El nuevo 'jefe'

Los sevillistas esperan de cada verano las vacaciones, la toma de la calle como lugar de reuni¨®n y disfrute y el fichaje de un jugadorazo. Desde que la encabeza Ram¨®n Rodr¨ªguez, Monchi, la direcci¨®n deportiva del club ha cumplido con las expectativas de los aficionados con puntualidad y acierto. Esta temporada, el alegr¨®n se llama Seydu Keita (Bamako, Mal¨ª; 27 a?os), un centrocampista de f¨ªsico poderoso que en tan s¨®lo nueve partidos de Liga se ha convertido en el jefe de la l¨ªnea media del conjunto de Nervi¨®n.

El africano creci¨® futbol¨ªsticamente en Francia, adonde lleg¨® en 1999 cuando fich¨® por el Olympique de Marsella. Las dos temporadas siguientes las disput¨® con la camiseta del Lorient y las cinco ¨²ltimas en el Lens, del que lleg¨® a ser capit¨¢n. Keita destac¨® especialmente en el curso pasado, pero ni su contribuci¨®n ni los 11 goles que anot¨® en la Liga fueron suficientes para que su equipo se clasificara para competir en Europa. "Le llev¨¢bamos siguiendo un par de a?os, pero, tras su espectacular campa?a pasada, decidimos que hab¨ªa que ficharle", desvela Monchi.

Keita, de 1,83 metros de estatura y 75 kilos de peso, es un zurdo que aporta mucho trabajo y presi¨®n en mucho espacio del terreno de juego. El maliense es un claro ejemplo de uno de los dos tipos de jugadores africanos que m¨¢s gustan en Europa: arietes y centrocampistas de contenci¨®n. La familia Keita ha dado futbolistas de ambos perfiles: el sevillista es sobrino del que fuera delantero valencianista de 1973 a 1977, Salif Keita.

Una de las pocas cosas que est¨¢n claras en la agitad¨ªsima actualidad del conjunto sevillista es la presencia de Keita en el coraz¨®n del equipo. Sin un l¨ªder claro en la defensa, el africano ha ido ganando peso a pasos agigantados. Pero, en un sistema tan reducido como es un equipo de f¨²tbol, la entrada de un factor nuevo lleva consigo una serie de cambios que, inevitablemente, lo convierten en otro. M¨¢s o menos parecido, mejor o peor, pero otro.

La llegada de Poulsen el pasado curso supuso una revoluci¨®n t¨¢ctica que contribuy¨® a la explosi¨®n de Alves, al que el dan¨¦s cubr¨ªa en sus subidas al ataque, y de Renato, al que liberaba de determinados trabajos en contenci¨®n. Con Keita, el Sevilla ha ganado peso en la banda izquierda. Pero parece haberlo perdido en la derecha. La apuesta sevillista parece ir en la direcci¨®n de alinear a Poulsen y Keita juntos, lo que deja sin sitio a centrocampistas m¨¢s dotados para la circulaci¨®n, como Renato o Maresca.

Con dos jugadores tan similares en el centro, los delanteros se ven obligados a bajar para apoyar la articulaci¨®n del juego de ataque, muchas veces a decenas de metros de donde, un instante despu¨¦s, deber¨ªan rematar. Tras las dudas en la defensa, la prioridad de los t¨¦cnicos sevillistas es consolidar las relaciones de los centrocampistas gemelos con el resto del equipo. Eso s¨ª, el fijo ya es Keita.