Domingo de reclusi¨®n en Per¨²
La realizaci¨®n del censo obliga a los peruanos a estar 10 horas en sus casas
"Est¨¢ dura la chamba hoy", dice un sonriente polic¨ªa que patrull¨® ayer las calles del distrito lime?o de Miraflores. Su chamba (trabajo) consist¨ªa en asegurarse de que no hubiera gente en las calles. Per¨² vivi¨® ayer una jornada de elaboraci¨®n del censo y las disposiciones del Gobierno obligaban a todos los ciudadanos, salvo empadronadores, polic¨ªas y algunos otros trabajadores esenciales, a permanecer 10 horas encerrados en sus viviendas. En teor¨ªa, no deb¨ªan salir ni siquiera despu¨¦s de haber sido censados. El polic¨ªa, algo m¨¢s flexible, los dejaba asomarse a la puerta, conversar con sus vecinos y cumplir alguna que otra necesidad urgente, como sacar a pasear al perro.
Incluso as¨ª, las calles de Lima y de las principales ciudades del pa¨ªs aparecieron desiertas durante la mayor parte del domingo. Todos los comercios, restaurantes y caf¨¦s fueron obligados a cerrar al menos entre las ocho de la ma?ana y las seis de la tarde, hora fijada para el final del empadronamiento. Los turistas que llegaban al aeropuerto internacional de Lima eran registrados y trasladados a sus hoteles donde tambi¨¦n deb¨ªan esperar el t¨¦rmino del censo para empezar cualquier recorrido. Los diarios duplicaron su oferta habitual de crucigramas y pasatiempos, mientras Ren¨¢n Quispe, jefe del Instituto Nacional de Estad¨ªstica e Inform¨¢tica (INEI) ped¨ªa comprensi¨®n a la poblaci¨®n y les suger¨ªa "ver alg¨²n buen programa" en la televisi¨®n. Despu¨¦s de las primeras horas, la gente se anim¨® a salir con un poco m¨¢s de confianza, pero sin alejarse demasiado de sus domicilios, por temor a ser amonestados por la polic¨ªa.
En Per¨², el ¨²ltimo censo de estas caracter¨ªsticas se realiz¨® en 1993. En 2005, durante el Gobierno de Alejandro Toledo, se llev¨® a cabo otro, sin reclusi¨®n obligatoria, que arroj¨® una poblaci¨®n de 27,2 millones de habitantes. El primero en cuestionar estos resultados fue el presidente Alan Garc¨ªa, quien en 2006 lo calific¨® de "una estafa" y asegur¨® que se trat¨® en realidad de "un muestreo". All¨ª empezaron los preparativos para un nuevo censo a la antigua, que, tras varios aplazamientos, finalmente, se realiz¨® ayer. Para poder hacerlo, el Gobierno reclut¨® a cerca de 580.000 voluntarios, aunque s¨®lo en los ¨²ltimos d¨ªas se alcanz¨® la cantidad requerida. En algunos distritos, fue necesario echar mano de militares y de estudiantes de los institutos preparados para esta tarea.
No faltaron las voces cr¨ªticas ante la orden de inmovilidad, considerada por muchos un anacronismo, e inici¨® un peque?o debate sobre las libertades civiles. "Felizmente no se les ocurri¨® contarnos saltando una cerca, de uno en uno, como hacen los insomnes con las ovejitas", escribi¨® el columnista Mario Ghibellini en el diario El Comercio.
Hubo asimismo cr¨ªticas hacia algunas preguntas contenidas en el cuestionario que se consideraron demasiado invasivas de las facetas privadas. Una de ellas fue la que indagaba sobre la confesi¨®n religiosa de los censados. "Los peruanos tienen derecho a no contestar a esa pregunta", declar¨® el presidente Alan Garc¨ªa en la v¨ªspera del empadronamiento.
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