Malas causas
La ley debe regir igualmente para quienes se proclaman neonazis o antifascistas
Un adolescente de 16 a?os fue asesinado en Madrid el pasado domingo, en el curso de una reyerta entre un joven neonazi, soldado profesional, y un grupo de muchachos que se proclamaban antifascistas. M¨¢s all¨¢ de la condena en¨¦rgica de este crimen, del que el ¨²nico responsable es quien lo cometi¨®, quiz¨¢ convendr¨ªa recordar que su lado m¨¢s tr¨¢gico reside en que se produjo en el contexto de un enfrentamiento entre grupos minoritarios que, sin embargo, invocan causas de resonancias hist¨®ricas. Estremece pensar que unos centenares de personas, en su mayor¨ªa adolescentes, puedan movilizarse convocados por consignas racistas y xen¨®fobas. De igual manera, hay algo inquietante en que, para hacer frente a los anteriores, otros adolescentes puedan corear el grito de "A por ellos, como en Paracuellos", convirtiendo en ejemplar un episodio siniestro de nuestra historia.
El art¨ªculo 21.2 de la Constituci¨®n es taxativo, y hoy existe suficiente jurisprudencia en el sentido de que no se puede utilizar la autorizaci¨®n administrativa para limitar de manera indirecta el derecho de manifestaci¨®n. El lema bajo el que Democracia Nacional convoc¨® la concentraci¨®n del domingo es sin duda execrable, pero esta formaci¨®n contaba con las autorizaciones necesarias para llevarla a cabo. Otra cuesti¨®n es lo que deba suceder con futuros permisos, en particular si se llegara a probar que el agresor es militante de Democracia Nacional o de cualquier otro grup¨²sculo de similar ideolog¨ªa. El hecho de que se dispusiera a asistir a la concentraci¨®n armado con un machete da idea del riesgo que representan estas convocatorias.
Por m¨¢s que se rechacen lemas como los que encabezaron la manifestaci¨®n del domingo, la manera de hacerles frente no puede ser, en ning¨²n caso, que un grupo de j¨®venes se proponga reventar el acto. El derecho de manifestaci¨®n se rige por la ley, y ni siquiera un lema como el exhibido por Democracia Nacional o un ideario pol¨ªtico como el de los partidos ultraderechistas autorizan a actuar al margen de ella. El riesgo mayor al que se pueden enfrentar los sistemas democr¨¢ticos no es que una minor¨ªa de ideolog¨ªa neonazi o similar se manifieste dentro de la ley, sino que el enfrentamiento entre minor¨ªas acabe arrastrando a sectores cada vez m¨¢s amplios de la ciudadan¨ªa.
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