"Los futuros t¨²neles no los puede hacer s¨®lo el Ministerio de Fomento"
Pregunta. La principal crisis del AVE se da en L'Hospitalet, aunque quiz¨¢ no es la ciudad m¨¢s afectada. ?Qu¨¦ ha ocurrido?
Respuesta. Como m¨ªnimo ha habido dos o tres problemas. Uno, la mala construcci¨®n; la obra no ha sido bien construida en este tramo -esto no es una apreciaci¨®n m¨ªa, mis t¨¦cnicos lo confirman-, es decir, las pantallas no se han puesto bien. Dos, si no ha habido una buena construcci¨®n, tampoco ha habido una buena direcci¨®n de obra. Y en tercer lugar, est¨¢n haciendo una obra en un sitio de una enorme complejidad, un corredor muy estrecho donde convive la obra con otros sistemas ferroviarios. Y un factor a?adido, que el terreno no es bueno, pero de esto no se puede alegar ignorancia, se tiene que saber en qu¨¦ terreno se hace una obra. Hay medios suficientes para ello.
Las v¨ªas de L'Hospitalet tienen que desaparecer todas. Ser¨ªa absurdo que lleg¨¢ramos a la conclusi¨®n de que en este pa¨ªs no se podr¨¢n hacer m¨¢s t¨²neles.
Yo no s¨¦ si Morl¨¢n tiene el s¨ªndrome de Estocolmo, pero en todo caso los que tienen s¨ªntomas de ausentes son los que est¨¢n en Madrid, es decir, el ministerio.
P. ?C¨®mo afecta a la ciudad?
R. No es donde se genera mayor trastorno. Yo estoy convencido de que a un ciudadano que vive en Vilanova le ocasiona seguramente m¨¢s trastornos porque las alternativas de transporte que tiene en Vilanova son menores. En L'Hospitalet afecta de una manera directa a aquellos ciudadanos que se desplazaban hacia el sur; es decir, el ciudadano de L'Hospitalet que tiene que ir a El Prat, o a Vilanova, o a Viladecans. Afecta, sin duda, a la movilidad, pero creo que donde realmente est¨¢ el n¨²cleo de la afectaci¨®n es en otras poblaciones.
P. El metro de Bellvitge va a rebosar.
R. S¨ª, claro. En el apeadero de Bellvitge no paraban todos los trenes pero s¨ª un n¨²mero importante. La estaci¨®n de Bellvitge-Gornal la utilizan diariamente unas tres mil y pico de personas. Y han tenido que buscar otras alternativas, con todas las incomodidades que lleva.
P. Estaba previsto soterrar Bellvitge. ?Se desiste?
R. Por supuesto que no. Las v¨ªas de L'Hospitalet tienen que desaparecer todas. Ser¨ªa absurdo que lleg¨¢ramos a la conclusi¨®n de que en este pa¨ªs en el futuro no se podr¨¢n hacer m¨¢s t¨²neles. Lo que ha pasado tiene un punto de gravedad muy importante, pero de ninguna manera podemos concluir que ya no podemos hacer m¨¢s t¨²neles. Hay que hacer otro t¨²nel para que las futuras cercan¨ªas vayan soterradas, para que de la ciudad desaparezcan estas infraestructuras y para que en la ciudad todos los espacios se puedan incorporar como espacios urbanos a la ciudad.
P. La gente tiene miedo.
R. Yo creo que esto pone de manifiesto otra cosa: que el futuro de las obras p¨²blicas cuando se hacen en zonas urbanas tienen que hacerse de modo consorciado. El modelo de "s¨®lo opera el que tiene la competencia" ha resultado negativo. Hay que consorciar. Los futuros t¨²neles no los puede hacer directamente el Ministerio de Fomento, dejando al margen a las otras administraciones. Por tanto, los futuros t¨²neles, que los haga quien los tenga que hacer, y si es Fomento quien tiene que adjudicar la obra, que la adjudique, pero tiene que haber un centro de coordinaci¨®n, un centro de informaci¨®n y un centro de previsi¨®n de posibles incidencias donde est¨¦n la Administraci¨®n auton¨®mica y la Administraci¨®n local.
P. ?Y por qu¨¦ Fomento se resiste?
R. Esto es no enterarse absolutamente de la realidad, es decir, yo no s¨¦ si Morl¨¢n [V¨ªctor Morl¨¢n, secretario de Estado de Infraestructuras] tiene el s¨ªndrome de Estocolmo, pero en todo caso los que tienen s¨ªntomas de ausentes son los que est¨¢n en Madrid, es decir, el ministerio. No se puede actuar en una realidad tan compleja si no es con la implicaci¨®n de la gente que est¨¢ viviendo en ella. Si yo participo, como Ayuntamiento, yo no digo que yo tenga que estar en la mesa de contrataci¨®n, pero al final yo conozco la realidad de mi ciudad, conozco los problemas, los peque?os detalles, puedo acabar conociendo, el Ayuntamiento puede acabar conociendo una casa donde hay un problema, un colector o cincuenta mil peque?os detalles, y si hay ah¨ª una mesa para transmitir toda la informaci¨®n se pone en com¨²n. Si hubiese habido ese modelo de gesti¨®n, seguro que alguien habr¨ªa dicho: "Estudiemos un modelo B por si un d¨ªa hay un incidente de este tipo". No es algo tan dif¨ªcil de pensar.
P. Seguramente, debe de haber dos tipos de impacto: el problema que pueda derivarse de la obra y un segundo, los problemas que origina la movilidad de todo lo aparejado a las obras. Eso, en Sants se vive con gran intensidad. ?En L'Hospitalet tambi¨¦n o menos?
R. En L'Hospitalet se vive con intensidad, pero al principio fue tremendo. La obra s¨®lo pensaba en la obra. Los camiones pensaban que ten¨ªan que llegar por cualquier punto de la ciudad. Tuvo un impacto muy grande: en la limpieza, el ruido, el aparcamiento. El Ayuntamiento tom¨® la iniciativa. Nos pusimos al frente, no de la obra sino de ver c¨®mo pod¨ªamos paliar estos problemas. Solicitamos a las entidades del barrio de Gornal que se constituyeran en coordinadora de entidades. Despu¨¦s exigimos a Adif que quincenalmente hubiera una reuni¨®n de seguimiento. Sin el incidente ¨²ltimo, los ciudadanos ya hab¨ªan empezado la cuenta atr¨¢s: faltan tres semanas, a ver si se acaban ya las obras y pasa este mal recuerdo. Ahora bien, no siempre la empresa respet¨® todos los horarios establecidos.
P. ?Y entonces qu¨¦ hizo el Ayuntamiento?
R. El Ayuntamiento hizo lo que ten¨ªa que hacer. Cada vez que nos llegaba la queja de un vecino, enviar a la polic¨ªa y parar la obra. L¨®gicamente, tambi¨¦n levantar expedientes, hablar con Adif, y ejercer la autoridad para exigirle que no se trabajara por la noche. Al principio fue muy complejo, porque paraban y a las tres horas volv¨ªan a empezar, pero lleg¨® un momento en que Adif tambi¨¦n entendi¨® que eso no pod¨ªa ser.
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