"Hay que apostar por proyectos que no traigan beneficios inmediatos"
Nadie pod¨ªa imaginar, y mucho menos ¨¦l mismo, que un art¨ªculo que escribi¨® a los 21 a?os le convertir¨ªa 30 a?os despu¨¦s, tras numerosas investigaciones y desarrollos cient¨ªficos, en premio Nobel de F¨ªsica 2004. Era el primer proyecto de un precoz Frank Wilczek, f¨ªsico estadounidense, que particip¨® ayer en el programa de difusi¨®n cient¨ªfica ConCiencia organizado por el Consorcio y la Universidad de Santiago. Su gran hallazgo consisti¨® en demostrar lo que denomin¨® libertad asint¨®tica de los quarks (part¨ªculas subat¨®micas).
"Hay que apostar por proyectos a largo plazo que no reporten beneficios inmediatos", defendi¨® en su intervenci¨®n. Como ejemplo, puso el de la inform¨¢tica, que a pesar de su corta trayectoria, dice, se bas¨® en trabajos de f¨ªsicos de los a?os 20 que, en su momento y al contrario de lo que sucedi¨® despu¨¦s, no reportaron grandes beneficios a sus descubridores. Por eso, defendi¨® las inversiones p¨²blicas como compensaci¨®n a los proyectos rentables que defienden las instituciones privadas.
Wilczek reconoci¨® que a la ciencia le queda mucho por avanzar: "El 95% del universo est¨¢ hecho de elementos que no conocemos", explic¨®, "lo que percibimos como espacio vac¨ªo est¨¢ en realidad lleno de actividad". Y esto es algo que, seg¨²n el estadounidense, se ha descubierto hace s¨®lo dos a?os.
Es com¨²n que las investigaciones lleven a cambiar de pensamiento cada cierto tiempo, como ocurre en el caso de la inc¨®gnita que rodea a la expansi¨®n del universo. "No s¨®lo se expandir¨¢ para siempre, sino que cada vez lo har¨¢ m¨¢s r¨¢pido", asegura. "Las galaxias estar¨¢n tan lejos unas de otras", vaticina, "que no se ver¨¢n, y el universo ser¨¢ un sitio bastante solitario". Aunque eso, explica para tranquilidad del p¨²blico asistente, "suceder¨¢ dentro de mucho tiempo".
Mal uso de la ciencia
En cuanto al mal uso de los descubrimientos cient¨ªficos, Wilzcek no dud¨® en afirmar que "el conocimiento puede ser peligroso" y que las "herramientas poderosas" pueden ser usadas para el bien o para el mal, como las armas biol¨®gicas. En este caso, el f¨ªsico no defiende la difusi¨®n del conocimiento. "Si alg¨²n cient¨ªfico se ve tentado de trabajar en esas ¨¢reas, deber¨ªa quedarse callado", sentencia el f¨ªsico. Para evitar un mal uso de la ciencia, conmin¨® a las instituciones a ser "responsables", aunque valor¨® el papel de los cient¨ªficos en estos procesos ya que, en definitiva, "son quienes los desarrollan".
Coment¨® adem¨¢s las ¨²ltimas investigaciones en torno al cerebro humano. Asegur¨® que los cient¨ªficos est¨¢n "muy lejos" de entender c¨®mo funciona. Aun as¨ª defiende que el desarrollo de ordenadores cada vez m¨¢s potentes ("que a veces parecen pensar") hacen suponer que los procesos mentales, como la conciencia, podr¨¢n ser explicados. Pero por ahora, la complejidad del cerebro supera a la de las m¨¢quinas. "Mi ordenador me gana muchas veces jugando al ajedrez", dice el sonriente premio Nobel, aunque puntualiza: "pero no siempre".
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