El Valencia se encoge en Noruega
El cuadro de Quique acusa su falta de car¨¢cter ante el Rosenborg, el rival m¨¢s d¨¦bil
A Ca?izares nunca le ha gustado abandonar la techumbre de los tres palos, pero ahora, con la edad, menos. El ¨¢rea es un territorio minado donde dan tremendos codazos. Sobre todo en los c¨®rners.
ROSENBORG 2 - VALENCIA 0
Rosenborg: Hirschfeld; Strand (Stoor, m. 86), Kvarme, Riseth, Dorsin; Skjelbred, Sapara, Tettey, Traor¨¦; Kon¨¦ (Storflor, m. 80) e Iversen. No utilizados: Hansen, Koppinen, Basma, Lago y Nordvik.
Valencia: Ca?izares; Miguel (Angulo, m. 78), Albiol, Helguera, Moretti; Joaqu¨ªn, Albelda, Marchena (Baraja, m. 67), Gavil¨¢n (Zigic, m. 67); Silva y Morientes. No utilizados: Hildebrand, Caneira, Arizmendi y Alexis.
Goles: 1-0. M. 53. Dorsin penetra por la izquierda y su centra lo marca Kon¨¦. 2-0. M. 60. Riseth cabecea a gol tras un c¨®rner.
?rbitro: Criad Thomson. Amonest¨® a Traer¨¦, Strand y Tettey.
Estadio Lerkendal: 20.000 espectadores.
As¨ª lleg¨®, con el portero pegado a la l¨ªnea de gol, el segundo tanto del Rosenborg, el que acab¨® por enterrar a un Valencia sin car¨¢cter que sucumbi¨® al entusiasmo y a la agresividad vikinga. Entr¨® timorato el conjunto de Quique, confiado en su gran superioridad t¨¦cnica, y se march¨® igual, complic¨¢ndose la clasificaci¨®n. La apuesta conservadora de Quique -prefiri¨® a Marchena en vez de a Baraja- le sali¨® rana. Y cuando quiso rectificarla, era ya tarde. Dos goles en contra y una fiesta en el Lerkendal, que no viv¨ªa una victoria de su equipo en la Champions desde hac¨ªa seis a?os.
Redundantes Albelda y Marchena en el medio, al Valencia le faltaron eslabones para llegar a conectar con Morientes, que recibi¨® estopa por doquier. La agresividad de los defensas noruegos intimid¨® a Joaqu¨ªn mientras que Silva se qued¨® a medio camino en la b¨²squeda de una sociedad con Gavil¨¢n, que est¨¢ en un momento decisivo de su carrera: debe definir si es un volante del mont¨®n o el extremo que maravill¨® en el Getafe.
El Rosenborg tampoco result¨® da?ino en el primer tiempo. En parte por sus propias limitaciones y en parte por el buen hacer de Helguera y Albiol, con faena a destajo. ?Se puede ser central siendo buena persona? Seguramente s¨ª, pero tiene sus inconvenientes. Los que padece Albiol, uno de los zagueros m¨¢s castigados de Europa. No da una mala patada y algunos contrarios, como Kon¨¦, le atizan.
El segundo tiempo arranc¨® con una prometedora pared entre Silva y Joaqu¨ªn, seguido de una sorpresa para Ca?izares. El lateral izquierdo Dorsin encontr¨® una autopista, su centro lo remat¨® Kon¨¦, raso y despacito, y pill¨® a contrapi¨¦ a Ca?izares. Se creci¨® el Rosenborg. Aument¨® la presi¨®n y remat¨® a un Valencia encogido. Fue tras un c¨®rner, en el que Ca?izares se qued¨® clavado en la l¨ªnea de gol mientras Riseth cabeceaba desde el ¨¢rea peque?a. Baraja y Zigic llegaron tarde al rescate. Lo mismo que Angulo, que entr¨® para sustituir a un Miguel en pena que facilit¨® todo el ataque noruego. Una mala noche del lateral portugu¨¦s y de todos sus compa?eros que pone cuesta arriba la clasificaci¨®n.
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