?Minirecesi¨®n en primavera?
La sentencia del 11-M, la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, y la bronca del Rey con Hugo Ch¨¢vez han dejado parcialmente sepultadas las noticias sobre las previsiones econ¨®micas para Espa?a en 2008. Desde la crisis crediticia del verano, las instituciones internacionales han anunciado revisiones m¨¢s pesimistas del crecimiento econ¨®mico y la horquilla del consenso de analistas se ha ampliado. En el margen superior encontramos las del Gobierno, con un 3,3% para 2008, que ser¨¢n revisadas a la baja en algunas d¨¦cimas como el propio ministro Solbes ha se?alado. En el margen inferior, se encuentran las del FMI y Standard & Poor's, con las que me encuentro m¨¢s c¨®modo, anunciando un crecimiento del 2,7% y del 2,5%.
Cuando la econom¨ªa espa?ola crece menos del 3% aumenta el paro
Por ¨²ltimo, en la zona templada nos encontramos con las previsiones de la Comisi¨®n Europea con un 3%. Si hacer previsi¨®n econ¨®mica es siempre un ejercicio repleto de trampas, esta vez la incertidumbre con la que van a trabajar los analistas del ciclo va a ser a¨²n mayor, debido a la falta de transparencia e informaci¨®n que existe sobre el grado en el que los bancos espa?oles se han visto contaminados por la crisis de las hipotecas americanas de alto riesgo. Esta opacidad refleja el endurecimiento de las condiciones de cr¨¦dito en los mercados internacionales, y la prima de riesgo que nuestros bancos exigen al conceder cr¨¦ditos, con la consiguiente presi¨®n al alza sobre el tipo interbancario.
La dificultad en calibrar el alcance que esta crisis de liquidez y confianza puede tener sobre la econom¨ªa espa?ola qued¨® patente en los Seminarios Europeos sobre la econom¨ªa espa?ola que, organizados por la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, impartieron altos funcionarios de la Direcci¨®n General de Asuntos Econ¨®micos y Financieros (DG ECFIN) de la Comisi¨®n Europea en octubre. Las conclusiones personales que extraje de ellos, y de cifras m¨¢s recientes, son las siguientes: (i) la econom¨ªa espa?ola muestra s¨ªntomas de cansancio; (ii) la productividad total de los factores presenta cifras decepcionantes que lastrar¨¢n, a medio plazo, nuestro crecimiento; (iii) el d¨¦ficit exterior se encamina hacia el 10%; (iv) los flujos espont¨¢neos de capitales (que completan la insuficiencia del ahorro nacional frente a la inversi¨®n nacional) constituyen un riesgo cierto si se interrumpen por una p¨¦rdida de confianza en nuestra econom¨ªa, resultado de la crisis de liquidez y la consiguiente falta de cr¨¦dito, u otros motivos; (v) en ese caso tendr¨ªamos que reducir el exceso de inversi¨®n y, si no fuese posible, financiarlo aumentando nuestro ahorro, consumiendo menos ?claro!; (vi) ello implicar¨ªa ralentizar el crecimiento de la demanda interna y hacerlo converger con el de la producci¨®n potencial; (vi) la banca exhibe unos ratios de solvencia y capital adequacy excelentes, pero el sector empresarial est¨¢ muy endeudado, especialmente los promotores inmobiliarios, pues concentran los mayores riesgos; y (vii) el contexto exterior es un c¨®ctel explosivo: el barril de Brent ha superado los 95 d¨®lares y el euro se encarama hasta los 1,50 d¨®lares. Aunque esto mitiga el impacto del petr¨®leo, endurece al mismo tiempo las condiciones monetarias y asfixia el crecimiento. Ciertamente este diagn¨®stico rebaja el moderado optimismo del Gobierno.
Cuando un economista no forma parte de las instituciones que realizan previsiones es complicado saber como se cocinan algunas cifras clave y discernir si tienen un car¨¢cter normativo o realista. Aunque no sepamos si vamos a entrar en recesi¨®n el a?o que viene, podemos ver las implicaciones estad¨ªsticas de dichas previsiones. El FMI prev¨¦ un crecimiento del 3% en el cuarto trimestre de 2007 -una buena ca¨ªda desde el 3,7% estimado por el Banco de Espa?a para el tercer trimestre- consistente con el deterioro del Indicador del Sentimiento del Consumidor (ISC) del mes de octubre (-2,6), no olvidemos que dos tercios del PIB corresponden al consumo. Adem¨¢s, el FMI apuesta por un crecimiento del 2,7% en 2008, y en el cuarto trimestre prev¨¦ un crecimiento del 2,9%.
Al hacerlo, es posible que quiera conferir una cierta aceleraci¨®n al crecimiento en la segunda parte del a?o enviando un mensaje de optimismo a los agentes econ¨®micos, pero tambi¨¦n es cierto que cuando la econom¨ªa espa?ola crece por debajo de 3% empieza a aumentar el paro.
Crecer a tasas del 4,1%, 4%, 3,7% y del 3% -si aceptamos la previsi¨®n del FMI- en los cuatro trimestres de 2007 confiere a nuestra econom¨ªa de un enorme "efecto inercia" (overhang o carry-over) para 2008. Debido a ello, si tuvi¨¦semos un crecimiento nulo en cada trimestre de 2008, la cifra de crecimiento para 2008 ser¨ªa, a¨²n as¨ª, bastante positiva. Hemos calculado la cifra de crecimiento anual suponiendo un crecimiento intertrimestral nulo en los tres primeros trimestres de 2008, y del 2,9% en el ¨²ltimo (previsi¨®n del FMI), y hemos obtenido una cifra del 1,6%.
Para alcanzar la cifra anual del 2,7% prevista por el FMI -aunque quepan estad¨ªsticamente muchos perfiles trimestrales- es l¨®gico pensar que en alguno de los trimestres anteriores al ¨²ltimo necesitemos cifras de crecimiento intertrimestral m¨¢s reducidas y cercanas al cero que las experimentadas estos ¨²ltimos a?os. Sin embargo, entre los perfiles posibles, tampoco cabe excluir que durante la primera parte del a?o tengamos dos trimestres consecutivos con tasas ligeramente negativas -t¨¦cnicamente estar¨ªamos en recesi¨®n, aunque pudiese ser de vida breve- y que, en la segunda, inici¨¢semos ya la recuperaci¨®n quiz¨¢ prevista por el FMI. Francamente, no deseo otra cosa que no sea equivocarme.
Manuel Sanchis i Marco es profesor de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Valencia.
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