Eve Curie, pianista, periodista y escritora
Consigui¨® notoriedad con la biograf¨ªa de su madre, la doble premio Nobel Marie Curie
Eve Curie, quien en la biograf¨ªa Madame Curie inmortaliz¨® para la literatura la vida de su madre, la dos veces premio Nobel Marie Curie, falleci¨® a finales del pasado mes de octubre en Nueva York a los 102 a?os. Al igual que su progenitora, fue una mujer que se adelant¨® a su tiempo, con talento en m¨²ltiples disciplinas, entre ellas el periodismo, la literatura y la m¨²sica.
Su vida estuvo en gran medida marcada por su madre, la primera mujer de la historia que consigui¨® el Premio Nobel y la ¨²nica que lo gan¨® dos veces, en 1903 por sus descubrimientos sobre la radioactividad (junto a su marido Pierre) y en 1911 por su identificaci¨®n del radio y el polonio.
A Marie Curie le hubiera gustado que Eve hubiera seguido sus pasos en el mundo de la investigaci¨®n, como hizo su hermana Irene (quien tambi¨¦n llegar¨ªa a ganar el Nobel en qu¨ªmica por sus estudios sobre radioactividad), pero desde una edad muy temprana las inclinaciones de Eve fueron de tipo art¨ªstico. Nacida en Par¨ªs en 1904, apenas conoci¨® a su padre, quien falleci¨® en un accidente cuando ella s¨®lo ten¨ªa dos a?os. Aquella p¨¦rdida hizo que su madre, huyendo del dolor, se encerrar¨¢ a¨²n m¨¢s en sus investigaciones cient¨ªficas por lo que la peque?a Eve apenas se relacion¨® con ella en sus primeros a?os. Fue m¨¢s tarde, durante la adolescencia, cuando se forjar¨ªa el fuerte v¨ªnculo que las unir¨ªa m¨¢s tarde.
A principios de los a?os veinte del pasado siglo viajaron juntas a Estados Unidos en una gira preparada para que su madre pudiera recaudar fondos para sus investigaciones. Eve y su hermana Irene ejerc¨ªan pr¨¢cticamente de guardaespaldas y cuando su madre estaba demasiado cansada para acudir a las cenas en su honor, eran ellas las que tomaban su puesto.
Al regresar a Par¨ªs, Eve se gradu¨® en ciencia y filosof¨ªa pero pronto se embarc¨® en una larga gira por Europa como pianista, una de sus vocaciones tempranas. En los anales de la ¨¦poca se la describe como una mujer que encarn¨® como pocas el esp¨ªritu de los a?os veinte: brillante, aguda, inteligente y tan guapa que la prensa comenz¨® a llamarla "la mujer de los ojos de radio" (el elemento qu¨ªmico radioactivo descubierto por su progenitora). Entre concierto y concierto pasaba temporadas con su madre, que ya hab¨ªa comenzado a mostrar los primeros s¨ªntomas de la leucemia que la matar¨ªa en 1934. Fue entonces cuando Eve decidi¨® luchar contra el dolor de aquella p¨¦rdida embarc¨¢ndose en la escritura de su biograf¨ªa, titulada Madame Curie. Su publicaci¨®n en 1937 fue un ¨¦xito absoluto y Hollywood la llev¨® al cine en 1943 bajo el mismo t¨ªtulo y con Greer Garson y Walter Pidgeon de protagonistas.
Una vez comenzada la II Guerra Mundial The Herald-Tribune le propuso viajar por Europa, ?frica y Asia escribiendo cr¨®nicas sobre c¨®mo se viv¨ªa la guerra desde lugares como India, China o Libia. Una vez finalizado el conflicto dirigi¨® un peri¨®dico en Par¨ªs, el Paris-Press, hasta 1949. Tres a?os m¨¢s tarde se convert¨ªa en asesora de la OTAN y se casaba con Henry Labouisse, el embajador estadounidense en Grecia. Su marido, que trabaj¨® como director ejecutivo de Unicef, fue el responsable de recoger el Premio Nobel de la Paz en nombre de la organizaci¨®n en 1965. Eve no s¨®lo le sobrevivi¨® a ¨¦l sino tambi¨¦n a su hermana Irene, que, como su madre, falleci¨® por su continua exposici¨®n a materiales radioactivos en sus investigaciones en 1956.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.