'Jacuzzi' y barbacoa en la Ca?ada Real

"Una habitaci¨®n con confort, ducha y tele, 40 euros. Y con mucho confort, lo mismo, pero en m¨¢s espacio, 50". Son los precios de La Mancheguita, un hotel de Coslada situado junto a la M-45 que se anuncia con un inmenso letrero rojo en la azotea. Alrededor, en la calle de Santiago, hay casas, bares, naves industriales, alguna empresa. Gente paseando y tomando el sol en sus patios y jardines. Un barrio normal, aparentemente. Pero todo es ilegal. La calle forma parte de la Ca?ada Real Galiana, la v¨ªa pecuaria en la que a pesar de que est¨¢ prohibido construir, se calcula que viven unas 40.000 personas y en la que el derribo de la casa del marroqu¨ª Abdul Ghailan hace 10 d¨ªas desemboc¨® en una batalla campal. Saldo: 41 vecinos y 30 polic¨ªas heridos.

"Queremos pagar suelo, luz y agua. Y no ser ilegales", claman los ocupantes

"No es igual quien se lucra que quien tiene all¨ª su ¨²nica casa", dice un edil

Esta zona de la Ca?ada, que pasa por Coslada, Vic¨¢lvaro y llega hasta Rivas, no tiene nada que ver con las otras. Son casi todos espa?oles -con alg¨²n portugu¨¦s y un par de familias rumanas que viven de alquiler- y viven en chal¨¦s de dos, tres y cuatro plantas con amplios jardines, perros que vigilan y lujosas puertas y verjas. No hay vendedores de droga ni yonquis espectrales pinch¨¢ndose en la ingle junto a la basura, como en el camino a Valdeming¨®mez. Tampoco trabajadores marroqu¨ªes y espa?oles viviendo en casas humildes, como en el tramo de la casa derruida, el llamado sector V. La Ca?ada es muy heterog¨¦nea, y ¨¦sta, la rica, es muy distinta, aunque toda la v¨ªa comparte lo m¨¢s b¨¢sico y esencial: nadie tiene derecho a vivir donde vive. Pero a los habitantes de esta zona, por ahora, no les echan.

A lo largo de esta v¨ªa, las lujosas casas tienen incluso nombre: Casa Itziar, Villa Nu?o.... Como en cualquier pueblo espa?ol, hay varias tabernas a ambos lados de la calle, mal asfaltada a veces y sin asfaltar la mayor¨ªa, siempre llena de baches. En la asociaci¨®n de vecinos tienen contadas 315 parcelas. Nadie dir¨ªa que no es un barrio m¨¢s de alg¨²n municipio sino fuera porque son ilegales la electricidad que alimenta enormes televisores con cable y el agua que beben. Usan enganches clandestinos a Uni¨®n Fenosa y el Canal de Isabel II y el alcantarillado lo han hecho y pagado entre los vecinos. En esto coinciden con sus conciudadanos de las otras ca?adas.

La ilegalidad baja los precios. Mientras un chal¨¦ de 300 metros cuadrados en la cercana Rivas-Vaciamadrid ronda los 600.000 euros en el mercado, en la Ca?ada rica "se cede" (casi nunca se utiliza el t¨¦rmino "se vende" porque no hay escrituras p¨²blicas ni derechos legales de propiedad) una casa parecida por apenas 120.000 euros. "Tres plantas, 700 metros de terreno, huerto, barbacoa, fuente... ?y tiene hidromasaje en el primer piso y el segundo!", anuncia el due?o de uno de los chalets del barrio. Los rumanos Rares y Juliana viven en una casa de unos 40 metros por la que pagan 200 euros al mes de alquiler. Se vive bien por poco dinero, pero siempre con el riesgo del desalojo.

Los vecinos est¨¢n m¨¢s que asentados en la zona. Los huertos empezaron a plantarse y las casas a construirse hace 40 a?os, y nadie se toma muy en serio que les vayan a echar de all¨ª. Piden coherencia al Estado y se?alan que no puede cambiar de criterio de la noche a la ma?ana. Las casas est¨¢n catastradas y la mayor¨ªa de los vecinos paga religiosamente cada a?o el impuesto de bienes inmuebles (IBI).

"Llevamos aqu¨ª m¨¢s de 30 a?os", se?ala el due?o de uno de los restaurantes de la calle de Santiago, con men¨² del d¨ªa a nueve euros entre semana y 10, s¨¢bados y domingos. "La Comunidad y el municipio lo saben y nos cobran impuestos, as¨ª que ahora no nos pueden echar a la calle. Tendremos que negociar".

Aunque las condiciones vitales de estos vecinos de la Ca?ada son diferentes de las del resto, las reivindicaciones coinciden. "?Cu¨¢l es el problema de que cambien el trazado de la v¨ªa pecuaria y nos vendan estos terrenos?", se pregunta el presidente de la asociaci¨®n de vecinos. "Queremos pagar el suelo, la luz y el agua. No queremos seguir siendo ilegales. Grandes partes de Coslada y tambi¨¦n de Rivas eran antes Ca?ada Real y se han legalizado. Nosotros llevamos aqu¨ª mucho tiempo y tenemos m¨¢s derecho que nadie", dice este hombre, que viste con ropa de marca y trabaja con un cami¨®n enorme y reluciente. Los vecinos aseguran estar negociando la legalizaci¨®n del suelo con la Direcci¨®n General de Agricultura de la Comunidad de Madrid, titular del terreno, y que les han pedido que presenten una propuesta por escrito.

Los recientes derribos del sector V han metido miedo a la gente: hay muchos carteles de "se vende" o "se cede". ?Cu¨¢l es el m¨¦todo de pago del chal¨¦? "De la mejor manera", responde escueto un vendedor. Hay que hacerlo todo a trav¨¦s de contratos privados y sin hipoteca de por medio, claro. En su voz se nota la urgencia. "?Te interesa? ?Cu¨¢ndo quedamos para que lo ve¨¢is? ?Ahora?", pregunta nervioso. Al d¨ªa siguiente vuelve a llamar y a preguntar lo mismo.

El concejal de Urbanismo de Coslada, Antonio Murillo, critica, precisamente, a aquellas personas que alquilan sus viviendas o pabellones y a las que tienen alg¨²n negocio en La Ca?ada (como La Mancheguita, hay decenas de bares o naves de ferreter¨ªa y chatarrer¨ªa). "Est¨¢n ocupando un suelo ilegal y habr¨¢ que dar alguna soluci¨®n. La ciudad debe tener cierto orden", explica. Para dar soluci¨®n al l¨ªo (Murillo reconoce que es complicado porque hay centenares de casas y negocios en la Ca?ada), ¨¦l cree que hay que ver los casos uno a uno: "No es lo mismo el que se est¨¢ lucrando que el que tiene all¨ª su ¨²nica vivienda. A esos habr¨¢ que realojarlos".

La Ca?ada, en su conjunto, se ha convertido en un problema -con un inmenso hipermercado de droga como tel¨®n de fondo- del que nadie se hace responsable. Municipios, Gobierno regional y Estado central se echan la culpa de este desaguisado consentido. El suelo es dominio p¨²blico y la Comunidad tiene la titularidad. Los municipios, las competencias urban¨ªsticas y la Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid es la encargada de controlar la delincuencia y el tr¨¢fico de drogas. Los Ayuntamientos de Madrid y Rivas han pedido al Ejecutivo regional que se cree una comisi¨®n sobre la Ca?ada Real. Coslada se ha sumado a la propuesta. De momento, sin respuesta.

"Al final, como siempre, acaban echando a la calle a los m¨¢s d¨¦biles", se?ala una de las vecinas de Rivas que se manifestaba ayer a favor del derecho a la vivienda de los habitantes de la Ca?ada. "Tiran la casa de un alba?il marroqu¨ª. Y seguro que no para salvar una v¨ªa pecuaria que no usa ni una oveja, sino para construir en esos terrenos. No se atreven con los grandes vendedores de droga ni tampoco van donde s¨®lo hay espa?oles. Siempre pringan los mismos".

Mientras, en la Ca?ada rica la vida pasa tranquila y un par de coches descansan en el aparcamiento de La Mancheguita. Los due?os estar¨¢n pasando la noche en alguna de sus habitaciones. Con su confort ilegal, normal o superior.