Cuentas coherentes

Si hubiera que evaluar la calidad de los Presupuestos Generales del Estado por el respaldo parlamentario recibido, los correspondientes a 2008 ser¨ªan los peores de la legislatura. La realidad, sin embargo, no avala esa presunci¨®n. El precario apoyo con el que se aprob¨® la tramitaci¨®n del correspondiente proyecto de ley en el Congreso (seis enmiendas a la totalidad) no es tanto el resultado de la contestaci¨®n espec¨ªfica a las cuentas p¨²blicas, o a la pol¨ªtica econ¨®mica que subyace en las mismas, sino del deteriorado clima pol¨ªtico que se vive en el pa¨ªs, incapaz no s¨®lo de diferenciar la naturaleza de los desencuentros entre los partidos pol¨ªticos, sino de articular el m¨ªnimo debate en torno a una de las m¨¢s importantes concreciones de la acci¨®n del Gobierno: la que asigna los ingresos tributarios al gasto y la inversi¨®n p¨²blicas.

Y la asignaci¨®n de recursos que este proyecto de Presupuestos defiende es consecuente con las exigencias de la econom¨ªa espa?ola. La m¨¢s destacada es ese fortalecimiento de la base de conocimiento (educaci¨®n, I+D, tecnolog¨ªas de la informaci¨®n) sin la cual es dif¨ªcil garantizar crecimientos sostenidos del bienestar, de la renta por habitante. El mantenimiento, un a?o m¨¢s, de esa apuesta por la ampliaci¨®n del capital humano y tecnol¨®gico es tanto m¨¢s importante cuanto m¨¢s expl¨ªcitas son las amenazas sobre las tracciones que han impulsado el crecimiento de la demanda interna en los ¨²ltimos a?os: la construcci¨®n residencial y el consumo de las familias. Aumentar esos cap¨ªtulos de inversi¨®n en el entorno del 15%, como hacerlo con las infraestructuras f¨ªsicas, en una proporci¨®n similar, es una decisi¨®n razonable. Del aumento del gasto en algunos cap¨ªtulos sociales lo m¨¢s discutible no es la cuant¨ªa, sino las formas y el momento en que se han anunciado. Las finanzas p¨²blicas espa?olas no son precisamente las que soportan un mayor gasto social. Hubiera sido mejor, en todo caso, canalizarlo hacia destinos potenciadores de la igualdad de oportunidades en lugar del uso indiscriminado de subvenciones o subsidios.

El aspecto m¨¢s controvertido de este proyecto de Presupuestos son las hip¨®tesis de crecimiento de la econom¨ªa en 2008, superiores al promedio de analistas y agencias multilaterales. Pero si la realidad desautorizara esas previsiones, no comprometer¨¢ de forma significativa el otro principio que otorga coherencia al proyecto: la continuidad en el saneamiento de las finanzas p¨²blicas. El super¨¢vit previsto y la deuda p¨²blica siguen en niveles bastante m¨¢s favorables que el promedio europeo, sin que medio punto de crecimiento del PIB pueda afectarles de forma significativa. Hay suficiente margen de maniobra ante la eventualidad, para nada descartable, de que las tensiones financieras globales impacten m¨¢s de lo que lo han hecho hasta ahora en la econom¨ªa espa?ola, o de que la desaceleraci¨®n de la construcci¨®n residencial sea mayor de lo previsto.