Actores despampanantes
Ahora resulta que las taquillas globales de Hollywood, desde que empez¨® el nuevo milenio, son cosa de hombres, y esto es muy nuevo. El problema n¨²mero uno de los productores cinematogr¨¢ficos de Los ?ngeles es que en la vieja industria del star-system han dejado de funcionar aquellas "chicas despampanantes", como se las llamaba hace medio siglo, que garantizaban el taquillazo. Ahora mismo todos son chicos que rondan la cuarentena. Es m¨¢s, el actual cine norteamericano de autor es sencillamente un cine de actor, y sobre todo pobre del festival (Venecia, San Sebasti¨¢n, Cannes) que no invite a sus alfombras rojas a esos nuevos h¨¦roes del box-office de la globalizaci¨®n que se llaman George Clooney, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio, Richard Gere, Johnny Deep o Matt Demon, que adem¨¢s de abarrotar los cines y desatar el griter¨ªo de las fans, resulta que producen y se comprometen con las pelis m¨¢s interesantes de la cartelera actual.
"Si las pel¨ªculas, las novelas o las series no gustan a las mujeres, las taquillas languidecen"
Me lo dec¨ªa la pasada semana Fernando Bovaira, que es uno de nuestros productores espa?oles m¨¢s interesantes (generaci¨®n X, Oscar por Mar adentro, economista, muy independiente), cuando me contaba su nueva superproducci¨®n hist¨®rica con Amen¨¢bar: Julia Roberts y Nicole Kidman (con la que Fernando trabaj¨® en Los otros) fueron las ¨²ltima actrices, y no muy despampanantes, que garantizaban un ¨¦xito con su sola presencia en el cast. Y ni siquiera la estupenda Scarlett Johansson, y a pesar de Woody Allen, o precisamente por su culpa intelectual, dispara las taquillas de masas.
Hay que remontarse muy atr¨¢s en nuestra pasi¨®n cin¨¦fila para encontrar una ¨¦poca de Hollywood en la que los actores ocuparan un lugar tan privilegiado en sus producciones estelares. Es cierto que hace medio siglo, por lo menos, tambi¨¦n funcionaban los nombres de Cary Grant, Clark Gable, Gary Cooper, William Holden, James Stewart o Humphrey Bogart, pero tambi¨¦n funcionaban al mismo tiempo, y por simetr¨ªa bilateral, los nombres de Marilyn Monroe, Ingrid Bergman, Rita Haytworth, Lauren Bacall, Kim Novak, Brigitte Bardot y dem¨¢s mujeres nada desesperadas, aunque muy despampanantes. Pero aquel antiguo fifty-fifty, que representaba geom¨¦tricamente el gusto sexy de las taquillas globales de entonces, ya s¨®lo es un recuerdo, y los chicos de Hollywood, incluido nuestro Fernando Bovaira, empiezan a estar muy preocupados con este monopolio masculino de las carteleras.
Habr¨ªa que intentar una explicaci¨®n a este fen¨®meno in¨¦dito y acaso la m¨¢s facilona de todas ya sea algo obvio en la actual sociolog¨ªa espectadora: el p¨²blico actual, pero no s¨®lo en el cine, es ante todo cosa de mujeres, y la revoluci¨®n feminista, la ¨²nica verdadera revoluci¨®n no fracasada del siglo XX, empieza a notarse cada vez m¨¢s en el consumo de masas, hasta entonces tan machista. Si las pelis, las novelas, las series o lo que sea no gustan a las mujeres, dicho gen¨¦ricamente, las taquillas, los aud¨ªmetros y los escaparates languidecen y no hay lleno en los actos culturales. Ya no s¨®lo es un problema de producci¨®n, como sosten¨ªan las pioneras del movimiento, de cuota de mujeres creadoras, que tambi¨¦n es sobre todo, el irresistible fen¨®meno de ese consumo mayoritario de los p¨²blicos femeninos. Es m¨¢s, las dos pantallas machistas que todav¨ªa se resist¨ªan al asalto mujeril, la pantalla del porno y la de los videojuegos, empiezan cada vez m¨¢s a tener tratos diplom¨¢ticos y vanguardistas con el consumo de las mujeres.
Y la interpretaci¨®n perversa. No s¨®lo es que las chicas ya no venden, o venden much¨ªsimo menos que sus colegas los machos, es que esos actores que arrasan en las taquillas, los festivales, las portadas del g¨¦nero people o los plat¨®s de la industria rosa, tambi¨¦n, al mismo tiempo, son los autores (es la exacta palabra) de las mejores producciones independientes del cine contempor¨¢neo. Y esto, insisto, es muy nuevo porque hasta la fecha nunca en la historia del star-system se hab¨ªa visto a actores tipo Cary Grant, Gary Cooper, Clark Gable, Willian Holden y compa?¨ªa utilizar su nombre taquillero para construir un proyecto cinematogr¨¢fico independiente.
Yo, que todav¨ªa soy muy antiguo en esto del cine, sigo prefiriendo las pelis con chicas despampanantes, si es que todav¨ªa existe esa categor¨ªa (repasen sus listas personales y olv¨ªdense de Angelina Jolie), pero les juro que tampoco me pierdo una peli producida o coproducida por esos fen¨®menos de taquilla que son George Clooney, Brad Pitt, Richard Gere, DiCaprio, Matt Damon y compa?¨ªa, y excuso decir de esos formidables seniors todav¨ªa no jubilados llamados Redford, De Niro, Al Pacino o Nicholson. Dig¨¢moslo sinceramente, aunque suene pel¨ªn ambiguo: lo ¨²nico que en estos momentos me mueve al cine son esos actores despampanantes y de doble uso.
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