Entre la gr¨¢fica social y movilidad
TECHCRUNCH40 y el Foro para desarrolladores de Intel son dos conferencias muy diferentes que se han celebrado recientemente en San Francisco. La primera reun¨ªa a las j¨®venes start-ups m¨¢s populares del momento, la segunda a los ingenieros que escribieron parte de la historia de Silicon Valley y siguen apostando al futuro.
Para su primera versi¨®n, TechCrunch40 quer¨ªa mostrar las j¨®venes empresas m¨¢s din¨¢micas en la esfera web 2.0. A ritmo acelerad¨ªsimo, cada una ten¨ªa cinco minutos para hablar maravillas de su proyecto antes de contestar a las preguntas no muy agresivas, pero algo esc¨¦pticas, de un panel de jueces.
Entre las decenas que fueron presentadas sobre el escenario o en los pasillos, dos merecieron especial atenci¨®n: Mint, ganadora del premio de 50.000 d¨®lares ofrecido por los organizadores, es un sitio que permite manejar las finanzas personales. El cliente pone en red todos sus datos (tarjetas de cr¨¦dito, cuentas bancarias, etc¨¦tera) y el sitio le brinda una visi¨®n exhaustiva de su situaci¨®n con entradas y gastos. El programa inform¨¢tico que sustenta la idea es atractivo, pero mucha gente puede pens¨¢rselo dos veces antes de entregar todos sus datos a una empresa joven y en Internet.
El 25% del tr¨¢fico en la web se debe ahora a las redes sociales, pero la casi totalidad de esos intercambios se hacen a trav¨¦s de los ordenadores.
TechCrunch40 mostr¨® las j¨®venes empresas m¨¢s din¨¢micas en la esfera web 2.0. Cada una ten¨ªa cinco minutos para hablar maravillas de su proyecto antes de aclarar las dudas.
Xobni, por su parte, propone un plug in que funciona con Outlook (vendr¨¢n otros) para organizar el correo electr¨®nico. Crea un perfil para cada interlocutor, saca estad¨ªsticas de los intercambios y crea una representaci¨®n gr¨¢fica de las redes sociales implicadas.
El ¨²nico momento de reflexi¨®n de la conferencia fue la conversaci¨®n del fundador de TechCrunch, Michael Arrington, con Mark Zuckerberg, patr¨®n y fundador de Facebook. Visto de cerca, Zuckerberg no puede esconder sus 23 a?os. Aplicadamente sentado con las manos sobre las rodillas daba la impresi¨®n de un excelente alumno, a la vez aplicado y capaz de contestar a cualquier pregunta porque, obviamente, entiende de algo que se nos escapa a la mayor¨ªa de nosotros.
Arrington se cuid¨® mucho de ser demasiado agresivo con un joven que podr¨ªa llegar a ser un Gates, un Jobs, un Page o un Brin. Su empresa ya tiene 70 millones de usuarios y crece al ritmo endiablado del 3% por semana.
Facebook saca su fuerza de que es una plataforma sobre la que cualquiera puede construir la aplicaci¨®n que quiera y sobre la social graph. "?Qu¨¦ diablo es la gr¨¢fica social?", pregunt¨® Arrington.
"Es el conjunto de las relaciones de todas las personas del planeta", contest¨® Zuckerberg. "S¨®lo hay uno. Re¨²ne a todo el mundo. Nadie es due?o de ¨¦l. Lo que tratamos de hacer es crear un modelo, representar exactamente el mundo real al plasmarlo en un mapa".
Despu¨¦s de esto, ir al Foro de Intel daba la impresi¨®n de ser un paseo por el mundo real de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC), entre gente preocupada por producir los aparatos que nos permitir¨¢n conectarnos en cualquier momento y de cualquier lugar a la web participativa, m¨¢s conocida como web 2.0.
La relaci¨®n entre esos dos mundos es complicada. El 25% del tr¨¢fico en la web se debe ahora a las redes sociales, pero la casi totalidad de esos intercambios se hacen por los ordenadores. Son cifras de Anand Chandrasekher, vicepresidente de Intel responsable de Ultra Movilidad. A partir de 2009 prometi¨® agregar WiMax a sus chips, la tecnolog¨ªa de comunicaci¨®n inal¨¢mbrica que cubre distancias grandes.
Intel quiere promover un tipo de gadget que se ubica entre los tel¨¦fonos y los PC ultra m¨®viles (UMPC). Esos aparatos permiten acceder a la web con banda ancha, ver pel¨ªculas y hasta programas de televisi¨®n en directo. Pueden ser muy finos, pero las pantallas tratan de tener el tama?o de un peque?o libro de bolsillo. Los teclados son m¨¢s grandes que los de las Blackberry, pero apenas se pueden utilizar con los dedos gordos o los anulares.
Chandrasekher present¨® un aparato parecido a un iPhone estirado, de unos 25 cent¨ªmetros de largo. Horizontalmente permite ver pel¨ªculas en pantalla panor¨¢mica o escribir con un teclado. Verticalmente, se puede usar como tel¨¦fono. Un objeto atractivo y algo extra?o.
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