Arte joven para una plaza maldita
Un festival de nuevos creadores insiste en recuperar la zona de los cines Luna
"?Aqu¨ª qu¨¦ hay?", le pregunta un polic¨ªa municipal a un guardia jurado, en medio de la conflictiva y ahora rehabilitada plaza de Santa Mar¨ªa Soledad Torres Acosta (plaza de los cines Luna). Est¨¢n rodeados por 26 contenedores de mercanc¨ªas. "Es una exposici¨®n de arte. Mira, dentro de ¨¦se pasan un v¨ªdeo del 11-S, en el que se ve c¨®mo se estrella un avi¨®n contra las Torres Gemelas. La misma imagen se repite durante cinco minutos, y luego sale Wonder Woman, la hero¨ªna ¨¦sa de los dibujos animados", asegura el guardia. Y a?ade: "Pens¨¦ que todo esto era para ni?os, pero luego, con las im¨¢genes de los atentados, ya me di cuenta de que no".
En realidad, se trata del 7? Festival Edici¨®n Madrid (FEM) de Nuevos Creadores, que propone una oferta art¨ªstica centrada en el terror en la sociedad contempor¨¢nea, y que se puede visitar hasta la medianoche de hoy, organizado por la Fundaci¨®n Temas de Arte. Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y la Comunidad y la intenci¨®n de los promotores y el Consistorio es "revitalizar una plaza que estaba degradada". Tambi¨¦n buscaban ese objetivo los comerciantes de la zona al celebrar la Milla Urbana Internacional el fin de semana pasado.
"Con estas iniciativas se consigue que la gente pierda el miedo a transitar por una plaza tan c¨¦ntrica", asegura Armando Unsa¨ªn, coordinador del FEM 7. En este caso, el atractivo para los paseantes es la obra de 70 artistas y cuenta con montajes de v¨ªdeo: desde un peque?o corto a un bucle de im¨¢genes que se repite machaconamente. Los descritos pertenecen a la secci¨®n de videocreaci¨®n Poetic Terrorism.
Un total de 24 artistas "reflexionan sobre el terror en la sociedad occidental, desde el terrorismo hasta el miedo a las medidas de seguridad empleadas para combatirlo", explica Armando Unsa¨ªn, coordinador del FEM 7. La mayor¨ªa de los visitantes tarda 30 segundos en decidir si entra. Dos veintea?eros se r¨ªen con la obra del japon¨¦s Makoto A¨ªda, que muestra a un Bin Laden nip¨®n, borracho de sake, lament¨¢ndose por haber ganado unos kilos en su refugio secreto de un lugar de Jap¨®n.
M¨¢s siniestra es la habitaci¨®n victoriana que ha instalado la coleccionista de antig¨¹edades Ruth Baza. Un hur¨®n disecado recibe al observador sobre un escritorio desvencijado. Al fondo, un amplio tapiz rojo y una estufa de hierro esmaltado. Un conejo, un cuervo y un armi?o inm¨®viles, junto a una calavera de oveja. "El otro d¨ªa se acerc¨® un ni?o y me pregunt¨® si era la casa del terror", bromea Baza, rubia, delgada y vestida de negro. Presume de que ha decorado el cub¨ªculo como prolongaci¨®n de su casa, donde duerme con s¨¢banas decimon¨®nicas. "Vivo en el XIX. Todo lo compro usado y viejo", confiesa esta aficionada a la taxidermia.
El brit¨¢nico Ben Vine propone un acercamiento l¨²dico a varias fotograf¨ªas en tres dimensiones. Vistas a trav¨¦s de dos orificios, unas parecen recrear el volumen de un chorro de agua en pleno vuelo, y otras el trazado luminoso de una bengala. "Las im¨¢genes se superponen al mirarlas a trav¨¦s de los agujeros. El cerebro las recompone y crea la ilusi¨®n de profundidad", resume el autor, asentado en Madrid desde hace nueve a?os. La aclaraci¨®n resulta mejor que leer el folleto de la muestra, que cuesta unos disuasorios 10 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.