Polonia pierde un gemelo

E l nuevo Gobierno polaco, encabezado por el liberal Donald Tusk, tiene una serie de retos para mantener el buen tipo de la econom¨ªa del pa¨ªs y consolidar su elevado crecimiento en el medio y largo plazo. Los mercados y analistas internacionales coinciden en que el l¨ªder de Plataforma C¨ªvica deber¨¢ encontrar los apoyos necesarios para impulsar una agenda de reformas estructurales que incluyen privatizaciones, cambios en el r¨¦gimen laboral y tributario y liberalizaci¨®n de sectores productivos.

El Gobierno de los gemelos Jaroslaw y Lech Kaczynski, con tintes de nacionalismo exacerbado, ha logrado liderar uno de los periodos m¨¢s s¨®lidos para las cuentas polacas. Durante los dos ¨²ltimos a?os, el pa¨ªs ha crecido una media del 5%, un dato que este curso podr¨ªa elevarse al 6%. El otro gran logro econ¨®mico ha sido reducir la elevada tasa de paro, desde el 14% hasta el 11% actual. Este crecimiento se ha consolidado gracias a la demanda dom¨¦stica y a la mejora del sector exterior.

La Comisi¨®n sigue advirtiendo que las actuales cuentas polacas son una importante traba para el ingreso del pa¨ªs en la moneda ¨²nica

Los Kaczynski apostaron por reformas que mejoraron el acceso a los mercados internos, pero no abordaron reformas fiscales y privatizaciones

Man¨¢ comunitario

Polonia ha impulsado su econom¨ªa gracias al intercambio comercial con sus socios de la UE y a la masiva llegada de Fondos Estructurales. El pa¨ªs realiza exportaciones superiores a los 70.000 millones a la UE, m¨¢s del 72% del total de sus env¨ªos al exterior, al tiempo que recibir¨¢ de Bruselas unos 90.000 millones de euros hasta el a?o 2013. No obstante, el car¨¢cter euroesc¨¦ptico de sus actuales gobernantes y su combativa pol¨ªtica exterior generaban incertidumbres en temas clave como la inversi¨®n exterior y el desembarco de empresas europeas a Polonia.

Donald Tusk deber¨¢ impulsar las reformas necesarias para consolidar una inversi¨®n extranjera que durante la primera mitad de este a?o ha crecido un 27%, hasta los 62.000 millones. Y es que si bien los Kaczynski apostaron por reformas que mejoraran las condiciones de acceso a los mercados internos, todav¨ªa queda mucho camino por recorrer. Quedan pendientes temas como recortes fiscales o privatizaciones.

Los elevados impuestos se suman a una compleja estructura tributaria, unas leyes laborales demasiado proteccionistas y un sistema burocr¨¢tico todav¨ªa anclado en din¨¢micas del viejo comunismo. La gran barrera de entrada es el mal estado de las infraestructuras de carreteras y de puertos a¨¦reos y mar¨ªtimos, que dificultan el desarrollo de grandes proyectos a largo plazo y en el desembarco de grandes empresas europeas que compartan la propiedad con los monopolios locales.

Desequilibrio fiscal

Otro de los grandes desaf¨ªos del nuevo Ejecutivo ser¨¢ controlar las cuentas p¨²blicas. Desde su ingreso en la Uni¨®n Europea, el desequilibrio fiscal ha sido una constante de la econom¨ªa polaca. Un exceso de gasto p¨²blico y una escasa racionalizaci¨®n de los recursos en las administraciones locales generaban en 2003 un d¨¦ficit fiscal de 6,3% del PIB, el doble de lo permitido en el Pacto de Estabilidad. Esta cifra se ha reducido hasta el 3,8% el a?o pasado y en 2008 podr¨ªa acercarse al 3%.

No obstante, a pesar de los esfuerzos, la Comisi¨®n sigue advirtiendo que las actuales cuentas polacas son una importante traba para el ingreso de Polonia en la moneda ¨²nica. Entre otros problemas avisan de una deuda p¨²blica que apenas ha variado desde el 47% del PIB que se registraba en 2003.

Este ingreso al euro es precisamente la tarea econ¨®mica m¨¢s importante que tiene por delante el nuevo Gobierno de Donald Tusk, un tema poco abordado por los Kaczynski.