Ciego por esperar 17 meses
Un hombre pierde la vista al atrasarse su revisi¨®n en la sanidad madrile?a
Jos¨¦ Luis de Felipe, de 79 a?os, descansa en un sill¨®n de casa y viste c¨®modo: pijama y bata. Est¨¢ sentado frente al televisor. Pero apenas ve, as¨ª que la tele s¨®lo la escucha. Est¨¢ ciego por culpa de las eternas esperas en la sanidad madrile?a. Sin vista en su ojo derecho, el izquierdo era el ¨²nico sano. Un infarto cerebral en 2005 se lo da?¨®. Su vista, muy delicada, exig¨ªa revisiones cada seis meses. Sin embargo, tras la ¨²ltima revisi¨®n el Hospital Ram¨®n y Cajal (Madrid) le cit¨® para 17 meses despu¨¦s. Mientras esperaba, Jos¨¦ Luis se qued¨® ciego.
"Nac¨ª el primer d¨ªa del verano en Pe?arroya (C¨®rdoba)", cuenta. Este hombre de gestos pausados conserva toda su lucidez. Relata su vida, su trabajo como "ayudante de conductores" primero y como ch¨®fer de camiones luego. Incluso, dice, estuvo "seis a?os en D¨¹sseldorf, en la Deutsche Bundespost (los Correos alemanes)". Habla tranquilo, frente a su hija, Marga, y sus nietos, Iker y M¨®nica. "Claro", responde lac¨®nico cuando se le pregunta si est¨¢ cansado de los hospitales. "M¨¢s que harto", dice. La tristeza de Jos¨¦ Luis s¨®lo la frena los besos de su hija. "Le veo todo borroso, y eso que est¨¢ a s¨®lo dos metros de m¨ª", dice se?alando al fot¨®grafo que ya le apunta con su objetivo.
Jos¨¦ Luis perdi¨® la vista del ojo derecho en 1999 por una degeneraci¨®n macular. "S¨®lo pod¨ªa ver por el rabillo del ojo", cuenta su hija. Pero lo peor comenz¨® en agosto de 2003. Entonces, Jos¨¦ Luis sufri¨® un infarto cerebral que le dej¨® secuelas en su ojo izquierdo. "Perdi¨® el campo visual (hacia los lados) y conserv¨® la vista frontal", explica Marga. En septiembre de 2005, un oftalm¨®logo del Ram¨®n y Cajal aconsej¨® a Jos¨¦ Luis visitas cada seis meses. "Ten¨ªa una membrana que pod¨ªa causar una hemorragia y esta ceguera", dice Marga.
Sin embargo, tras la ¨²ltima revisi¨®n, en junio del pasado a?o, el Ram¨®n y Cajal dio cita a Jos¨¦ Luis para noviembre de este a?o, 17 meses despu¨¦s de la anterior. Y ocurri¨® lo peor. En abril, tras diez meses de la ¨²ltima consulta y a siete de la pr¨®xima, Jos¨¦ Luis empez¨® a quejarse. No ve¨ªa nada. Su hija, muy preocupada, lo llev¨® a una cl¨ªnica privada. "Vieron que ten¨ªa una hemorragia. Quiz¨¢ si le hubieran hecho la revisi¨®n en enero (seis meses despu¨¦s de la anterior), mi padre no estar¨ªa ciego", lamenta Marga.
Informe de urgencia
En la cl¨ªnica le env¨ªan al Ram¨®n y Cajal con un informe que especifica la urgencia del problema. Era 23 de abril. El hospital le dio hora para el 7 de mayo. "?C¨®mo hab¨¦is dejado pasar tantos d¨ªas?", dice Marga que le pregunt¨® la doctora del Ram¨®n y Cajal. Esta oftalm¨®loga recomienda una terapia de fotodin¨¢mica y pide en un informe el traslado de Jos¨¦ Luis al hospital Cl¨ªnico. En ese informe se dice: "Muy urgente. Es la ¨²nica visi¨®n que tiene el paciente". 25 d¨ªas m¨¢s tarde, no hab¨ªa noticias, y Marga llam¨® al Ram¨®n y Cajal para preguntar sobre el traslado. "Nos lo han denegado dos veces, as¨ª que hemos pedido el traslado al Hospital de La Paz", tambi¨¦n en Madrid, le dijeron.
La espera continu¨®. A mediados de julio le citaron para el 7 de septiembre en La Paz. Hab¨ªan pasado cuatro meses y medio desde la hemorragia. Demasiado tarde. "La hemorragia se hab¨ªa cicatrizado, y como la cicatriz estaba en mitad del ojo... mi padre hab¨ªa perdido la visi¨®n central", explica Marga, que a?ade: "?Sabes qu¨¦ me dijo la doctora? ?No se preocupe, que tiene visi¨®n perif¨¦rica!". Ella le contest¨®: "?Pero c¨®mo va a tenerla si ha sufrido dos infartos cerebrales (tuvo el segundo en 2007) que le han dejado sin ella!". Marga recuerda con mucha amargura ese momento. "Me sent¨ª, y me siento, fatal. No entiendo c¨®mo se puede consentir esto", dice.
Desde entonces, Jos¨¦ Luis apenas distingue unas tenues sombras. Est¨¢ completamente ciego. Cuando le hablan sabe donde mirar. Se gu¨ªa por el sonido de la voz. Pero si la persona que est¨¢ delante de ¨¦l se aparta ligeramente... ¨¦l no se da cuenta y termina mirando al vac¨ªo.
La familia est¨¢ dispuesta a llegar "hasta el final" y ha denunciado el caso a la Asociaci¨®n El Defensor del Paciente. Ahora est¨¢ en manos de sus abogados. Carmen Flores, presidenta de la asociaci¨®n, lamenta que el caso de Jos¨¦ Luis "es una constante en la sanidad madrile?a". Seg¨²n Flores, "la lista de espera est¨¢ causando muchos da?os, a veces irreversibles como en el caso de Jos¨¦ Luis". Una portavoz del Ram¨®n y Cajal no dio ayer ninguna explicaci¨®n sobre la demora. "Los ¨²nicos perjudicados son los ciudadanos que no pueden ir a la sanidad privada", recuerda Flores. Jos¨¦ Luis lo sabe bien. "Ya ve usted c¨®mo me puedo sentir sin vista, ni se lo imagina", se queja. S¨®lo le queda el consuelo de la familia. "Lo mejor son mi hija, mi yerno (Javier) y mis nietos", repite una y otra vez.
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