser mi madre, porque cuanto m¨¢s particular es un texto, m¨¢s universal resulta", sostiene la actriz, quien ha descubierto a la directora la vertiente c¨®mica de esta obra que durante d¨¦cadas se ha visto de otra manera.
"Tenemos suerte de ver este cl¨¢sico contempor¨¢neo con ojos nuevos, somos otra generaci¨®n y somos m¨¢s libres, estamos en un momento de transici¨®n en lo que se refiere a la visi¨®n que hay sobre las obras de Beckett, que tanto se han sobreintelectualizado porque se cre¨ªa que no se iban a entender, y ¨¦sa no es manera de ir al teatro", dice Warner, a la que los espectadores espa?oles no olvidan despu¨¦s de su Titus Andronicus (con la Royal) y su Julio C¨¦sar (con el Barbican y Ralph Fiennes como protagonista).
El montaje cuenta tambi¨¦n con el actor Tim Potter, habitual de los grandes teatros brit¨¢nicos, y el escen¨®grafo Tom Pye, cuyo trabajo nos sit¨²a en un paisaje que podr¨ªa evocar al cambio clim¨¢tico.
Babelia
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