El Valencia juega en el alambre

Para este curso, uno de los retos de Quique Flores, t¨¦cnico del Valencia, es adelantar 15 metros su defensa y jugar m¨¢s en campo contrario, de manera que el equipo presente un aspecto m¨¢s ofensivo. "Es un mensaje ambicioso", reconoce el capit¨¢n, Albelda. "En ocho a?os en el Madrid nunca hab¨ªa jugado con una l¨ªnea tan adelantada", a?ade el central Iv¨¢n Helguera. El objetivo es doble: alejar el bal¨®n del portero y estar m¨¢s cerca de la meta rival. El Rosenborg volver¨¢ a medir hoy (20.45, Canal + 2) el experimento.

Los jugadores aplauden la iniciativa, aunque reconocen que, para los centrales, supone vivir en el alambre. El planteamiento, sublimado por el Milan de Sacchi en los 90, no es sencillo de llevar a la pr¨¢ctica: el Valencia ha encajado m¨¢s goles de los que sol¨ªa. Lleva 11 en las ocho jornadas de Liga, cinco m¨¢s que a estas alturas del ejercicio pasado, y es el m¨¢s goleado de los nueve primeros de la Liga. Y con esa preocupaci¨®n aterriz¨® ayer en Trondheim para medirse a un Rosenborg en horas muy bajas: es sexto en su Liga.

El Valencia se aleja de la imagen de conjunto impenetrable que se labr¨® en las tres temporadas de Rafa Ben¨ªtez (desde 2001 a 2004), en las que recibi¨® seis, cinco y tres tantos en las ocho primeras jornadas. El riesgo que asume el equipo de Quique qued¨® retratado en el segundo gol del Chelsea en Mestalla: Drogba dispon¨ªa de muchos metros por delante cuando recibi¨® el pase de Joe Cole. Fi¨¢ndose de su velocidad para resarcirse de la falta de concentraci¨®n, Albiol lleg¨® tarde. De la misma manera, gan¨¢ndole la espalda a una defensa muy avanzada, llegaron los tantos del Villarreal (Tomasson), el Betis (Sobis) y el Espanyol (Luis Garc¨ªa).

Adem¨¢s de los centrales, los porteros purgan el v¨¦rtigo del adelantamiento. Deber¨ªan ejercer de quinto defensa, al borde del ¨¢rea, pero les cuesta hacerlo. Ca?izares porque ha perdido rapidez y Hildebrand porque, seg¨²n los t¨¦cnicos, sufre en los balones frontales. Y el Valencia no es el Bar?a, que pace mucho en campo ajeno gracias a su posesi¨®n del bal¨®n. Lo que supone que el desgaste de los chicos de Quique deba ser mucho mayor.

Con todo, el Valencia es feliz fuera de Mestalla, donde lo ha ganado todo: cuatro partidos de Liga y uno ante el Schalke de la Liga de Campeones. Contra el conjunto alem¨¢n se jugar¨¢ la segunda plaza del grupo. De ah¨ª la necesidad de ganarle, con la duda de Villa, a un Rosenborg que no vence en casa en la Champions desde hace seis a?os.