El Gobierno da s¨®lo 33 permisos a extranjeros para recoger la naranja

El Gobierno s¨®lo ha autorizado 33 contratos de temporada para extranjeros en la campa?a de c¨ªtricos que acaba de comenzar. Los sindicatos agrarios no disponen del n¨²mero exacto, pero aseguran que la naranja exige "miles" de manos. El Ejecutivo asegura que se rechazaron centenares de solicitudes para evitar "fraudes". Pero reconoce que la contrataci¨®n de temporada en origen "se adapta mal" a las necesidades de la campa?a.

Muchos patronos sacan partido de los inmigrantes sin papeles

La crisis del ladrillo habr¨ªa generado una bolsa de mano de obra legal

La recogida de la naranja, igual que la vendimia, es uno de los grandes agujeros negros de la legislaci¨®n laboral; un buen n¨²mero de empleadores saca partido de la situaci¨®n irregular de los inmigrantes y los pone a trabajar por salarios muy inferiores a los legales.

?No fomentan las denegaciones de autorizaciones esas pr¨¢cticas? El Gobierno, que ha preparado 15 grupos de inspecci¨®n de trabajo para detectarlas en las comarcas de Valencia y Castell¨®n, se esfuerza en explicar que no. En los pr¨®ximos meses habr¨¢ cientos de inmigrantes trabajando en los campos de naranjos, pero la mayor¨ªa, asegura, no ser¨¢n sin papeles: la ¨²ltima regularizaci¨®n extraordinaria y la ralentizaci¨®n de la construcci¨®n habr¨ªa generado una importante "bolsa" de extranjeros que ya cuentan con autorizaci¨®n de trabajo dispuestos a ganarse el jornal en actividades agr¨ªcolas. Y la inspecci¨®n, a?ade, ser¨¢ "flexible" con aquellos que, por tener el permiso desde hace menos de un a?o, tienen restringida la actividad a una sola ¨¢rea laboral.

La mayor parte de solicitudes que fueron rechazadas segu¨ªan el mismo patr¨®n: las presentaban empresas de trabajo temporal (ETT) que solicitaban la contrataci¨®n de una persona con nombre, apellidos y nacionalidad concretos sin especificar la firma o cooperativa en la que iban a recalar.

El complicado modelo de contrataci¨®n en origen exige, en cambio, que la solicitud sea gen¨¦rica. Es decir, que se indique tan solo el n¨²mero de temporeros requeridos. De la "selecci¨®n" se encarga el Ejecutivo a trav¨¦s de los servicios consulares. Es necesario, adem¨¢s, que se indique expresamente en qu¨¦ empresa y por cu¨¢nto tiempo van a trabajar, que el empleador garantice el alojamiento y que corra con parte de los gastos del traslado de ida y de vuelta.

Todas esas condiciones, reconoce la delegaci¨®n del Gobierno, hacen en la pr¨¢ctica casi imposible que los due?os de parcelas de peque?o y mediano tama?o, que no suelen necesitar la mano de obra m¨¢s all¨¢ de dos o tres semanas, se animen a seguir este camino. Muchos empleadores desconf¨ªan, adem¨¢s, de la perspectiva de contratar a personas a que no conocen, sin haber tenido tiempo siquiera de echarles un vistazo antes de subirlos a una furgoneta. "Es un tipo de contrato que se adapta mal al sector citr¨ªcola pero que en cambio se adapta muy bien, por ejemplo, al sector de los viveros, en el que hemos tramitado muchas solicitudes", afirma una fuente del Ejecutivo.

El Gobierno justifica las dificultades establecidas para la contrataci¨®n de temporeros de la naranja en la lucha contra el fraude. Afirma que bastantes de las supuestas ETT solicitantes s¨®lo se dedican, en realidad, a facilitar la entrada de ciudadanos extranjeros; son agencias de viaje que llegan a cobrar "10.000 o 15.000 euros" por traerlos, cuando las ETT deber¨ªan obtener m¨¢rgenes mucho menores de los empleadores.

Existen, finalmente, casos excepcionales. La Uni¨® de Llauradors ha tra¨ªdo a 150 trabajadores extranjeros a trav¨¦s de un programa de codesarrollo, subvencionado por el Consell, que enlaza la campa?a de la vendimia con la de la naranja. Los inmigrantes reciben cursos de formaci¨®n durante su estancia y siguen vinculados al proyecto al regresar a su pa¨ªs de origen.