La otra vida de 'Los girasoles ciegos'
Cuerda adapta el libro del fallecido Alberto M¨¦ndez en torno a la Guerra Civil - Regresa uno de los grandes fen¨®menos editoriales de los ¨²ltimos a?os en Espa?a
"Bajo la represi¨®n, todas las historias de amor son imposibles. La represi¨®n convierte a todos en v¨ªctimas. A los acosadores, porque los convierte en alima?as; a los acosados, porque los convierte en despojos". Maribel Verd¨² tiene escrito a l¨¢piz en su copia de gui¨®n este apunte, uno de tantos, que le traslad¨® Jos¨¦ Luis Cuerda para encarar el rodaje de Los girasoles ciegos, el sobrecogedor libro con el que Alberto M¨¦ndez obtuvo el Premio Nacional de Narrativa y el Premio de la Cr¨ªtica de forma p¨®stuma.
Tiene la actriz otra anotaci¨®n, ¨¦sta de cosecha propia, que es el final de un poema de Antonio Machado: "S¨®lo recuerdo la emoci¨®n de las cosas y se me olvida todo lo dem¨¢s. Muchas son las lagunas de mi memoria, pero m¨¢s los recuerdos de mi historia".
Es la primera colaboraci¨®n entre el director y Maribel Verd¨²
Cuerda: "Es un retrato de c¨®mo la represi¨®n corrompe los sentimientos"
Los girasoles ciegos camina por la derrota moral de los vencidos, los de la Guerra Civil espa?ola, a trav¨¦s de cuatro historias de horror y desolaci¨®n, cuatro relatos para avivar la memoria contra el olvido de los perdedores. Acaba de terminar la contienda y son a?os de represi¨®n y dolor, de miedos, de valores pervertidos. "Es un retrato de c¨®mo los sentimientos se corrompen con la represi¨®n", asegura Jos¨¦ Luis Cuerda, autor junto a Rafael Azcona del gui¨®n del libro.
Sabe Cuerda que est¨¢ ante un relato duro y triste. "La vida es as¨ª, triste, aunque con momentos cojonudos que debemos acumular. Es verdad que lo que narra la historia no es risible, pero s¨ª gratificante por lo que tiene de conocimiento de la entra?a humana. La observaci¨®n del dolor ajeno siempre es dolorosa, pero el acceso a las verdades es altamente gratificante. Soy partidario de la excitaci¨®n", a?ade este realizador, apasionado de las historias de moral dif¨ªcil y del cine alejado del espect¨¢culo y los fuegos artificiales.
En el pasillo de ese edificio madrile?o se palpa la felicidad del director, inoculada en el resto del equipo, pero tambi¨¦n la tristeza. La tristeza de una despedida que se intuye definitiva. Es un pasillo largo, con libros a ambos lados, casi en penumbra, con el ¨²nico balconcillo resguardado del exterior por unas cortinas blancas. Se intuye la luz, pero nadie te puede ver desde fuera. En el zagu¨¢n de una puerta aparece Ricardo (Javier C¨¢mara) en pijama y bat¨ªn de pana marr¨®n; tambi¨¦n zapatillas de fieltro. Su rostro muestra el dramatismo del momento. Abrazar¨¢ a su hija Elenita (Irene Escolar) por ¨²ltima vez. Est¨¢ embarazada de ocho meses, y Elenita y su novio Lalo (Mart¨ªn Rivas) escapan al exilio. Nunca m¨¢s volver¨¢n a verles. Ni su padre, ni su madre Elena (Maribel Verd¨²) ni su hermano peque?o. Todos lo saben y todos hacen como que no lo saben. Guardan las apariencias, y m¨¢s que nadie la madre. Delgada, con una melena corta, elegante, vestida con sencillez, falda negra, camisa de seda clara y chaqueta de lana gris, da el ¨²ltimo adi¨®s a esa hija de 17 a?os que, con una maleta y una manta, inicia una huida imposible en busca de algo mejor.
Cuerda le deb¨ªa una a Maribel Verd¨². Es la primera vez que trabajan juntos, pero la actriz ya lo hab¨ªa intentado hace muchos a?os cuando el realizador preparaba el casting de su pel¨ªcula Mala racha. "Fui con mi madre a presentarme a las pruebas. No me cogi¨® porque dijo que era demasiado guapa", recuerda la actriz en un descanso del rodaje, en una habitaci¨®n con vistas al Retiro de Madrid, frente al estallido de colores oto?ales de los ¨¢rboles. "Es verdad, era demasiado guapa", corrobora poco despu¨¦s Cuerda. Ahora, al contrario, ha ido buscando esa belleza poderosa pero delgada y fr¨¢gil. Con caderas postizas bajo la falda negra, Verd¨² ten¨ªa el libro de Los girasoles ciegos lleno de apuntes y subrayado cuando le llam¨® Cuerda. Era el regalo favorito que en 2005, cuando se public¨® el libro, hizo a muchos de sus amigos. "Es una historia conmovedora, real. Una historia de amores imposibles, de una mujer que tiene un marido que ni la ve, ni la toca, y c¨®mo ve la destrucci¨®n de su vida. Yo necesito cine terrenal", explica la actriz, que ha encontrado en Jos¨¦ Luis Cuerda esa complicidad emocional que tanto busca a la hora de trabajar.
El atuendo dom¨¦stico de Javier C¨¢mara le se?ala como lo que es en Los girasoles ciegos: un muerto en vida, un profesor comprometido y cobarde. "Soy firme partidario de la cobard¨ªa", asegura. "Es un hombre metido en un caj¨®n, acosado por la polic¨ªa, del que su hijo niega su existencia, y con una mujer que sostiene una extra?a relaci¨®n con un di¨¢cono", comenta el actor.
"Con este proyecto hay que ir hasta el final. No hay juego, es todo pura realidad". Se cierra el bat¨ªn de pana para sentarse en la cama que amuebla una habitaci¨®n. La cama del fantasma.
Un director bajo el 'efecto Azcona'
Fueron los amigos de Cuerda quienes primero vieron la empat¨ªa que podr¨ªa existir entre el cineasta y la obra de M¨¦ndez. "Tienes que hacer una adaptaci¨®n", le dec¨ªan unos. "?Por qu¨¦ no llevas al cine Los girasoles ciegos, le dec¨ªan otros". ?l hab¨ªa le¨ªdo la obra del que fuera su amigo en los a?os de decadencia de la dictadura franquista en Televisi¨®n Espa?ola.
"Coincid¨ª con Alberto unos a?os. ?l escrib¨ªa muchos guiones que no pod¨ªa firmar porque era militante del PCE. Conoc¨ªa su faceta de guionista pero no de sus escritos y relatos", asegura Cuerda, que finalmente, hace un a?o y ante la insistencia de tantos, busc¨® al mejor colaborador para llevar al cine el libro: el guionista Rafael Azcona. Juntos decidieron centrar la pel¨ªcula en dos de los relatos paralelos del texto, con materiales de un tercero: el de la joven pareja, ella embarazada, que huye camino del exilio a Portugal y el del matrimonio que afronta la victoria de los franquistas con el marido, un ex profesor de literatura, escondido en un armario, muerto en vida. El filme est¨¢ protagonizado por Maribel Verd¨², Javier C¨¢mara, Ra¨²l Ar¨¦valo, Mart¨ªn Rivas, Irene Escolar y el ni?o Roger Princip.
"Nunca hab¨ªa sido tan feliz dirigiendo". Es la confesi¨®n de Cuerda en el lujoso e imponente edificio semiabandonado de la calle Alfonso XII de Madrid, donde rueda estos d¨ªas. "Me encuentro ante una historia de un grosor dram¨¢tico tan intenso y ante unos actores que superan tanto mis expectativas, que es el reparto con el que m¨¢s a gusto he trabajado en mi vida".
Babelia
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