C¨¢rcel en Madagascar a dos valencianos por traficar con tortugas

La actividad diplom¨¢tica para que Daniel Manero, de 42 a?os, y su mujer, Marta Magraner, de 27 a?os, afectada de diabetes, cumplan en una misi¨®n religiosa la condena de un a?o de c¨¢rcel en Madagascar por tr¨¢fico de animales sigue adelante. La pareja valenciana, residente en Ll¨ªria y que profesionalmente se dedica a la telefon¨ªa m¨®vil, est¨¢ en una c¨¢rcel de la capital de Madagascar desde el pasado 14 de julio, tras ser condenados por intentar sacar del pa¨ªs 48 tortugas de una especie protegida y en peligro de extinci¨®n, as¨ª como varios objetos de artesan¨ªa. No se les permiten visitas, excepto la del c¨®nsul, seg¨²n explic¨® ayer Ana Magraner, hermana de la condenada, ni pueden hablar por tel¨¦fono con nadie. El objetivo es que las autoridades permitan que la pena se cumpla fuera de prisi¨®n mediante trabajos en beneficio a la comunidad. Esa modificaci¨®n se ver¨¢ en la apelaci¨®n, que ha sido aplazada tres veces, el pr¨®ximo 14 de diciembre.

De acuerdo con el c¨®nsul general en Sur¨¢frica, Alfonso Mu?oz Seca, que ha mantenido negociaciones con las autoridades malgaches, "la pena ha sido correctamente impuesta y debemos respetarla". Por el momento, la multa ya ha sido retirada. Mu?oz Seca conf¨ªa en que "la pena no aumentar¨¢ en la apelaci¨®n" y espera que para Navidades la pareja regrese a Espa?a. Entre tanto, Daniel Manero ha amenazado con iniciar una huelga de hambre en protesta por las condiciones en las que est¨¢n.

A excepci¨®n de un viaje hace siete a?os, cuando se casaron, a la Rep¨²blica Dominicana, Daniel y Marta no son habituales de los lugares ex¨®ticos. No tienen, seg¨²n Ana, ninguna vinculaci¨®n profesional con el mundo animal. "Los ni?os les vend¨ªan las tortugas por la calle, y los joyeritos, y los jarrones. La polic¨ªa no persegu¨ªa a quienes los venden ni a quienes los compran. Les pareci¨® un regalo gracioso para los muchos sobrinos que tienen, distinto de las camisetas que les traen siempre. En ning¨²n momento intentaron ocultar nada, al contrario, pretendieron legalizar las cosas", afirm¨® Ana Magraner.

La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento. Y lo cierto es que las tortugas tienen un mercado que mueve importantes cifras. Adem¨¢s, las tortugas son resistentes, aguantan varios d¨ªas sin comer y sin agua, no se mueven pr¨¢cticamente, por lo que es f¨¢cil transportarlas. Las especies protegidas son las m¨¢s codiciadas por los coleccionistas y, seg¨²n algunas fuentes, pueden alcanzar en el mercado los 3.000 euros con facilidad. Otras fuentes rebajan la cifra a 1.000 o 1.500 euros.