Mendilibar despelleja al Zaragoza

Tan empalagoso en la presi¨®n como desinhibido con el cuero, el Valladolid bail¨® y derroc¨® con insultante suficiencia al Zaragoza, escaso de mordiente y f¨²tbol. M¨¦rito de Mendilibar. Un cambio extra?o por lo inmediato -al recibir el primer gol- revolvi¨® el duelo y encumbr¨® al t¨¦cnico, que recompuso a su equipo y destroz¨® al Zaragoza.

Rebelde ante su perfil mediano, el Valladolid se bati¨® como si de un grande se tratara, con seis futbolistas por delante de la pelota y un juego atildado y repleto de tintes ofensivos. Una apuesta atrevida, pero peligrosa. A su vez, el Zaragoza acostumbra a gobernar los partidos. Pero se empecina en el juego interior y reduce su potencial. Ayer s¨ª que trat¨® de apoyarse en los costados, una vez que D'Alessandro y Aimar calentaron el banquillo de inicio, pero le falt¨® el bal¨®n y un organizador que moviera al equipo. Sin el bal¨®n, sin un medio centro que barriera y un enlace que asistiera a los movimientos de los delanteros, el Zaragoza se remiti¨® a los contragolpes, arma que dio su fruto, pero que pronto se extingui¨®.

Abocado al ataque, el Valladolid dej¨® desprotegida su defensa en los balones parados. As¨ª, en los primeros saques de esquina, el Zaragoza recogi¨® el rechace y sali¨® escopeteado. Sergio Garc¨ªa se plant¨® delante del portero y fall¨®; Oliveira tir¨® de ego¨ªsmo y la mand¨® fuera. Diego Milito, a su lado, le ech¨® una bronca tremenda. Pero se rompi¨® el saco cuando ?scar lanz¨® otro contragolpe, encontr¨® a Oliveira y el bal¨®n, tras desviarlo Pedro L¨®pez, bes¨® las mallas. Ah¨ª apareci¨® Mendilibar y ah¨ª se hundi¨® el Zaragoza.

Mendilibar traslad¨® a Kome al costado y V¨ªctor entr¨® por Sisi. O, lo que es lo mismo, Kome ret¨® a Zapater, improvisado lateral izquierdo, en carreras por el ala derecha, y V¨ªctor se movi¨® entre l¨ªneas. Resultado: Kome retrat¨® a Zapater, V¨ªctor se relami¨® en el pico del ¨¢rea y el Valladolid despellej¨® al Zaragoza. Avis¨® el menudo delantero con un tiro al palo. Pero, insatisfecho, se tir¨® con las piernas por delante para rematar un pase de Kome y para recoger un rechace de C¨¦sar a disparo del propio camerun¨¦s.

Volteado el marcador, ?lvaro desempolv¨® el regate que defini¨® a Laudrup, la croqueta, y sell¨® el tercer gol tras picar el cuero ante la salida de C¨¦sar. Poco import¨® que Aimar y D'Alessandro animaran el duelo o Diego Milito redujera distancias. Mendilibar y el Valladolid ya hab¨ªan hecho su trabajo.