Un nuevo ciclo

Hu Jintao ha planteado en su discurso todos los grandes temas que determinan la agenda pol¨ªtica del pa¨ªs. Sus apuestas centrales son dos: continuidad del proceso de reforma y apertura ("no habr¨¢ salida si paramos o retrocedemos"), pero sugiriendo un cambio profundo en el modelo de desarrollo. Esa nueva concepci¨®n, que dice situar al ser humano en su epicentro y reivindica tanto la justicia social como la protecci¨®n ambiental, ambos aspectos en extremo sacrificados en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, marca un fin de ciclo y debe preparar a China para consolidarse como la gran potencia del siglo XXI, no s¨®lo en t¨¦rminos cuantitativos sino tambi¨¦n cualitativos.

En lo pol¨ªtico, dejando definitivamente atr¨¢s la lucha de clases para abrazar la armon¨ªa como garant¨ªa de estabilidad futura, ha evitado proceder con id¨¦ntico atrevimiento, descartando cualquier democratizaci¨®n significativa del sistema, que seguir¨¢ avanzando a un ritmo mucho m¨¢s sosegado e impulsado desde arriba. En lo econ¨®mico, se enfatiza la importancia no s¨®lo de lograr un crecimiento equilibrado sino de poner el acento en activos de gran significaci¨®n estrat¨¦gica, como la innovaci¨®n tecnol¨®gica o la presencia exterior. La China que propone Hu Jintao en este congreso ambiciona sentar las bases del pa¨ªs que aspira, con fundamento, a recuperar una posici¨®n central en el orden internacional. Pudiera estar al alcance de la mano.

En este fin de ciclo de aquella China que concentraba toda su atenci¨®n en la eficacia econ¨®mica y en el crecimiento ciego, se apuesta ahora por un desarrollo m¨¢s equitativo, pero tambi¨¦n por seguir conduciendo el proceso de forma totalmente soberana. Y es que el proyecto que nos dibuja Hu Jintao va mucho m¨¢s all¨¢ de la simple modernizaci¨®n para afrontar las carencias hist¨®ricas que en su d¨ªa condujeron el pa¨ªs a la periferia del orden internacional. ?se es el reto al que convoca al pueblo chino, a sabiendas de que el trecho que queda por recorrer ser¨¢ dif¨ªcil, complejo y lleno de tensiones, especialmente crecientes en el orden externo.

Los pr¨®ximos a?os ser¨¢n decisivos en ambos aspectos: en la conformaci¨®n de una sociedad m¨¢s justa, que ser¨¢ imposible de lograr sin una intensificaci¨®n de las pol¨ªticas de bienestar, especialmente en el medio rural; y en la definici¨®n de los compromisos que China est¨¢ dispuesta a satisfacer en el orden internacional, poniendo fin a aquellas ambig¨¹edades que a¨²n connotan esa lenta mutaci¨®n de simple espectadora a potencia mediadora y, en poco tiempo quiz¨¢s, emprendedora.

Revalidando su condici¨®n din¨¢stica, Hu ha convocado al partido a mantenerse fiel a un proyecto original y dif¨ªcilmente homologable, pero efectuando los ajustes precisos para acompa?ar la intensa transformaci¨®n que est¨¢ por llegar y que tambi¨¦n afectar¨¢ a su propia estructura, en cuya base, y s¨®lo en ella, afirm¨®, se potenciar¨¢ una mayor democracia interna. Por primera vez se ha reconocido que la envergadura del proyecto supera sus propias capacidades. Aun as¨ª, la sinceridad y la magnitud de la apertura a personas independientes est¨¢ por ver y dif¨ªcilmente suavizar¨¢ la indiscutible hegemon¨ªa del PCCh.

Xulio R¨ªos es director del Observatorio de la Pol¨ªtica China (Casa Asia-IGADI).