El tiempo cercado

Desentra?ar los misterios que est¨¢n vinculados al paso del tiempo ha sido una de las ocupaciones y obsesiones de fil¨®sofos y artistas a lo largo de los siglos y el arte contempor¨¢neo no es ajeno a estas inquietudes. Precisamente un acontecimiento temporal -el quinto aniversario del Museo Marco de Vigo- es la excusa perfecta para reunir obras de una treintena de artistas y analizar la cuesti¨®n desde perspectivas muy diversas. Tiempo al tiempo cumple adem¨¢s el requisito de ajustarse perfectamente a lo que ha sido la interesante trayectoria del centro gallego en estos a?os. Como la mayor¨ªa de las exposiciones que acogen sus salas se trata de una muestra colectiva con un leitmotiv tem¨¢tico y que re¨²ne en el mismo espacio a obras de creadores ya consagrados en el panorama internacional con las de figuras emergentes.

La propia selecci¨®n de artistas invitados a esta muestra ya constituye un viaje a trav¨¦s del tiempo. El recorrido cronol¨®gico comienza en los a?os sesenta con piezas de artistas como Nam June Paik, Victor Burgin o David Lamelas y, con algunas paradas, termina en la actualidad. La instalaci¨®n Moon is the oldest TV, realizada por Nam June Paik (Se¨²l, 1932-2006) a mediados de esa d¨¦cada, es una de las piezas que causaron sensaci¨®n en su momento por su modernidad en el uso de la tecnolog¨ªa. El artista coreano coloc¨® doce monitores de televisi¨®n formando una especie de semic¨ªrculo en los que se representan las fases de la luna creciente hasta su desaparici¨®n. De esta forma tan po¨¦tica se alude al concepto del paso del tiempo.

Una reflexi¨®n m¨¢s te¨®rica sobre el concepto espacio-tiempo puede apreciarse en las piezas realizadas por artistas como Victor Burgin (Sheffield, 1941) o Douglas Gordon (Glasgow, 1966), mientras que la s¨ªntesis del tiempo detenido y la decadencia se resume en las fotograf¨ªas de William Egleston (Memphis, Tennessee, 1939). La perspectiva m¨¢s cient¨ªfica sobre el paso del tiempo aparece en las obras de los artistas espa?oles Jorge Peris (Valencia, 1969) y Rub¨¦n Ramos Balsa (Santiago de Compostela, 1978). El italiano Daniele Puppi (Pordenone, 1970) funde lo antiguo y lo moderno al recrear un objeto milenario -el famoso gong chino- con innovadoras t¨¦cnicas digitales.

El regreso al pasado es otro de los rasgos que distinguen a algunos de los artistas presentes en la muestra. Tal vez el que lo hace de forma m¨¢s evidente es el peruano Fernando Bryce (Lima, 1965) que adopta la personalidad de un muse¨®grafo para presentarnos una exposici¨®n creada por ¨¦l mismo e integrada por obras maestras de la pintura occidental, en forma de reproducciones en offset y litograf¨ªas industriales.

La reinterpretaci¨®n de la historia del arte y sus s¨ªmbolos tambi¨¦n est¨¢n presentes en artistas como Giulio Paolini (G¨¦nova, 1940), Nedko Solakov (Cherven Briag, Bulgaria, 1957) o Sam Taylor-Wood (Londres, 1967). Paolini se sirve de soportes como esculturas de escayola y fotograf¨ªas para explorar la relaci¨®n entre el arte y la historia y cuestionar el concepto de original y copia. Solakov concede vida propia a algunos elementos de las pinturas tradicionales, que abandonan la c¨¢rcel que supon¨ªa para ellos el marco del cuadro y llenan las paredes del museo de divertidos comentarios sobre las nuevas situaciones en las que viven. Por su parte, Sam Taylor-Wood aporta una nueva perspectiva sobre la tem¨¢tica de las naturalezas muertas, un asunto por el que se han interesado muchos artistas pero que en manos del artista brit¨¢nico cobra una nueva dimensi¨®n.

Las teor¨ªas del eterno retorno y del car¨¢cter circular de la historia est¨¢n muy presentes en la mayor¨ªa de las propuestas de estos artistas. Tras muchos siglos de debate entre creadores de distintas disciplinas todav¨ªa resulta dif¨ªcil definir con precisi¨®n en qu¨¦ consiste el paso del tiempo. Hay algo m¨¢gico y misterioso en la forma en la que el tiempo afecta a las cosas y en el arte este fen¨®meno se acrecienta porque el paso del tiempo tiene la propiedad de dar o restar valor a una obra. -