El 'manga' rompe t¨®picos a la caza del lector adulto

Las fronteras de los g¨¦neros empiezan a desdibujarse. El manga se divid¨ªa tradicionalmente en dos tendencias: el shonen, historietas de acci¨®n para un sector juvenil masculino, y el shojo, los culebrones rom¨¢nticos adorados por las ni?as. Sin embargo, exitazos como Fullmetal Alchemist, de Hiromu Arakawa -publicado en castellano por la editorial Norma-, est¨¢n rompiendo ese topicazo al conseguir atraer tanto a ellos, como a ellas.

Pero si algo qued¨® claro ayer en la inauguraci¨®n del Sal¨®n del Manga, multitudinario encuentro otaku que se celebra hasta el domingo en la Farga de l'Hospitalet (Barcelona), es que el c¨®mic de est¨¦tica nipona quiere vencer prejuicios y ganarse definitivamente al lector adulto. Lo hace con historias maduras que explotan al m¨¢ximo la capacidad narrativa de las vi?etas. Es el caso de Fumiya Kouno, autora de los relatos gr¨¢ficos La ciudad al atardecer y El pa¨ªs de los cerezos, recogidos en un ¨²nico volumen por el sello Gl¨¦nat. Los personajes de Kouno transitan por una ciudad de Hiroshima incapaz de despertarse de la pesadilla de la bomba at¨®mica.

Corrientes vanguardistas como el nouvelle manga -un h¨ªbrido de las est¨¦ticas japonesa y europea- o la labor de activistas de lo ultim¨ªsimo como Range Murata -director y dibujante de las portadas de la revista Robot, que tiene una edici¨®n espa?ola- contribuyen tambi¨¦n a aumentar el prestigio social del c¨®mic nip¨®n. El resultado: empiezan a ser frecuentes las tramas que concluyen en un ¨²nico volumen al estilo de las novelas gr¨¢ficas, frente a sagas tipo Naruto.

Lo que va m¨¢s lento, aunque ya asomen discursos triunfalistas de cierta autocomplacencia, es lo de la incorporaci¨®n de autores espa?oles a los cat¨¢logos de manga. Hay excepciones, como las de las madrile?as Aurora Garc¨ªa y Diana Fern¨¢ndez, fundadoras del estudio K?sen y que publican habitualmente en Estados Unidos. El sal¨®n les dedica este a?o una exposici¨®n, pero su consolidada trayectoria internacional no es a¨²n recurrente en el curr¨ªculo de los vocacionales mangakas aut¨®ctonos.

Esta laguna es bastante sorprendente, porque el otaku no se conforma con leer y enseguida pasa a la acci¨®n y se pone a dibujar vi?etas. ?ngel Manuel Yb¨¢?ez, el editor de manga de Norma, considera que es cuesti¨®n de tiempo: "Conseguir ser un profesional es dif¨ªcil. Todav¨ªa nos faltan buenos dibujantes y vencer los prejuicios que relacionan este tipo de c¨®mic con el p¨²blico infantil. Los autores que triunfan en Jap¨®n tienen detr¨¢s una carrera de muchos a?os".

No obstante, editoriales como Gl¨¦nat, ya empiezan a apostar por el producto nacional con obras como Saltando al vac¨ªo, con gui¨®n y l¨¢piz de Man y color de Ego. Los responsables de las publicaciones orientadas a los adultos basan su negocio sobre todo en las librer¨ªas especializadas, porque la distribuci¨®n en quioscos hace aguas. "Seg¨²n los datos que manejamos en el sector, cada a?o se cierran en Espa?a 1.000 quioscos.

Hemos tenido que reinventar nuestra pol¨ªtica de distribuci¨®n. En realidad, el c¨®mic existe gracias a las 300 librer¨ªas especializadas que est¨¢n en marcha", se?ala Jos¨¦ Luis C¨®rdoba, del sello Panini, que en los pr¨®ximos meses publicar¨¢ un c¨®mic elaborado por el actor Nicolas Cage y su hijo.