Luis Herrera Camp¨ªns, ex presidente de Venezuela
Socialcristiano, vivi¨® un tiempo exiliado en Espa?a
L¨ªder hist¨®rico de Copei, el partido socialcristiano de Venezuela, a Luis Herrera Camp¨ªns le correspondi¨® ser presidente de la Rep¨²blica entre 1979 y 1984, la ¨¦poca en la que el pa¨ªs suramericano vivi¨® la dura transici¨®n entre el espejismo de la bonanza petrolera y el colapso econ¨®mico generado por su descomunal deuda externa.
Herrera Camp¨ªns naci¨® en Acarigua, Estado de Portuguesa, ubicado en los llanos centrales de Venezuela, el 4 de mayo de 1925, mientras el pa¨ªs se encontraba sometido a la dictadura del general Juan Vicente G¨®mez. Como era frecuente entonces, se incorpor¨® tempranamente a la pol¨ªtica, de modo que a los 16 a?os ya era militante de la Uni¨®n Nacional de Estudiantes (UNE), semilla del movimiento socialcristiano venezolano.
Tambi¨¦n desde muy joven trabaj¨® como periodista y ejerci¨® labores de reportero en varios diarios pol¨ªticos, mientras realizaba estudios de Derecho.
En 1946, cuando se registr¨® una apertura hacia la democracia, ayud¨® a fundar el partido Copei, que naci¨® bajo el liderazgo de Rafael Caldera. Pero la apertura dur¨® poco tiempo y ya en 1952, en medio de otra larga etapa dictatorial, Herrera Camp¨ªns debi¨® exiliarse en Espa?a. Previamente estuvo preso por haber firmado notas de prensa consideradas irrespetuosas por la Junta Militar gobernante.
En Madrid culmin¨® sus estudios de Derecho y particip¨® en la redacci¨®n de la revista Tiela (Tri¨¢ngulo Informativo Europa-Las Am¨¦ricas). Durante su exilio se pone en contacto con las ideas de los pensadores socialcristianos en boga, especialmente las de Jacques Maritain.
Regres¨® a Venezuela, junto a toda su generaci¨®n de dirigentes pol¨ªticos, luego del derrocamiento de la dictadura del general Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez, en 1958, y desde entonces particip¨® en la lucha democr¨¢tica. Desde principios de los a?os setenta comenz¨® su nombre a sonar como posible candidato presidencial, pero s¨®lo alcanz¨® la candidatura en 1978, cuando logr¨® imponerse al candidato de Acci¨®n Democr¨¢tica (socialdem¨®crata) Luis Pi?er¨²a Ordaz.
Su Gobierno estuvo lleno de contradicciones. El propio d¨ªa de su juramentaci¨®n denunci¨® que recib¨ªa "un pa¨ªs hipotecado", una acusaci¨®n directa contra su predecesor, el socialdem¨®crata Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. Sin embargo, el comportamiento del mercado petrolero mundial quiso que de inmediato recibiera los m¨¢s fabulosos ingresos fiscales registrados hasta entonces por las finanzas venezolanas.
A pesar de esos ingentes recursos, Venezuela, bajo la conducci¨®n de Herrera Camp¨ªns, continu¨® endeud¨¢ndose a manos llenas con la banca extranjera, hasta alcanzar el tope de 25.000 millones de d¨®lares en 1983. Considerado un hombre honesto y austero a carta cabal por amigos y enemigos, Herrera Camp¨ªns presidi¨®, sin embargo, uno de los Gobiernos m¨¢s acusados de hechos de corrupci¨®n y despilfarro.
Desde su salida del poder, en 1984, se mantuvo casi totalmente alejado de la escena pol¨ªtica.
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