Reckitt, cierre sin alternativas
Los despedidos de G¨¹e?es critican las promesas incumplidas de las instituciones
"No estamos decepcionados porque nunca tuvimos fe en las instituciones". As¨ª valora Jorge Silva el a?o que ha pasado desde que la multinacional Reckitt, fabricante de productos de aseo y limpieza, anunciara el cierre de su planta en G¨¹e?es el 12 de septiembre de 2006. Siguen en pie las naves de la f¨¢brica, pero nada m¨¢s.
La mayor¨ªa de la plantilla sigue en paro: "Nos han abandonado", dicen
Natxo Velasco: "46 a?os es una edad complicada para empezar de nuevo"
"Ni ha llegado una empresa nueva, ni existen las prometidas ofertas de recolocaci¨®n, ni han dise?ado proyectos nuevos. Nos han abandonado", critica Silva, uno de las 190 personas despedidas. Un a?o despu¨¦s, y tras las 48 prejubilaciones pactadas, la mayor¨ªa de los trabajadores contin¨²an buscando empleo. Seg¨²n fuentes sindicales, en esa situaci¨®n se encuentran 65 personas, mientras 35 han conseguido otros trabajos. Fuentes de la empresa sostienen que se ha resuelto la situaci¨®n del 72% de la plantilla y el alcalde de la localidad vizca¨ªna afirma tambi¨¦n que quienes siguen en paro son los menos.
Sin embargo, los afectados se sienten "abandonados" por el Gobierno vasco y la Diputaci¨®n de Vizcaya, que al anunciarse la marcha de la empresa se comprometieron a buscar alternativas. "Ni les cre¨ªmos entonces, ni les creemos ahora", insisten.
Hace m¨¢s de un a?o, la multinacional brit¨¢nica Reckitt Benckiser anunci¨® por sorpresa el cierre de la planta de G¨¹e?es, que daba beneficios, para trasladar la producci¨®n a otros pa¨ªses de Europa del Este. La noticia cay¨® como una bomba entre los 190 familias que viv¨ªan de su actividad. Las instituciones alzaron su voz contra lo que calificaron de "deslocalizaci¨®n de libro". El Gobierno lleg¨® a prometer la creaci¨®n en la comarca de dos empleos por cada uno que se perdiera y la Diputaci¨®n quiso tranquilizar a las familias afectadas anunciando la llegada de nuevos proyectos empresariales. Sin embargo, el silencio que hoy invade la nave de la antigua empresa, se ha extendido a las promesas de las instituciones. No es el caso de los ex trabajadores, que expresan su enfado y des¨¢nimo.
Jorge Silva tiene 34 a?os. Casado y sin hijos, llevaba 12 a?os en la empresa y desde su cierre nada para ¨¦l es ya lo mismo en G¨¹e?es. "Todo son rumores de nuevas empresas, pero no hay nada real. Buscamos un puesto de trabajo digno, pero s¨®lo encontramos contratos temporales, mal pagados y lejos de aqu¨ª", contin¨²a con la mirada en el suelo. Lo que m¨¢s le molesta es que con el cierre de Reckitt se haya dividido el pueblo. "Al final, las relaciones entre los propios compa?eros se deterioraron mucho en funci¨®n de las posiciones [sobre el expediente de regulaci¨®n] y eso no se olvida tan f¨¢cil", reconoce Silva, que sigue en el paro.
Sin embargo, para el alcalde, Koldo Artaraz (PNV), "todo ha vuelto a su cauce". Dice tener la "conciencia tranquila" de haber hecho todo lo posible por los trabajadores. "En aquel momento fue un palo duro, ahora la gran mayor¨ªa de los trabajadores ya est¨¢n recolocados. La situaci¨®n es relativamente buena", insiste desde el despacho del Ayuntamiento. Pero a¨²n no se ha concretado un proyecto industrial sustitutivo para la comarca vizca¨ªna ni para las instalaciones de Reckitt. Durante estas semanas, el consistorio s¨®lo ha recibido una consulta de la empresa sobre una posible parcelaci¨®n del terreno que ocupa. A pesar de ello, destaca el alcalde que en cuatro a?os G¨¹e?es contar¨¢ con m¨¢s de 400.000 metros cuadrados de suelo industrial y se muestra convencido de que "ser¨¢ el Gobierno vasco el que traiga las empresas".
En el Departamento de Industria vasco nadie habla. Tras anunciarse el cierre, el lehendakari Ibarretxe afirm¨® en un discurso que "donde se pierdan 190 puestos de trabajo" las instituciones vascas promover¨¢n la "creaci¨®n de 290". Industria matiz¨® m¨¢s tarde este compromiso se?alando que hab¨ªa que entenderlo como una met¨¢fora de la voluntad del Gobierno, no literalmente. Un a?o despu¨¦s, las recolocaciones han sido muy limitadas y gran parte de los despedidos no se despegan del tel¨¦fono a la espera de una oferta de trabajo. "No hemos visto al lehendakari por aqu¨ª. Esas declaraciones eran puro electoralismo. Una verg¨¹enza", subraya el comit¨¦ de empresa.
El pasado 26 de octubre, Natxo Velasco, presidente del comit¨¦, se volvi¨® a sentar en Bilbao con representantes de Reckitt en una reuni¨®n de la comisi¨®n de seguimiento del plan de recolocaci¨®n. Un plan que s¨®lo se ha plasmado, afirma, en la gesti¨®n de los curr¨ªculos de los trabajadores por parte de una agencia de b¨²squeda de empleo. Los posibles proyectos alternativos que se barajaron eran muy gaseosos y todos los trabajadores prefirieron cobrar la indemnizaci¨®n, explica Velasco. Tampoco ninguna empresa ha venido a instalarse en la antigua planta. "Estamos solos. Tan s¨®lo nos atiende MOA, la empresa que se encarga de mover nuestros curr¨ªculos", se lamenta.
Velasco tiene 46 a?os, "una edad complicada para empezar de nuevo". Llevaba 23 a?os en Reckitt y dice que no ha aceptado las ofertas que le han llegado por su mala calidad. "Para trabajar en Telepizza siempre tendr¨¦ tiempo", afirma con iron¨ªa. Pero no se ha desanimado. Hace cursillos y conf¨ªa en que salga algo. "Lo que tengo claro es que, si no me muevo, el trabajo no viene".
Mientras tanto, la Diputaci¨®n de Vizcaya ¨²ltima los detalles para presentar de nuevo el proyecto de la compa?¨ªa Afer en la localidad vecina de Alonsotegi, que prev¨¦ la puesta en marcha de un planta para la construcci¨®n modular de viviendas. Sobre G¨¹e?es, silencio. "Nos abandonaron durante las negociaciones y nos han vuelto a abandonar un a?o despu¨¦s. Todo el mundo habla de Afer, pero cuando abra nosotros ya seremos historia", denuncia Asier Mazorriaga, otro empleado en busca de trabajo. Tiene 36 a?os y ha pasado ya por varias ETT. "Muchos compa?eros han encontrado un trabajo temporal, pero lo han dejado escandalizados de las condiciones". No oculta su enfado porque, "despu¨¦s de tanta promesa, no haya ning¨²n proyecto". Un a?o despu¨¦s del anuncio del cierre, siguen esperando.
"Cansados de los cantos de sirena"
Seg¨²n el acuerdo con los sindicatos, la compa?¨ªa llev¨® a cabo en diciembre de 2006 el cierre de la f¨¢brica anunciado tres meses antes. Los despidos se produjeron en mayo y el desmantelamiento de la planta, el pasado septiembre. A finales de este a?o, seg¨²n el plan, deber¨ªan estar recolocados todos los empleados. Muchos de los que han conseguido otro trabajo ha sido abandonando las pretensiones de equiparar el nuevo contrato a las condiciones que ten¨ªan en Reckitt. Los 65 que quedan en paro todav¨ªa mantienen la esperanza de lograrlo, pero por su cuenta.
"Reckitt ha ofrecido todas las facilidades. Si no se han puesto en marcha nuevos proyectos, ha sido por los trabajadores", aducen fuentes de la compa?¨ªa. Tan s¨®lo un empleado de los 190 vot¨® a favor de renunciar a parte de la indemnizaci¨®n para atraer nuevas empresas. "Todo sonaba a cantos de sirena. Ni la compa?¨ªa cuenta con proyectos, ni los ha dise?ado el Gobierno vasco o la Diputaci¨®n. Todo han sido promesas electoralistas. Estamos hartos de los cantos de sirena", resume un portavoz de ELA.
De todos modos, los rumores vuelan entre la antigua plantilla. "Para el proyecto empresarial del grupo Afer en Alonsotegi se dijo que contar¨ªan con nosotros; despu¨¦s que tal vez, si somos de la zona. Seguro que al final, no contratan ni a la mitad del millar de personas que anunciaron", manifiesta con escepticismo Asier Mazorriaga, uno de los trabajadores de Reckitt que siguen hoy en paro.
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