Sofoc¨®n innecesario
El Sevilla, que acab¨® sufriendo, acaricia la clasificaci¨®n gracias a una primera parte arrasadora
El Sevilla vio ayer las puertas de los octavos de final abiertas de par en par. Y con sonido de trompetas y vaporosos tules suspendidos en el aire d¨¢ndole la bienvenida y todo. Pero s¨®lo porque con los puntos conseguidos ya tiene la clasificaci¨®n casi a prueba de desastre, porque el equipo y los espectadores se volvieron a ir a casa otra vez con cara de c¨®lico. Lo mejor es que los sevillistas recuperaron su tono habitual en los partidos que juegan en su estadio -llevarse por delante al contrario en el primer cuarto de hora-. Ser¨ªa una mezquindad dif¨ªcil de justificar negarle el m¨¦rito al conjunto andaluz de su buen hacer, pero no se puede pasar por alto c¨®mo se complic¨® la existencia en la segunda mitad, despu¨¦s de haber protagonizado momentos brillantes y merecido goles a tutipl¨¦n en la primera. El equipo de Juande Ramos record¨® al pentacampe¨®n que naci¨® en los dos cursos pasados, pero a¨²n no le llegan las fuerzas para frivolizar y algo muy similar es a lo que se dedic¨® en los primeros minutos de la segunda mitad, hasta que el Steaua le marc¨® como tan s¨®lo pod¨ªa est¨¢ capacitado para hacerlo: porque los sevillistas se lo dejaron de caramelo.
SEVILLA 2 - STEAUA BUCAREST 1
Sevilla: Palop; Alves, Mosquera, Dragutinovic; Navas, Poulsen, Keita, Adriano, Diego Capel (Mart¨ª, m. 84); Adriano y Kanout¨¦ (Renato, m. 70). No utilizados: De Sanctis; Boulahrouz, Duda, De Mul y Kon¨¦.
Steaua Bucarest: Zapata; Marin, Goian, Rada, Emeghara; Nicolita, Petre, Dica (Badea, m. 46), Croitoru; Iacob (Zaharia, m. 70) y Surdu (Neaga, m. 46). No utilizados: Cernea; Baciu, Nesu y Bicfalvi.
Goles: 1-0. M. 5. Centro de Diego Capel desde la banda izquierda que Kanout¨¦ remata de cabeza. 2-0. M. 17. Luis Fabiano, de jugada individual en el ¨¢rea. 2-1. M. 63. Petre aprovecha un rechace.
?rbitro: Roberto Rosetti (Italia). Amonest¨® a Marin, Keita, Adriano, Croitoru y Zaharia.
Unos 30.000 espectadores en el S¨¢nchez Pizju¨¢n.
El Steaua ha consumido toda la primera vuelta de la liguilla sin conseguir ni un solo punto. Por lo visto, su estramb¨®tico presidente, el archimillonario Gigi Becalli viaj¨® hace unos d¨ªas hasta un monasterio griego para entregarles una ofrenda millonaria por sus rezos a favor del equipo que posee. Ayer, su equipo -presume de hacer las alineaciones y dise?ar las t¨¢cticas- mostr¨® muy poquito durante la primera mitad, pero supo aprovechar la p¨¢jara sevillista.
El Sevilla sali¨® dirigido primorosamente por Keita y Poulsen, sobre todo el africano que estuvo colosal durante la primera parte de la contienda. El primer gol fue en gran medida culpa de su excelente colocaci¨®n, fuerza f¨ªsica y car¨¢cter. Keita resolvi¨® una jugada embarullada en el ¨¢rea con un fuerte pase paralelo para la carrera de Capel que con sus correr tembloroso se col¨® y le puso una pelota pl¨¢cida a Kanout¨¦ en la cabeza que tan s¨®lo tuvo que girar el cuello para marcar. A punto estuvo el centrocampista maliense de poner el estadio boca abajo en el minuto 40 cuando empalm¨® un pepinazo tremendo con la zurda desde m¨¢s de 30 metros que se estrell¨® contra el palo de la porter¨ªa de Zapata. En la segunda mitad, el juego de Keita se disolvi¨® y fue una de los principales motivos de que el del conjunto andaluz hiciera lo mismo. El africano lleva a estas alturas un buen tute de viajes entre las competiciones que disputa con el Sevilla y la fase de clasificaci¨®n de su selecci¨®n para la Copa ?frica. Pero lo lleva Kanout¨¦ que cada vez padece m¨¢s del pubis y otros m¨²sculos y, una vez confirmada la presencia de Mal¨ª en la citada competici¨®n continental, poco m¨¢s podr¨¢ descansar.
Capel jug¨® sin duda alguna el mejor partido que se le recuerda en el Sevilla. El joven almeriense ha recibido muchas cr¨ªticas por tener una sola jugada, por poseer un ¨²nico truco. Ayer no s¨®lo hizo lo que se le supone bien, sino que demostr¨® con un par de diagonales que su calidad merece la paciencia de la grada. Paciencia que tambi¨¦n merece el juego del equipo, que ya s¨®lo muestra su potencial arrollador de manera ocasional y que se castiga a sufrir en partidos que debe y merece ganar como ayer que de fiesta pas¨® a sofoc¨®n con demasiada facilidad.
C¨¢nticos en el minuto 16
Los aficionados sevillistas respondieron a la petici¨®n del club para acabar con el homenaje silencioso que le tributaban al fallecido Antonio Puerta en el minuto 16, el del dorsal que identificaba al futbolista. Desde un par de minutos antes, los aficionados m¨¢s bulliciosos, los del fondo norte, comenzaron a enlazar c¨¢ntico tras c¨¢ntico. As¨ª se lleg¨® al momento clave con un ambiente muy distinto al que se sol¨ªa dar.Algunos silbidos, no muchos, fueron la ¨²nica muestra de disgusto hacia la actitud de los seguidores m¨¢s radicales. Al final, las palmas acompasadas ocuparon el lugar del silencio. Todo explot¨® cuando Luis Fabiano marc¨® en el ¨²ltimo segundo de ese minuto (el 16 nominal, el 17 de juego).Por desgracia, no fue la ¨²nica novedad del encuentro. Los aficionados m¨¢s violentos, envalentonados, comenzaron a cantar insultos contra el Betis. Desde que muri¨® Puerta, el resto de la grada les callaba a silbidos. Ayer se les dej¨® cantar cuando y lo que que quisieron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.