Muere una ni?a tras ser diagnosticada dos veces de gastroenteritis en Madrid

Viktoriya ten¨ªa dos a?os, era b¨²lgara y viv¨ªa con sus padres en Meco (Madrid). Muri¨® el lunes despu¨¦s de ser diagnosticada dos veces de gastroenteritis en el hospital Pr¨ªncipe de Asturias de Alcal¨¢ de Henares, cercano a su localidad, y 24 horas despu¨¦s, en el centro de salud de Meco. "No os preocup¨¦is", dijo el m¨¦dico a sus padres, dos j¨®venes inmigrantes b¨²lgaros, "en dos d¨ªas estar¨¢ bien". La ni?a muri¨® esa tarde. Los padres han denunciado a los dos centros m¨¦dicos p¨²blicos y est¨¢n a la espera de conocer la autopsia. El hospital mantiene que los m¨¦dicos actuaron correctamente.

El reloj marcaba las cinco y diez de la tarde del lunes 15 cuando Zoya, de 26 a?os, abri¨® de un golpe la puerta del dormitorio. Su hija, de poco m¨¢s de dos a?os, se estaba muriendo. Su compa?ero de piso, ?ngel, as¨ª la encontr¨® en el pasillo. ?l traduce del b¨²lgaro las pocas palabras que articula Zoya. No hace falta que transcriba al castellano los sonidos de ronquidos secos que Zoya cuenta que empez¨® a escuchar, de pronto, de la boca de su hija Viktoriya, mientras la atend¨ªa en su dormitorio.

El padre, Krasimir Vasliev, de 29 a?os, se hab¨ªa marchado esa ma?ana a Galicia, a trabajar en la construcci¨®n, preocupado por los v¨®mitos, fiebre y diarrea que sufr¨ªa la ni?a. Los m¨¦dicos de los centros a los que hab¨ªa acudido le hab¨ªan asegurado que la chiquilla padec¨ªa una gastrointeritis. Esa misma tarde, a las cinco y media, le llam¨® su mujer para decirle que la hija hab¨ªa muerto. A¨²n no saben por qu¨¦. Esperan los resultados de la autopsia. Quieren llevar el cuerpo de su hija a Bulgaria, de donde vino con nueve meses.

Krasimir, a quien asesora la asociaci¨®n El Defensor del Paciente, denunci¨® ayer ante el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Alcal¨¢ de Henares al Hospital Pr¨ªncipe de Asturias, al centro de salud de Meco y a los m¨¦dicos que atendieron a su hija por "falta de profesionalidad", seg¨²n consta en el parte de la denuncia verbal.

La pareja se despert¨® el domingo 14 de madrugada porque su hija, de grandes ojos casta?os, lloraba. "Estaba mal, con v¨®mitos, con diarrea, y ten¨ªa fiebre", explica su padre, frente a una mesa repleta de partes m¨¦dicos, denuncias, fotos, y certificados. "Estuvo as¨ª toda la noche y, por la ma?ana, decidimos llevarla al hospital. Llegamos a las diez, y nos atendieron a las doce". Seg¨²n su relato, "el m¨¦dico le toc¨® la tripa y la frente, y dijo que era gastrointeritis. No hizo an¨¢lisis". El parte m¨¦dico explica que Viktoriya no ten¨ªa signos que hiciesen pensar en meningitis, y que se trataba de una gastrointeritis aguda. Recet¨® apiretal (un medicamento para la fiebre) y suero. "Seguimos las instrucciones del m¨¦dico", asegura Krasimir. "La ni?a segu¨ªa d¨¦bil, no estaba tan alegre como es, como era, ella", titubea. "Pudo comer un poco de yogur con suero. Pero el lunes por la ma?ana segu¨ªa mal y la llevamos al centro de salud de Meco". El pediatra ratific¨® el diagn¨®stico: "Gastrointeritis aguda", reza el parte. "Nos dijo: 'no os preocup¨¦is, no pasa nada, en dos d¨ªas estar¨¢ bien'. Y muri¨® esa tarde", concluye Krasmir, que no puede evitar que se le ag¨¹en los ojos cuando mira un v¨ªdeo de su hija jugando en el parque, d¨ªas antes.

El Hospital Pr¨ªncipe de Asturias emiti¨® un comunicado en el que asegura que los facultativos de ambos centros obraron correctamente, ya que, seg¨²n el primer parte, la ni?a no presentaba "aspecto s¨¦ptico" y estaba "consciente y reactiva". En la segunda visita el m¨¦dico confirm¨® el diagn¨®stico. La ni?a presentaba buen estado, "sin signos de deshidrataci¨®n ni otras complicaciones".