Las aguas atrapan a 300.000 mexicanos

Las aguas inundaron cientos de comunidades, arrasaron con el patrimonio de decenas de miles de familias y dejaron m¨¢s de un mill¨®n de damnificados en el estado mexicano de Tabasco, donde el miedo a la falta de alimentos, medicinas y agua potable, as¨ª como al brote de epidemias infecciosas, ha provocado compras de p¨¢nico y desesperaci¨®n.

El nivel de algunos r¨ªos comenzaba ayer a descender, aunque hab¨ªa amenaza de chubascos y quedaban m¨¢s de 360.000 personas atrapadas en sus hogares.

El gobernador de Tabasco, Andr¨¦s Granier, asegur¨® que tras cinco d¨ªas de lluvias en tierras tabasque?as Tabasco ha afrontado las peores inundaciones de los ¨²ltimos 50 a?os. Uno de cada dos habitantes ha sido afectado por el desastre.

Granier no duda de comparar la tragedia con la que vivi¨® la ciudad estadounidense de nueva Orleans en 2005 y en la que fallecieron m¨¢s de 1.300 personas. "Afortunadamente hay menos fallecidos", reconoci¨® Granier. Anoche el Gobierno s¨®lo hab¨ªa registrado la muerte de una persona a causa de las lluvias.

M¨¢s de 300.000 personas, que se resist¨ªan a dejar sus casas, fueron evacuadas a la fuerza por polic¨ªas y militares. No hab¨ªa lanchas suficientes para sacar a la gente de los lugares anegados, mientras que los helic¨®pteros de la Marina y el Ej¨¦rcito no lograban atender todas las demandas de auxilio. M¨¢s del 80% del Estado se encontraba bajo el agua. Los testimonios se repet¨ªan: "Se fue al agua [se perdi¨® con la inundaci¨®n] mi casa, mis cosas, ni siquiera pude agarrar los papeles. Todo se perdi¨®", lamentaba Sebasti¨¢n Tapia, en el municipio de Centla.

Al pie del ca?¨®n, Jorge Antonio Rodr¨ªguez se neg¨® a abandonar su casa y declar¨® al diario El Universal: "Aqu¨ª (en Las Gaviotas) no hay agua, ni comida, ni ayuda". Para salir de sus hogares algunas familias pagaban 100 pesos [6,4 euros] por un viaje en lancha. Marcela, vecina de Rodr¨ªguez, se acerc¨® a un soldado y desesperada clamaba ayuda, porque al fondo de la colonia anegada por el agua hab¨ªa " tres viejitos, invidentes y en silla de ruedas".

El propio gobernador de Tabasco indic¨®: "Me siento con rabia, por la impotencia de que gana el agua la batalla y los que vivimos en esta tierra tenemos la sensibilidad de poder sentir que lo que est¨¢ pasando es mas all¨¢ de un discurso pol¨ªtico, pues es algo que nunca hab¨ªa pasado y tenemos que enfrentar de pie".

Desde el ministerio de sanidad se advirti¨® de que existe un "franco riesgo" de brotes de c¨®lera, dengue o hepatitis, pues Tabasco es territorio tropical en el cual la amenaza de estos males es muy alta. El viceministro Mauricio Hern¨¢ndez indic¨®: "Cuando el nivel de agua baje hay riesgo de dengue y paludismo. Si no hubiera una gran posibilidad de epidemias de dengue, c¨®lera o paludismo no estar¨ªamos tan preocupados".

Tras las campa?as de solidaridad emitidas por radio y televisi¨®n se han recolectado decenas de toneladas de ropa, mantas, comida, medicamentos y agua. Pero no parec¨ªan fluir con rapidez hacia la zona de cat¨¢strofe, donde la gente formaba largas colas para recibir un poco de comida y agua potable. Los cerca de 500 albergues se mostraban insuficientes para atender las necesidades. El presidente Felipe Calder¨®n conden¨® los actos de rapi?a y advirti¨® que caer¨¢ todo el peso de la ley sobre quienes roban lo poco que quedo a los damnificados.

M¨¦xico vive una de las peores inundaciones de su historia