El vestuario apuntilla a Quique
Los jugadores del Valencia dieron la espalda al t¨¦cnico cuando se ali¨® con el presidente Soler
?Qu¨¦ deja Quique Flores tras dos temporadas y media al frente del Valencia? Un continuismo con el estilo de sus predecesores, un aire de modernidad en los entrenamientos y un f¨²tbol industrial que fue perdiendo rigor con el paso del tiempo.
La pretemporada arranc¨® con dos versiones irreconciliables. La del entrenador, Quique, destituido la madrugada pasada tras la derrota contra el Sevilla (3-0), era de un optimismo desatado: "Tenemos un equipazo". La de los jugadores veteranos, justo la contraria: "Si quedamos sextos, ser¨¢ de milagro. No han fichado a ning¨²n titular". Dos meses despu¨¦s, el tiempo ha dado la raz¨®n a los esc¨¦pticos. El Valencia se ha convertido en el cuarto equipo de la Liga que m¨¢s goles recibe (14) y Quique ha sido despedido.
La clasificaci¨®n, cuarto, a cuatro puntos del l¨ªder, el Madrid, ha estado por encima del juego. Nunca se le exigi¨® al Valencia un jogo bonito como se quej¨® Albelda, pero s¨ª ese ritmo martilleante que asfixiaba al contrario. Se esfum¨® el legado de Rafa Ben¨ªtez, el espejo en el que Quique se mir¨® porque comparti¨® con ¨¦l un gusto por el f¨²tbol t¨¢ctico que desarroll¨® con cierto ¨¦xito en sus dos primeros cursos. Lleg¨® el verano, el club se gast¨® 50 millones de euros en ocho fichajes y ¨¦stos no han dado el relevo generacional que piden Ca?izares, Albelda y Baraja.
El responsable de las contrataciones ha sido el director deportivo, Miguel ?ngel Ruiz, con el visto bueno de Quique para Zigic (18 millones), Arizmendi (seis), Alexis (seis), Manuel Fernandes (17) e Iv¨¢n Helguera, mientras que Sunny, Mata y Hildebrand hab¨ªan sido acordados por el anterior director, Amedeo Carboni. Ruiz dijo ayer que la destituci¨®n de Quique supon¨ªa cerrar "una herida abierta de la temporada pasada entre los distintos estamentos". Mestalla no es una plaza pl¨¢cida para entrenar. Ning¨²n t¨¦cnico ha superado las tres campa?as desde Alfredo Di St¨¦fano, que dirigi¨® al equipo desde 1970 hasta 1974.
Naci¨® viciado el tercer ejercicio de Quique el d¨ªa en que el presidente, Juan Soler, al final del curso pasado, decidi¨® ratificarlo y destituir a su enemigo Carboni. Fue una victoria p¨ªrrica para Quique, que entreg¨® a Soler a cambio las cabezas de dos de sus colaboradores: el preparador f¨ªsico, Paco de Miguel, y el de porteros, Emilio ?lvarez. Una decisi¨®n que le desacredit¨® ante el vestuario. Mucho m¨¢s cuando regres¨® de las vacaciones con el l¨¢tigo.
Dos derrotas en la Champions y tres en la Liga han acabado con este brillante orador que ayer declar¨®: "Pierdo un cargo, pero recupero una vida". "Tengo una sensaci¨®n ligera de dolor y de alivio. Han sido a?os de cierta soledad", a?adi¨® sin admitir preguntas y repartiendo buenos deseos y un recado subliminal: "A los jugadores les he deseado profesionalidad, honradez y ayuda al nuevo entrenador".
Ning¨²n dolor deja entre los futbolistas, algunos de los cuales (Albelda, Ca?izares y Villa) le apoyaron contra Carboni. Luego se sintieron traicionados cuando Quique se lanz¨® en brazos del presidente creyendo que eso le permitir¨ªa sobrevivir. Pag¨® adem¨¢s la ambici¨®n de sus declaraciones respecto a los dos a?os anteriores. En el primero recogi¨® los a?icos de Claudio Ranieri y reconstruy¨® el s¨®lido grupo que acab¨® tercero. Y en el segundo super¨® una plaga de lesiones hasta alcanzar los cuartos de final de la Champions. Ni aun as¨ª logr¨® el afecto de la grada, refractaria a esa aparente seguridad en s¨ª mismo que muchos interpretaron como soberbia.
Se busca entrenador de perfil alto
"Estoy aqu¨ª para dar la cara", dijo ayer Juan Soler mientras le¨ªa unas notas con letras gigantes y, por supuesto, no admit¨ªa preguntas. Se le advierte en el rostro el susto al presidente del Valencia ante la reacci¨®n de la grada, que ma?ana mirar¨¢ al palco en el choque con el Real Madrid, en Mestalla (21.00, Canal +), en busca de novedades. El dirigente busca un golpe de efecto. Un entrenador de perfil alto de una lista de cinco nombres que le pas¨® su director deportivo: Marcello Lippi, Luiz Felipe Scolari, Fabio Capello, Marco van Basten y Jos¨¦ Mourinho. ?Algo com¨²n entre ellos? Nada en lo futbol¨ªstico. S¨ª en lo econ¨®mico. Los cinco perciben sueldos astron¨®micos.
El Valencia est¨¢ dispuesto a todo con tal de acallar las cr¨ªticas a Soler, que, por primera vez, se siente amenazado. Hasta ahora, en sus tres a?os como presidente, el m¨¢ximo accionista ha campado a sus anchas para recalificar una ciudad deportiva en Riba-roja y los terrenos del viejo Mestalla con el inestimable apoyo del Gobierno auton¨®mico, del PP. Agradecido, Soler critic¨® a trav¨¦s del club a los socialistas poco antes de las elecciones auton¨®micas. Pero no ha evitado que se disparara la deuda de la entidad, que ha pasado de 120 millones a 260. Un fracaso en lo financiero, que se presum¨ªa el punto fuerte de este promotor inmobiliario de 51 a?os, hijo de Bautista Soler, un millonario hecho a s¨ª mismo.
Soler lleg¨® a la presidencia el 5 de octubre de 2004, justo cuando el equipo hab¨ªa vivido el mejor a?o de su historia: campe¨®n de la Liga, de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa. Era el tercero en el escalaf¨®n de la FIFA, tras el Manchester y el Madrid. Y desde entonces, nada. En tres a?os, ha tenido tres entrenadores (Claudio Ranieri, Antonio L¨®pez y Quique Flores), cinco directores deportivos (L¨®pez, Ranieri, Javier Subirats, Amedeo Carboni y Miguel ?ngel Ruiz), tres jefes m¨¦dicos, varios directores generales... El mismo d¨ªa en que Soler compr¨® las acciones al ex presidente Francisco Roig, por 30 millones, dej¨® su sello al echar a Jes¨²s Garc¨ªa Pitarch, director deportivo.
Ante el Madrid, el banquillo lo ocupar¨¢ ?scar Fern¨¢ndez, el t¨¦cnico del filial, de 33 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.