Y el indulto no lleg¨® a tiempo

Los tres acusados de agredir a un polic¨ªa hace 9 a?os en la parroquia compostelana de O Eixo ingresaron ayer en prisi¨®n entre los aplausos de sus vecinos, que durante todo este tiempo les han manifestado siempre su apoyo. Unas 200 personas se congregaron a las puertas de la c¨¢rcel de Teixeiro (A Coru?a), mientras Sim¨®n M¨¢rquez, Jes¨²s Montoiro y Jos¨¦ Moreira ingresaban en prisi¨®n para cumplir una condena de siete a?os que su entorno considera desproporcionada e "injusta".

Unas 200 personas viajaron desde Santiago para arropar a los presos

El abogado cree que en unos meses tendr¨¢n permisos de fin de semana

De nada sirvieron los esfuerzos que en los ¨²ltimos meses llevaron a sus vecinos a recoger 12.000 firmas a favor del indulto y a pagar casi la mitad de los 156.000 euros de multa que correspond¨ªan como indemnizaci¨®n a la v¨ªctima.

Ha sido un largo proceso que comenz¨® en 1998 con la agresi¨®n al polic¨ªa nacional Luis G¨®mez en unas protestas vecinales y que concluy¨® ayer, con la entrada en la c¨¢rcel de los acusados. La primera petici¨®n de indulto fue denegada por el Consejo de Ministros el pasado mes de abril; la segunda est¨¢ en tr¨¢mites aunque, si llega, ya no evitar¨¢ el ingreso en prisi¨®n de estos tres ciudadanos sin antecedentes penales.

Los tres acusados entraron en silencio, uno a uno, emocionados en la despedida de sus familiares y amigos m¨¢s ¨ªntimos. Al contrario de lo que ocurri¨® el pasado domingo 14 en la manifestaci¨®n, donde los congregados clamaban la inocencia de sus compa?eros entre gritos y consignas, ayer en Teixeiro predomin¨® el silencio que s¨®lo se romp¨ªa con intensos aplausos que se prolongaron durante m¨¢s de 20 minutos. "No es justo, no son delincuentes", dec¨ªa un amigo de uno de los condenados.

Los vecinos fletaron cuatro autobuses para acompa?ar a los presos, que salieron desde Santiago. All¨ª, en Compostela, a la espera de subir a los autocares, la calma tensa solamente se rompi¨® de golpe con un espont¨¢neo aplauso cuando Sim¨®n M¨¢rquez abandon¨® el lugar para dirigirse a Teixeiro.

"A m¨ª me queda una pena muy honda", lamentaba una vecina de O Eixo, "porque s¨¦ que pod¨ªa haber sido yo o cualquiera de mi familia el que esta noche durmiera en la c¨¢rcel". "Estoy indignada", dec¨ªa otra, aunque sin perder la esperanza: "Confiemos en que esto sirva de algo y, por lo menos, reduzcan la condena o llegue el indulto".

"Vamos a seguir luchando para que el Consejo de Ministros les conceda el indulto", asegur¨® Jos¨¦ Manuel Bocija, portavoz de la Asociaci¨®n de Vecinos de O Eixo. Bocija agradeci¨® el apoyo de socialistas y nacionalistas que "se preocuparon del tema, porque ellos tambi¨¦n son vecinos de Santiago".

Los tres o cuatro primeros d¨ªas los pasar¨¢n en el m¨®dulo de ingresos, hasta que les asignen una celda. En ese corto espacio de tiempo, pasar¨¢n por un reconocimiento m¨¦dico y, seguramente, por la consulta de un psic¨®logo. Una vez dentro, los detenidos tienen la opci¨®n de solicitar un trabajo para desempe?ar dentro de la prisi¨®n. Los tres tienen previsto pedirlo para que los d¨ªas se hagan un poco m¨¢s cortos.

En Teixeiro podr¨¢n recibir la visita de amigos y familiares en los d¨ªas que estipule el centro penitenciario y la de los abogados cualquier d¨ªa de la semana. "Vamos a trabajar para pedir cuanto antes todos los beneficios", explic¨® Evaristo Nogueira, decano del Colegio de Abogados de Santiago y abogado de Sim¨®n M¨¢rquez. "Lo m¨¢s seguro es que en unos meses puedan empezar a disfrutar de permisos de fin de semana", si bien Nogueira advierte de que es dif¨ªcil fijar fechas ya que todo depende de los informes penitenciarios y del buen comportamiento de los presos. Una vez que esos permisos de fin de semana se hagan m¨¢s frecuentes, se podr¨¢ empezar a pensar en el tercer grado. "Ojal¨¢ no tengamos necesidad de llegar al tercer grado", dice Nogueira, "porque significar¨ªa tener el indulto".

S¨®lo cabe esperar a que el Consejo de Ministros se pronuncie, aunque todo indica que la respuesta del Gobierno no ser¨¢ inmediata, ya que el ministerio no ha requerido a¨²n los informes a la sala que juzg¨® a los acusados ni a la v¨ªctima.