Un congreso celebra en Valladolid los 87 a?os de Delibes

Son d¨ªas de celebraciones para Miguel Delibes. Tras la jornada inaugural del II Congreso Internacional sobre el escritor y acad¨¦mico vallisoletano, que se abri¨® ayer, hoy celebra su 87? cumplea?os con la presentaci¨®n de los dos primeros vol¨²menes de sus Obras completas, editadas por Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores y Ediciones Destino.

Al congreso, que contin¨²a hoy y ma?ana en la capital castellana, asisten escritores, acad¨¦micos y ling¨¹istas de varios pa¨ªses para analizar la obra del autor de Los santos inocentes. Delibes se dirigi¨® ayer a los asistentes, entre los que se contaba C¨¦sar Antonio Molina, ministro de Cultura, a trav¨¦s de un v¨ªdeo en el que lament¨® no poder estar presente en el encuentro. "Es una perogrullada olvidar que a determinada edad cuando la salud se mueve es inevitablemente a peor. Eso es exactamente lo que me ha ocurrido", dijo, para despu¨¦s confesar que apenas le quedan "fuerzas para escribir".

Entonces fue el turno de Lia Schwartz, de la C¨¢tedra Miguel Delibes en Nueva York, lugar que acogi¨® en 2003 el primer congreso dedicado al escritor. Schwartz record¨® otra efem¨¦ride: en 2007 se cumplen 60 a?os de la primera novela del homenajeado, La sombra del cipr¨¦s es alargada, con la que en 1947 obtuvo el Premio Nadal.

Intrahistoria

Luego, el ministro de Cultura desvel¨® que se hab¨ªa entrevistado horas antes y en su domicilio con el escritor. Un "autor universal preocupado por el humanismo", el sentido ¨¦tico y un gran defensor de la tierra y de las gentes que viven en ella.

La ponencia inaugural del congreso estuvo a cargo del director de la Real Academia Espa?ola, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, que se centr¨® en una peque?a novela del autor, Viejas historias de Castilla la Vieja, que, record¨®, era la preferida del propio Delibes. Garc¨ªa de la Concha calific¨® el periplo de Isidoro, el protagonista de esta historia, como un texto "que sin contar hechos prodigiosos" permite asistir a "la intrahistoria de esta tierra", en el sentido de que lo cotidiano abandona lo local "para convertirse en universal".

Garc¨ªa de la Concha hizo tambi¨¦n una referencia al ¨¦xodo masivo del campo a la ciudad, convertido en un "fen¨®meno universal" sin que nadie imaginara que la metr¨®poli, "esa periferia de las ciudades industriales", acabar¨ªa siendo "tan invivible" como la aldea que se dejaba atr¨¢s.

El acad¨¦mico, tras recordar que en la obra de Delibes "son muchos los personajes que buscan en la naturaleza los recursos para afrontar sus problemas cotidianos", asegur¨® que coincid¨ªa con el escritor vallisoletano al decir que el hombre, "guste o no, tiene sus ra¨ªces en la naturaleza. "Y al desarraigarlo con el se?uelo de la t¨¦cnica", continu¨®, "lo despojamos de su esencia".