Las empresas mineras explotan en Galicia 300 canteras sin licencia
El sector culpa a la Xunta por colapsar el proceso de legalizaci¨®n de explotaciones
La explotaci¨®n del rico subsuelo gallego que atrajo a los romanos vive un momento convulso. En las oficinas de Urbanismo de la Conseller¨ªa de Pol¨ªtica Territorial se amontonan unos 300 expedientes de empresas mineras que piden desde 2004 que la Xunta legalice su explotaci¨®n.
Este grupo de canteras que llevan a?os funcionando sin licencia urban¨ªstica supone el 65% de los m¨¢s de 450 filones abiertos en el suelo de Galicia para extraer materiales como cuarzo, granito o pizarra. El Parlamento tramita una ley de ordenaci¨®n del sector, la primera del pa¨ªs, que pretende acabar con este caos, aunque la f¨®rmula elegida por el bipartito disgusta a empresarios, ecologistas y agricultores.
El proyecto de Lei de Ordenaci¨®n da Minar¨ªa de Galicia faculta a la Conseller¨ªa de Industria para decidir, caso por caso, si legaliza las canteras sin licencia urban¨ªstica, tras consultar a la Comisi¨®n Superior de Urbanismo y a la Conseller¨ªa de Medio Ambiente. Industria, se?ala el texto, deber¨¢ valorar "la compatibilidad o no de la explotaci¨®n con los valores naturales, ambientales, paisaj¨ªsticos y de patrimonio cultural".
Las compa?¨ªas que explotan los yacimientos aseguran que, tal y como est¨¢ redactado, el proyecto elaborado por la Conseller¨ªa de Industria perpet¨²a la lentitud de un proceso de legalizaci¨®n que precisar¨ªa d¨¦cadas para completarse. Los empresarios aseguran que esta falta de permisos en regla perjudica su actividad. "Muchos empresarios te dicen que quieren contratar m¨¢s gente o cambiar la planta pero que no lo pueden hacer porque no saben si dentro de tres meses se la van a cerrar", se queja el director de la C¨¢mara Oficial Mineira de Galicia, Jos¨¦ Manuel ?lvarez-Campana.
Las propietarias de las canteras sostienen que la falta de permisos urban¨ªsticos les impide acceder a ayudas p¨²blicas y paraliza inversiones. "Es un tema dram¨¢tico", afirma su portavoz, que pide un sistema de legalizaci¨®n "m¨¢s autom¨¢tico". La c¨¢mara minera propone un "acto de reconocimiento administrativo", en el que la Administraci¨®n se limite a admitir que los datos aportados por las empresas en los expedientes sobre sus a?os de actividad son correctos.
Ecologistas y sindicatos agrarios reclaman, en cambio, que se aproveche el proceso para establecer mayores controles sobre una actividad que, subrayan, provoca "muy graves impactos sobre el territorio". "La situaci¨®n de ilegalidad en la que se encuentran las explotaciones mineras no tiene otra responsabilidad que la de las propias empresas, que actuaron con pleno conocimiento de tal ilegalidad, y de las administraciones de minas [Conseller¨ªa de Industria], pol¨ªtica territorial
[Conseller¨ªa de Pol¨ªtica Territorial] y municipales, que la consintieron", se?alan Adega y el Sindicato Labrego Galego. Estos colectivos demandan que los tr¨¢mites de legalizaci¨®n que se detallen en la ley de la miner¨ªa incluyan "un riguroso estudio de compatibilidad
[de la cantera en cuesti¨®n] con los dem¨¢s usos del suelo" que se den en la zona.
?Pero por qu¨¦ funcionan tantas canteras ilegalmente? Fuentes de Pol¨ªtica Territorial explican que la Lei do Solo aprobada en 2002 prohibi¨® ubicar explotaciones en suelo r¨²stico de especial protecci¨®n agropecuaria y forestal y oblig¨® a que las empresas ya emplazadas en estos terrenos sin licencia municipal tramitasen un permiso ante la Direcci¨®n Xeral de Urbanismo.
Industria y Pol¨ªtica Territorial dicen carecer de datos sobre cu¨¢ntos yacimientos funcionan sin todos los permisos y son las empresas las que apuntan la cifra de 300. La c¨¢mara minera alude a diversas razones para explicar esta situaci¨®n, que, a su juicio, se repite en otras industrias. "La ley de 2002 le dio una importancia a la licencia urban¨ªstica municipal que antes no ten¨ªa", alega su director.
La nueva ley ampl¨ªa el tipo de suelos para abrir yacimientos
La ley de miner¨ªa impulsada por la Conseller¨ªa de Industria, que dirige el nacionalista Fernando Blanco, incrementa los tipos de suelo en los que las empresas del sector pueden abrir yacimientos. Si la Lei do Solo de 2002 prohib¨ªa estas explotaciones en terrenos r¨²sticos de especial protecci¨®n agropecuaria y forestal, el proyecto de norma redactado por Industria recoge una reforma de la ley aprobada por el PP para levantar ese veto.
El cambio impulsado por el nacionalista Fernando Blanco le ha parecido excesivo al grupo parlamentario del BNG, que se ha unido al PSdeG para presentar enmiendas al texto salido de la conseller¨ªa. En su propuestas, socialistas y nacionalistas mantienen la prohibici¨®n aprobada por el PP de abrir explotaciones mineras en suelo de especial protecci¨®n agropecuaria y abren la mano con el territorio de valor forestal.
En las 33 enmiendas presentadas por PSOE y Bloque al proyecto de ley de la miner¨ªa, tambi¨¦n se proponen modificaciones en el proceso de legalizaci¨®n de las canteras que actualmente no tienen permiso urban¨ªstico por encontrarse en lugares de especial protecci¨®n. Los partidos en el gobierno pretenden que la autorizaci¨®n final dependa del Consello de la Xunta y no de la Conseller¨ªa de Industria, como recoge el proyecto. Los diputados socialistas y nacionalistas creen que debe ser el conjunto del gobierno el que tome tal decisi¨®n, valorando "la compatibilidad o no de la explotaci¨®n con los valores naturales, ambientales, paisaj¨ªsticos y de patrimonio cultural existentes".
Facilidades para extraer
La C¨¢mara Oficial da Mineir¨ªa de Galicia, que se ha reunido ya con los grupos parlamentarios, aplaude que la ley de miner¨ªa elaborada por la Conseller¨ªa de Industria ampl¨ªe el tipo de suelos en los que se puede abrir una explotaci¨®n porque "facilita que las empresas puedan extraer donde hay".
Su director, Jos¨¦ Manuel ?lvarez-Campana, critica que la Lei do Solo aprobada por el PP en 2002 "casi se olvid¨®" del sector, al prohibir su asentamiento en terrenos r¨²sticos de especial protecci¨®n agropecuaria y forestal, una restricci¨®n que el bipartito levantar¨¢. "Para poner una f¨¢brica de tornillos puedes elegir cualquier sitio, pero la roca de la miner¨ªa est¨¢ s¨®lo en uno", arguye el portavoz de las empresas. "En este sector no elegimos la ubicaci¨®n, ella nos elige a nosotros".
?lvarez-Campana defiende que la explotaci¨®n minera y la forestal "no son incompatibles" porque tras extraer el material, la zona se recupera. "La gente se cree que llega la mina, destroza y luego desaparece y no es as¨ª", afirma el director de la c¨¢mara minera, que agrupa a 160 empresas del sector.
Ex alto cargo en la mina
El director de la C¨¢mara Oficial da Mineir¨ªa de Galicia, Jos¨¦ Manuel ?lvarez-Campana, se queja de la mala fama ambiental que tienen las canteras. "La miner¨ªa se est¨¢ haciendo cada vez con m¨¢s cuidado", subraya. El asunto no le es ajeno. El ahora portavoz del ¨®rgano que agrupa a las empresas mineras fue alto cargo de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente en el ¨²ltimo gobierno del PP. Como director general de Calidade e Avaliaci¨®n Ambiental, firm¨® las declaraciones de impacto ambiental de varias concesiones mineras -entre ellas una que la Comunidade de Herdeiros de Antonio Campo N¨²?ez tramit¨® en 2005 en el ayuntamiento de Ortigueira- y del proyecto de conversi¨®n de la mina de As Pontes en un lago con agua del Eume. Tambi¨¦n dio el visto bueno ambiental a las canteras de cuarzo de la Terra Ch¨¢ que provocaron una pol¨¦mica en la comarca. "Son proyectos de explotaci¨®n iguales a los que se han desarrollado durante decenas de a?os en municipios como Oroso y Trazo. No se excava ni una decena de metros", defiende ?lvarez-Campana. Antonio Campo, el empresario que hasta hace poco fue alcalde de Ortigueira por el PP, acaba de dejar la presidencia de la c¨¢mara minera que dirige ?lvarez Campana para ser sustituido por Francisco Ar¨¦chaga, director de la mina de Endesa en As Pontes.
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