"Feij¨®o, el l¨ªder del PP, s¨®lo da una instrucci¨®n a su equipo: juego sucio"

Su doble condici¨®n de secretario de Organizaci¨®n del PSdeG y de miembro del Gobierno, en el que desempe?a la cartera de Traballo, convierte a Ricardo Varela (Lugo, 1955) en un observador destacado del clima pol¨ªtico. Y en ¨¦l, asegura, abundan los nubarrones y las tormentas, "porque parece que al PP le gusta moverse en la confrontaci¨®n y la crispaci¨®n", asegura.

Pregunta. ?No est¨¢n yendo las cosas demasiado lejos?

Respuesta. Esa es la sensaci¨®n que tenemos. El Partido Popular trata permanentemente de ocultar sus verg¨¹enzas con acusaciones sin sentido. Hay ejemplos claros. Si se conoce a trav¨¦s de una investigaci¨®n que hay un desv¨ªo en los presupuestos de una gran obra en Galicia, el PP sale corriendo en busca de un enganche para tratar de contrarrestar eso. As¨ª lo hizo con la autov¨ªa del Barbanza, una acusaci¨®n sin sentido pues est¨¢n defendiendo que se le deb¨ªa adjudicar la obra a una empresa que iba a gastar 30 millones menos de lo que le va a costar a la que gan¨® la licitaci¨®n.

"Al PP lo que le gusta de la bandera es el m¨¢stil y atizar a los adversarios"

"El partido de la oposici¨®n tiene un programa de futuro que es la caverna"

"Nuestra apuesta en las generales es ganar un diputado por Ourense"

P. ?No le parece que hubiese sido mejor investigarlo?

R. Una comisi¨®n tiene que tener un m¨ªnimo sustento, no vale con una acusaci¨®n oportunista. El PP lo que est¨¢ proponiendo en el Barbanza es que la obra deb¨ªa ser para una empresa que iba a invertir menos sin que eso significara ahorro alguno para los gallegos. Tendr¨¢n que explicar por qu¨¦ ten¨ªan ese inter¨¦s. ?Que en la comisi¨®n de investigaci¨®n de la Cidade da Cultura aparecen vinculaciones familiares con el PP? Pues tratan desesperadamente de dar una respuesta de confusi¨®n acusando al Gobierno de contratar a familiares, en una especie de popurr¨ª de sandeces donde hacen acusaciones sin sentido. Todo eso es lo que est¨¢ haciendo el PP, tratando de generar un clima de crispaci¨®n que no es bueno para nadie, pero en el que parece que se encuentra a sus anchas.

P. ?Se puede parar?

R. Nosotros lo paramos con una respuesta sensata, medida y racional. Eso es lo mejor. No ofende quien quiere, sino quien puede, y en este caso el PP no puede ofender porque no tiene argumentos con la m¨¢s m¨ªnima solidez para sustentar las acusaciones. El partido de la oposici¨®n tiene un programa de futuro que es la caverna. Estamos ante un partido que es la manifestaci¨®n m¨¢s arcaica de la derecha de los ¨²ltimos 30 a?os. Y eso no es bueno para el pa¨ªs, que necesita una derecha moderna, civilizada, que haga la oposici¨®n que tiene que hacer, pero no un juego pol¨ªtico circense. N¨²?ez Feij¨®o, como entrenador del equipo de la oposici¨®n, s¨®lo da una instrucci¨®n: juego sucio. Es la ¨²nica orden que da a un equipo que no tiene otras capacidades para tratar de ganar que ver si puede lesionar al adversario. Y eso yo creo que les va a dar muy poco r¨¦dito pol¨ªtico. Feij¨®o es un globo que se est¨¢ deshinchando.

P. ?El PP juega a lo mismo en Galicia que en toda Espa?a?

R. El PP de Galicia responde mim¨¦tica e inmediatamente a las consignas del PP en Madrid. Lo vimos cuando fue la negociaci¨®n del Estatuto, lo vemos en la relaci¨®n con los s¨ªmbolos de Espa?a. Al PP lo que m¨¢s le gusta de la bandera es el m¨¢stil, para atizar con ella a los adversarios. Nosotros no estamos en esa din¨¢mica en la que nos pretende introducir el Partido Popular.

P. ?Se siente c¨®modo contraponiendo a esa estrategia la "Z de Zapatero"?

R. La campa?a de la Z de Zapatero es una campa?a que trata de poner encima de la mesa las pol¨ªticas de estos a?os. Las pol¨ªticas de solidaridad, de innovaci¨®n, de derechos civiles, de protecci¨®n social, de desarrollo de Espa?a. Y las simboliza en el propio presidente del Gobierno.

P. La precampa?a del BNG marca distancia haciendo ver que ustedes han provocado un par¨®n auton¨®mico.

R. Ese es un debate que tiene un corte muy relacionado con las elecciones. El Bloque, efectivamente, trata de marcar esas distancias para singularizarse y diferenciarse, y las plantea desde el punto de vista de la reivindicaci¨®n competencial. Una revindicaci¨®n que en muchas ocasiones compartimos, pero que el clima preelectoral no facilita porque se pierde objetividad y frialdad en el an¨¢lisis de las necesidades. Pasadas las elecciones, ser¨¢ el momento para analizar eso con la suficiente frialdad y consistencia.

P. ?No va a haber, entonces, ning¨²n par¨®n auton¨®mico?

R. No ha habido par¨®n. El Estado de las autonom¨ªas est¨¢ consolidado, las competencias que tiene Galicia son amplias y extensas. Un asunto diferente es que el Bloque plantee unas reivindicaciones que no necesariamente se pueden compartir. Por ejemplo, yo no creo que se puede fragmentar la seguridad mar¨ªtima, que se pueda parcelar por trozos de costa. Otra cosa es la participaci¨®n que pueda tener Galicia en esas pol¨ªticas.

P. ?Cu¨¢l es su apuesta en diputados para el 9 de marzo?

R. Nuestra apuesta es mantener los diputados que tenemos y tratar de mejorar uno en Ourense. En A Coru?a probablemente haya un diputado menos; eso para nosotros representa una complicaci¨®n, porque el ¨²ltimo diputado electo en 2004 fue del PSdeG, pero creo que estamos en condiciones de mantenerlo.

P. No espera, entonces, un cambio sustancial en la correlaci¨®n de fuerzas que favorezca, por ejemplo, la reanudaci¨®n de la negociaci¨®n sobre el Estatuto.

R. Yo creo que s¨ª. S¨ª el PP recibe, como yo espero, un correctivo en las urnas como resultado de su oposici¨®n cainita durante estos tres a?os, seguramente tendr¨¢ que replantearse su pol¨ªtica sobre la estructura del Estado. Eso le debe de llevar, seguramente, a replantear sus posiciones con respecto a que Galicia en estos momentos no tenga un Estatuto reformado, porque el PP jug¨® al cerrojazo en la reforma estatutaria.

P. ?Y habr¨ªa tiempo en lo que queda de legislatura?

R. El tiempo apremia y no es f¨¢cil que haya margen suficiente. En cualquier caso, va a depender mucho de que el PP modifique su posici¨®n y permita que haya un Estatuto reformado, razonable, sensato y ¨²til, que es lo que pretendemos todos.

P. El 9 de marzo van a volver a votar los emigrantes en condiciones que no se corresponden con las garant¨ªas debidas. Y no parece que el asunto vaya a estar resuelto para las auton¨®micas.

R. Nosotros hemos planteado la necesidad de que el Parlamento traslade al Congreso la modificaci¨®n del sistema de voto. Seguimos defendiendo el voto en urna, pero es complejo poner en marcha ese proceso. Pero hay mecanismos que deben posibilitarlo. Por eso defendemos que se llegue a acuerdo en Galicia y que se traslade al Congreso. El voto en urna es imparable; lo que ser¨ªa bueno es que se hiciera por consenso y con la mayor agilidad posible.

P. A falta de voto en urna, habr¨¢n tranquilizado a sus socios nacionalistas, que les han acusado de traficar con los votos de la emigraci¨®n...

R. En ese tipo de afirmaciones nuestros socios no se aproximan a la realidad. El partido socialista siempre ha sido escrupulosamente respetuoso con el voto de los ciudadanos en Galicia y fuera de Galicia. El Bloque Nacionalista Galego, por las razones que sean, tiene ciertos recelos con respecto al voto de los emigrantes. Supongo que tienen mucho que ver con el resultado electoral que obtienen en la emigraci¨®n, pero no pueden tratar de poner en cuesti¨®n su voto. Lo que hay que hacer es transparentar los procedimientos.