Violencia sin marcas
Hace dos a?os se arm¨®, con raz¨®n,
un gran alboroto en Espa?a a ra¨ªz de las declaraciones del im¨¢n de la mezquita de Fuengirola (M¨¢laga),
en las que ampar¨¢ndose, seg¨²n sostuvo, en los textos del Cor¨¢n, incitaba
a la violencia contra
la mujer. Mohamed Kamal, que ¨¦se es el nombre del jefe religioso, fue condenado a m¨¢s de un a?o de c¨¢rcel. Estall¨® en c¨®lera, dijo que el fallo era un ataque al islam y a los musulmanes y que, adem¨¢s, ¨¦l jam¨¢s pegar¨ªa a una mujer. Simplemente, afirm¨®,
se hab¨ªa remitido
a los escritos cor¨¢nicos. Nunca qued¨® claro, sin embargo, si Kamal, llegado el caso, dar¨ªa unos buenos azotes
a una d¨ªscola f¨¦mina porque as¨ª se lo aconsejaba su religi¨®n.
De esas dudas nos ha querido sacar ahora otro compa?ero suyo, quien se nos ha mostrado m¨¢s detallista que
el de Fuengirola.
"Los golpes deben ser suaves y no desfigurar la cara", nos aconseja
el cl¨¦rigo saud¨ª Mohamed al Arifi.
El marido debe pegar a su mujer, eso s¨ª, sin excesos, sin dejar marcas. ?nicamente, si su indisciplina rebasa los l¨ªmites de soportabilidad isl¨¢mica. Al Arifi, que es un telepredicador que imparte doctrina en el canal de televisi¨®n liban¨¦s LBC y que en los par¨¢metros de un psic¨®logo occidental entrar¨ªa en la categor¨ªa de s¨¢dico, nos subraya que la violencia es el ¨²ltimo recurso. Hay que agradec¨¦rselo y seguro que as¨ª se lo har¨¢n ver las musulmanas. Existe margen para la persuasi¨®n, nos observa el im¨¢n, como, por ejemplo, alguna amonestaci¨®n cari?osa repetidamente, el abandono del lecho conyugal y si todo eso no funciona, pues nada, la varita y el azote en las manos, los brazos
o las nalgas, pero con extrema delicadeza fruto del cari?o que
su amado le profesa. Siempre, por supuesto, sin dejar se?ales en el cuerpo.
Ser¨ªa interesante conocer c¨®mo fue
el pasado de Mohamed al Arifi, c¨®mo se desarroll¨® su infancia: la relaci¨®n con su madre, con sus mujeres, si alguna de ellas recurri¨® al caneo en sus propias carnes. El cl¨¦rigo parece tener las ideas claras:
el hombre disciplina
a la mujer a base de palos y ¨¦sta a ¨¦l a base de l¨¢grimas. En la sociedad libre terminar¨ªa en la c¨¢rcel. Ahora bien, no olvidemos que aqu¨ª, en Espa?a, los hombres no utilizan la vara, pero que 64 mujeres han muerto a manos de su pareja en lo que va de a?o.
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