Los l¨ªmites del bien
La crisis de los ni?os de Chad amenaza con cegar una salida pactada a la crisis de la regi¨®n
La detenci¨®n de los responsables de la ONG francesa El Arca de Zo¨¦ -y de los tripulantes espa?oles, interrogados ayer por el juez, del avi¨®n fletado para transportar a los 103 ni?os del Chad- ha ido adquiriendo una dimensi¨®n distinta a la inicial. La ins¨®lita visita del presidente Idriss D¨¦by a los detenidos hac¨ªa presagiar que, m¨¢s all¨¢ de la respuesta judicial, se abr¨ªa un frente pol¨ªtico del que no se pod¨ªa anticipar el sentido. Ahora empieza a estar m¨¢s claro: los Gobiernos de Chad y Sud¨¢n, que acaban de anunciar su reconciliaci¨®n, parecen decididos a convertir la aviesa operaci¨®n de El Arca de Zo¨¦, condenada por el propio Gobierno franc¨¦s, en una coartada para estimular sentimientos contra la antigua potencia colonial en un momento delicado para la estabilidad de la regi¨®n.
Desde el inicio de esta operaci¨®n, la ONG francesa se ha escudado en la supuesta bondad de su causa para despreciar los procedimientos legales. El Ministerio de Exteriores franc¨¦s inform¨® a los representantes de El Arca de Zo¨¦ de la inviabilidad de su proyecto, sin que ¨¦stos prestaran atenci¨®n a las advertencias. En su delirio redentor, llegaron a imaginar que pod¨ªan y deb¨ªan sortear los requisitos legales exigidos para las adopciones haciendo que los ni?os fuesen declarados refugiados pol¨ªticos al llegar a suelo franc¨¦s; despu¨¦s ya se ver¨ªa. El caso de El Arca de Zo¨¦ se ha convertido, as¨ª, en una prueba palpable de los l¨ªmites del humanitarismo. No se puede pretender que se salva a 103 criaturas cuando, en realidad, se est¨¢ cometiendo contra ellas la injustificable atrocidad de arrancarlas de sus familias.
La posibilidad de que este caso sea utilizado para influir en el despliegue de la fuerza internacional liderada por Francia para estabilizar la zona de Darfur es otra de las consecuencias provocadas por la injustificable actuaci¨®n de El Arca de Zo¨¦. Aunque de manera oficial el conflicto se declara resuelto, la realidad es que no ha hecho m¨¢s que agravarse. Los refugiados huyen de los propios refugiados, y los bandos iniciales se han desintegrado en una guerra de todos contra todos. Los problemas pol¨ªticos requieren soluciones pol¨ªticas, y eso es, precisamente, lo que podr¨ªa estar obstaculizando una iniciativa que formar¨¢ parte del empedrado que conduce al infierno.
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