Y adem¨¢s, inflaci¨®n
Las ¨²ltimas semanas son testigo de un doble fen¨®meno: el alza imparable del barril de petr¨®leo hacia un precio apenas imaginable de 100 d¨®lares el barril, y la progresi¨®n alcista del euro respecto al d¨®lar, que ya no hace ut¨®pica la relaci¨®n de un euro igual a 1,50 d¨®lares.
Los motivos son m¨²ltiples. En lo que se refiere a los precios del crudo se combinan las tensiones geopol¨ªticas (conflictos entre Turqu¨ªa e Irak y, sobre todo, entre EE UU e Ir¨¢n) con la especulaci¨®n y los desequilibrios entre la oferta y la demanda: las reservas de crudos no crecen al mismo ritmo que lo hacen las econom¨ªas de los pa¨ªses emergentes (sobre todo China), que exigen cada vez mayores cantidades de todo tipo de materias primas.
El crudo y los alimentos suben los precios. Y el Banco de Espa?a se preocupa por los salarios: ?no ofendan!
En relaci¨®n a las monedas, no es que el euro se aprecie por m¨¦ritos propios, sino sobre todo que el d¨®lar se deval¨²a por un conjunto de motivos, todos ellos interrelacionados: nivel de la deuda externa de EE UU y del gigantesco d¨¦ficit por cuenta corriente; los efectos de las turbulencias de las hipotecas de alto riesgo, que hacen temer por el crecimiento futuro de la econom¨ªa americana (no por el pasado: el PIB aument¨® un 3,9% interanual en el tercer trimestre del a?o). Todo ello sazonado por una de las medidas clave para combatir el languidecimiento: la bajada de los tipos de inter¨¦s, dos veces consecutivas, por valor de 0,75 puntos. As¨ª, los americanos han reducido el precio del dinero (hasta el 4,5%) mientras que el Banco Central Europeo no lo ha hecho hasta ahora (4%). Si los tipos no bajan en Europa y el euro mantiene su apreciaci¨®n respecto al d¨®lar, los agentes europeos soportar¨¢n unas cargas financieras mucho m¨¢s severas que sus equivalentes al otro lado del Atl¨¢ntico.
Todo esto afecta a Espa?a en el mismo sentido. Pero en nuestro pa¨ªs ha reaparecido ¨²ltimamente uno de sus fantasmas m¨¢s tradicionales: la inflaci¨®n. Seg¨²n los datos adelantados de octubre, los precios est¨¢n creciendo al 3,6%, lo que nos aleja de la convergencia europea en este campo. Pendientes de los datos definitivos, esta subida parece deberse en primer lugar al petr¨®leo, y en segundo t¨¦rmino, a los precios de los alimentos. El representante de la patronal alimentaria vislumbra un tsunami en el precio de los alimentos, cuya subida tiene un car¨¢cter estructural, no estacional. El vicepresidente econ¨®mico responde que la pol¨ªtica de defensa de la competencia actuar¨¢ con rapidez frente a posibles pr¨¢cticas colusorias de los precios. Y el Banco de Espa?a avisa de los efectos de las cl¨¢usulas de revisi¨®n de los salarios en la inflaci¨®n, cuando estos ¨²ltimos han sido el elemento menos vol¨¢til en relaci¨®n a los precios. Los sindicatos responden con raz¨®n: ?no ofendan!
La combinaci¨®n de un euro caro, un petr¨®leo por las nubes y una inflaci¨®n fuertemente al alza no son los mejores acompa?antes de una coyuntura con menores facilidades en la concesi¨®n de cr¨¦ditos. Todo ello conlleva una pausa en el crecimiento de la demanda nacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.