El rescate de Sarko

El presidente franc¨¦s, Sarko-todo, como se le llama, adem¨¢s de gobernar sin tregua en un torrente inacabable de decisiones, a¨²n tuvo tiempo ayer, domingo, de volar a la capital de Chad y obtener la liberaci¨®n de los tres periodistas franceses y las cuatro azafatas espa?olas retenidos en Yamena, acusados de complicidad en el secuestro de 103 menores africanos, cuyo traslado se pretend¨ªa a Francia.

En la capital chadiana, a la espera de comparecer ante el juez, siguen piloto, copiloto y auxiliar de vuelo, tambi¨¦n espa?oles, contra los que penden id¨¦nticos cargos y sobre los que se supone que Nicolas Sarkozy puede tambi¨¦n haber presionado al presidente de la ex colonia, Idriss D¨¦by, m¨¢s seis franceses de la ONG gala El Arca de Zo¨¦, enfrentados en su caso a la acusaci¨®n de secuestro de menores y estafa.

El caso m¨¢s grave es, sin duda, el de los representantes de esta organizaci¨®n, puesto que fuentes oficiales de Par¨ªs han dejado claro que presuntas intenciones humanitarias, como la adopci¨®n de los peque?os por familias francesas, no pueden servir de cobertura a irregularidades de ning¨²n tipo. La gran mayor¨ªa de los ni?os tiene padres, no procede de Darfur, en Sud¨¢n, sino del mismo Chad, por ello no han sido sacados de zona catastr¨®fica, y se los quer¨ªa escamotear con tal simulaci¨®n y enga?o que cabe temer lo peor.

El tr¨¢fico de ni?os es una actividad repugnante al margen de los destinos materiales, si as¨ª era, a los que pudieran un d¨ªa acceder, y la justicia chadiana, aunque siempre exigiendo las debidas garant¨ªas procesales para los acusados, tiene el irrenunciable derecho de castigar a quienes se encuentre probadamente culpables. Desde este punto de vista, cabe argumentar que el resto de la tripulaci¨®n del avi¨®n espa?ol poco o nada deber¨ªa saber de las intenciones de los responsables franceses.

El ministro espa?ol de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, en contraste con la eficacia y celeridad con que ha actuado Sarkozy, parec¨ªa ayer sobre todo preocupado por asegurar que la operaci¨®n se hab¨ªa desarrollado en la m¨¢s completa coordinaci¨®n con Francia, con lo que recababa m¨¢s protagonismo del que en apariencia merec¨ªa. Es cierto que hist¨®ricamente Par¨ªs siempre ha tenido vara alta en Yamena, pero un pa¨ªs como Espa?a seguramente posee mejores argumentos que los en esta ocasi¨®n exhibidos.