Un Chaplin in¨¦dito
Una filmaci¨®n muestra sus imitaciones de Greta Garbo o Napole¨®n
Charles Chaplin (1889-1977) fue uno de los ¨²ltimos astros del viejo Hollywood en adaptarse al cine sonoro. Una de las razones del retraso fue su extraordinaria capacidad de improvisaci¨®n m¨ªmica. Ese talento se hace evidente en All at sea, una filmaci¨®n in¨¦dita de 1933 en la que Chaplin imita, bromea y se divierte ante la c¨¢mara del periodista Alistair Cooke. La pieza, de 15 minutos de duraci¨®n, acaba de ser estrenada en las Jornadas de Cine Mudo de Pordenone, una ciudad italiana cercana a Venecia.
Un amigo periodista rod¨® en 16mm el testimonio de la felicidad de Chaplin con Paulette Goddard
Alistair Cooke lleg¨® a ser uno de los m¨¢s grandes periodistas en lengua inglesa. Pero en 1933 ten¨ªa 25 a?os, estaba disfrutando de una beca en Estados Unidos y era un perfecto desconocido. El diario The Observer aprovech¨® la estancia del joven Cooke en territorio estadounidense para encargarle varias entrevistas a estrellas del cine y Chaplin, por alguna raz¨®n, simpatiz¨® con el biso?o periodista. Adem¨¢s de concederle la entrevista, le invit¨® a realizar una excursi¨®n en el yate que acababa de adquirir, el Panacea. A bordo se encontraba Paulette Goddard, el nuevo amor de Chaplin.
Cooke llev¨® su c¨¢mara de 16mm. Y Charles Chaplin despleg¨® ante el objetivo todo su talento. Con una fregona sobre la cabeza imit¨® a Jean Harlow y Greta Garbo, con una gorra de plato se convirti¨® en el pr¨ªncipe de Gales, hizo un Napole¨®n en ba?ador e invent¨® sobre la marcha varios n¨²meros c¨®micos. Chaplin se sent¨ªa relajado y feliz, y sus indicaciones t¨¦cnicas al improvisado camar¨®grafo hicieron que la filmaci¨®n, en principio s¨®lo una serie de gansadas, se convirtiera en un cortometraje humor¨ªstico de factura casi profesional, teniendo en cuenta los medios de la ¨¦poca.
A?os m¨¢s tarde, Cooke utiliz¨® una peque?a parte de la pel¨ªcula para su emisi¨®n televisiva America. El resto qued¨® en una caja, se olvid¨® y el propio Cooke consider¨® que se hab¨ªa perdido definitivamente. Tras la muerte del periodista, en 2004, su hija Susan hizo un inventario del contenido de su apartamento neoyorquino. Y encontr¨® la caja que conten¨ªa All at sea.
Susan mostr¨® la cinta a David Robinson, uno de los m¨¢ximos especialistas en Chaplin y director de las Jornadas de Cine de Mudo de Pordenone. Seg¨²n Robinson, el principal valor del documento f¨ªlmico in¨¦dito consiste en que revela un Chaplin feliz en su vida privada (algo inusual en una biograf¨ªa tormentosa) y, adem¨¢s, supone el primer testimonio conocido de su relaci¨®n con Paulette Goddard. El peque?o tesoro ha sido adaptado a un formato DVD, pero, tras su estreno, no est¨¢ prevista de momento su comercializaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.