El centro de inmigrantes en Algeciras se colapsa al 123% de su capacidad
El Campo de Gibraltar acoge a 550 'sin papeles', su r¨¦cord hist¨®rico
"La situaci¨®n es explosiva. Anoche batimos un nuevo r¨¦cord y ya tenemos 235 inmigrantes que superan la capacidad del centro, supuestamente de 190. Estamos desbordados". Uno de los polic¨ªas que custodian el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras denuncia que el vaso del orden se puede rebosar en cualquier momento. Las mujeres duermen en la enfermer¨ªa y la seguridad del centro corre peligro. No exagera. Hace dos semanas 24 inmigrantes se fugaron de la comisar¨ªa provisional de Era de las Torres. "Tiraron la reja abajo con una palanca y la fuerza bruta de todos.
Impresionante", relata. La masificaci¨®n causa estragos. La Polic¨ªa liber¨® d¨ªas antes a 49 argelinos para dar cabida a otros 70 inmigrantes en el CIE, pese a que los primeros no hab¨ªan cumplido la estancia de 40 d¨ªas estipulada por la Ley.
El Campo de Gibraltar se ha convertido en el caj¨®n de sastre de los sin papeles en Andaluc¨ªa. Tras el may¨²sculo esc¨¢ndalo descubierto en el CIE de M¨¢laga que provoc¨® la ca¨ªda de su equipo directivo hace un a?o, los traslados de inmigrantes desde Canarias y otras provincias como Almer¨ªa y M¨¢laga hacia Algeciras y Tarifa han crecido sin freno. La ¨²ltima cifra ha llegado a los 550 internos repartidos entre el CIE, la Isla de las Palomas en Tarifa, y la nueva comisar¨ªa de Algeciras. Los calabozos de esta ¨²ltima llevan un mes con 150 internos en sus instalaciones, mientras a su alrededor los obreros descargan material a marchas forzadas. Ser¨¢ desalojada en los pr¨®ximos d¨ªas. "Como viene el ministro, hay orden de despejarlo todo", conf¨ªa otro agente. El ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, inaugurar¨¢ las instalaciones el pr¨®ximo viernes, pero los sin papeles no est¨¢n invitados al corte de la cinta.
Los extranjeros sin permiso de residencia deben ser liberados o repatriados en 40 d¨ªas como m¨¢ximo. Mientras el plazo legal se cumple, la saturaci¨®n del CIE de Algeciras, ubicado en la antigua c¨¢rcel, ofrece espinosas condiciones de convivencia y una salubridad dif¨ªcil de mantener bajo control, pese a contar con un m¨¦dico. "Tengo dinero ah¨ª fuera. He trabajado en la vendimia y la recogida de fruta. S¨®lo quiero salir de aqu¨ª. Tengo dinero", repite el argelino Sebaa Larbi mientras ense?a su cartilla bancaria a trav¨¦s de los barrotes. A su lado Hasni Kema, de 27 a?os, reclama su libertad para acompa?arle a trabajar.
En los d¨ªas de mayor concurrencia, cerca de doscientos internos han estado vigilados por s¨®lo tres polic¨ªas. "?Qu¨¦ c¨®mo cubrimos? Esa noche, a rezar. Pero lo peor es cuando tienes a un m¨®dulo con sarna y no cuentas con guantes ni mascarillas", se?ala un polic¨ªa. Ante la falta de sillas, estos d¨ªas algunos internos deben desayunar de pie.
A la nueva comisar¨ªa no se trasladar¨¢n todos los agentes por falta de espacio. El proyecto se ha construido seg¨²n las necesidades del cuerpo de hace una d¨¦cada y no ha considerado el crecimiento de la plantilla y la dimensi¨®n del problema de la inmigraci¨®n en la zona. Adem¨¢s, para amortizar el gasto de la obra el Ministerio vendi¨® el terreno colindante a un promotor. Las viviendas se entregar¨¢n en breve y sus patios traseros est¨¢n a tres metros de las ocho casetas que albergar¨¢n a los perros de la Polic¨ªa. El conflicto de ruidos est¨¢ asegurado.
La plantilla de la Polic¨ªa Nacional en Algeciras, de unos 370 agentes, est¨¢ desbordada por muchos frentes. Adem¨¢s de la controvertida seguridad de una ciudad-frontera de Europa, atiende los traslados de una prisi¨®n con 1.700 internos debido a que se encuentra en el n¨²cleo urbano y la Guardia Civil no posee competencias: juicios, funerales, atenciones m¨¦dicas en hospitales... "Aqu¨ª se asume todo. Es una aberraci¨®n ante la seguridad de los inmigrantes, la nuestra, y la de la poblaci¨®n en general", resume un agente.
Las mafias utilizan a embarazadas para la droga
Pasajeras de alto riesgo. La ruta en barco Ceuta-Algeciras tiene a diario turistas femeninas que juegan con fuego. Alrededor de una veintena de mujeres embarazadas transportan hasta 800 gramos de hach¨ªs introducidos en sus partes ¨ªntimas. Son las vagineras: Mujeres ceut¨ªes que se zafan de someterse a la ecograf¨ªa en el control policial tras alegar que est¨¢n embarazadas, por unos 6.000 euros al mes. Ahora han escalado otro pelda?o. "Han aumentado el riesgo y les hemos cogido bolas de coca¨ªna", cuenta una agente de la Guardia Civil.Los interrogatorios est¨¢n encaminados a que la supuesta embarazada confiese el transporte de la mercanc¨ªa. Muchas de ellas mienten sobre su embarazo, pero no hay margen para el riesgo porque la salud del feto debe prevalecer sobre cualquier sospecha. Las agentes deben utilizar tests para embarazos y poder comprobar que ¨¦ste existe, pero a menudo no disponen de fondos. "Cuando se ven acorraladas salen agresivas. El puerto es la pasarela de la droga", resume la agente.Junto a las vagineras, para las mafias tambi¨¦n trabajan las matuteras, que trasladan en grandes bolsas ropa de primeras marcas falsificadas. Algunas viajan vestidas con hasta seis trajes y zapatillas varias tallas mayores. No se considera un delito sino una infracci¨®n y este tr¨¢fico ilegal se suele traducir en un "abandono expreso" de la mercanc¨ªa. Los ¨²ltimos en apuntarse al negocio en la lucrativa frontera son los rumanos culeros. "Cada rumano se traga entre 800 gramos y 1,3 kilos de hach¨ªs", confirma un polic¨ªa.
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