Ir¨¢n desprecia las nuevas sanciones de Estados Unidos

"Contrarias a las leyes internacionales y condenadas al fracaso". As¨ª calific¨® ayer el portavoz de Exteriores iran¨ª, Mohamed Ali Hoseini, las nuevas sanciones unilaterales de EE UU contra la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Pero bajo la ret¨®rica oficial, se intuye la preocupaci¨®n. Fuentes empresariales iran¨ªes estiman que los Guardianes de la Revoluci¨®n, principal objetivo de las sanciones, controlan un tercio de la econom¨ªa iran¨ª.

Los Guardianes de la Revoluci¨®n controlan un tercio de la econom¨ªa

"Los enemigos no pueden hacer nada y sus declaraciones son pura ret¨®rica", dijo el jefe de los Guardianes de la Revoluci¨®n, general Mohamed Ali Yafar¨ª, citado por la agencia Isna. Sin referirse a las sanciones, Yafar¨ª desestimaba las amenazas de "ciertos dirigentes occidentales" y reiteraba la disposici¨®n de sus hombres a responder a cualquier ataque. El silencio de las altas instancias hace pensar que est¨¢n calibrando c¨®mo responder a otro estrujamiento econ¨®mico.

Prueba de esa interdeterminaci¨®n son las declaraciones contradictorias del nuevo jefe negociador, Said Jalil¨ª y su predecesor, Ali Larijani. El primero asegur¨® que "no tendr¨¢n efecto alguno", mientras que Larijani dijo que podr¨ªa da?ar los lazos de Ir¨¢n con el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica.

Las sanciones, distintas de las que Washington y otros gobiernos occidentales tratan de promover en el Consejo de Seguridad de la ONU, proh¨ªben a las compa?¨ªas norteamericanas hacer negocios con cualquier empresa vinculada con ese ej¨¦rcito paralelo que son los Guardianes, tambi¨¦n conocidos por su nombre en persa, Pasdar¨¢n.

Al sumar el Melli y Mellat a la lista de bancos vetados en EE UU, aumentan la presi¨®n para que las entidades bancarias internacionales corten sus lazos con ellos. "Sin duda que nos est¨¢ haciendo da?o", dice un empresario iran¨ª. "Los bancos no est¨¢n abriendo l¨ªneas de cr¨¦dito y eso nos impide cerrar contratos, pero ahora la importaci¨®n de cualquier producto puede verse afectada. Los Pasdar¨¢n tienen intereses en toda la econom¨ªa".

Fuentes diplom¨¢ticas europeas confirman que incluso trat¨¢ndose de sanciones bilaterales su alcance desborda ese ¨¢mbito. "Al igual que sucedi¨® el a?o pasado cuando EE UU puso al banco Sedarat en su lista negra, es previsible que las entidades europeas dejen de trabajar con el Melli y el Mellat para evitarse problemas", apunta un agregado comercial. El veto a esos dos grandes bancos iran¨ªes preocupa especialmente en medios empresariales espa?oles, ya que son con los que m¨¢s suelen trabajar.

A pesar de que los portavoces iran¨ªes aseguran que ni las sanciones estadounidenses ni las m¨¢s recientes de la ONU les est¨¢n afectando, destacadas figuras pol¨ªticas empiezan a admitirlo en p¨²blico. El principal partido reformista, el Frente de Participaci¨®n (Mosharekat), advirti¨® ayer, durante su X congreso, contra el creciente aislamiento internacional de Ir¨¢n.

"Desde el principio hemos pensado que la pol¨ªtica nuclear del Gobierno de Ahmadineyad era un error", declar¨® su secretario general, Mohsen Mirdamad¨ª, citado por la agencia France Presse. Mirdamad¨ª alert¨® contra el riesgo de "nuevas sanciones y de acciones a¨²n m¨¢s peligrosas". Al congreso, para preparar las pr¨®ximas elecciones legislativas, asist¨ªa entre otras figuras reformistas el ex presidente Mohamed Jatam¨ª.

Pero las discrepancias con Ahmadineyad no se limitan al campo reformista. Entre los conservadores, a los que ahora se considera moderados o pragm¨¢ticos en relaci¨®n con el actual jefe del Gobierno, tambi¨¦n existe un creciente malestar. Un antiguo viceministro pr¨®ximo al ex presidente Ali Akbar Hachem¨ª Rafsanyan¨ª se quejaba recientemente a este peri¨®dico de "la forma en que est¨¢n llevando a cabo la pol¨ªtica exterior", que calificaba de "completo desastre".

Washington espera que a medida que aumenten las sanciones, disminuya la unidad interna con el fin de inducir un cambio. Se trata de una apuesta muy peligrosa, ya que nadie sabe con seguridad d¨®nde se halla el punto de inflexi¨®n a partir del cual la presi¨®n exterior reforzar¨ªa al r¨¦gimen. De hecho, el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica (aumento de la inflaci¨®n, paro y restricciones de gasolina) est¨¢ generando tanto cr¨ªticas a la gesti¨®n de Ahmadineyad como resentimiento hacia EE UU por su empe?o en castigarles.

Los ultraconservadores que apoyan al presidente conf¨ªan sin duda en que ese malestar act¨²e de catalizador que una a los iran¨ªes. Hasta el punto de que algunos analistas defienden que los m¨¢s radicales aplauden las sanciones porque "les ayudan a ocultar su incompetencia".