A lo mejor s¨ª que mueren los viejos rockeros
Odio los discos recopilatorios porque me considero una mujer con clase. Si un m¨²sico me gusta, me gusta comprarme su disco entero, no s¨®lo su ¨¦xito. Me gusta tener el CD. Me gusta ver cu¨¢l es el orden que el autor ha decidido para sus temas y las letras o las fotos. Por eso, el fin de semana visito la Feria del Disco del Coleccionista, en Montju?c.
Ya en la cola para sacar las entradas, noto que este negocio va a menos. Hay poco p¨²blico y el poco p¨²blico que hay tiene una edad. Pero entramos y ya empiezo a ver maravillas. Me echo a re¨ªr al recordar algo que ten¨ªa completamente olvidado. Si ahora hici¨¦semos un concurso para recordar qu¨¦ cosas fueron distintivas de la d¨¦cada de 1990, habr¨ªa una que no podr¨ªa faltar. El disco El tec i la teca. ?Se acuerdan? Lo anunciaban en TV-3 y espero que cualquier d¨ªa pongan ese anuncio en el T'he vist.
Hab¨ªa canciones de Els Pets, Sau y Karda F¨¤stik. Al lado de este inolvidable vinilo hay otro de Jethro Tull, que yo escuch¨¦ en tiempos hippies. Tambi¨¦n veo ediciones antiguas de Dioptria, de Pau Riba.
En cada tienda tienen sus especialidades y es muy divertido comprobar las preferencias de los vendedores, por orden alfab¨¦tico. Por ejemplo, en la letra b de la tienda en la que estoy mirando, pasan de Black Sabath a Britney Spears, a Brian Ferry y a los Beatles. Si me detengo en la m, pasan de Marilyn Manson a Madonna. En cambio, en tiendas como Discos Rev¨®lver, tienen una gran selecci¨®n. Tim Buckley, REM, Tom Waits, Neil Young... All¨ª compramos Nocturama de Nick Cave por ocho euros.
?Oh! Oh, maravilla. Acabo de ver el disco Chicas de Miguel Bos¨¦ en una edici¨®n inglesa. Recuerdo de este disco la rara canci¨®n Noche blanca en Munich, en la que Miguel Bos¨¦ liga en un bar de "ambiente muy relax". A su lado, un single de Los Mismos y otro de Juan Erasmo Mochi. Bueno, y la canci¨®n Mari Pili de los Ejecutivos Agresivos yo un single de Lucky Llanos y su ¨®rgano electr¨®nico.
Tambi¨¦n es muy c¨®mico comprobar que en la feria hay ediciones de discos de los Beatles con los t¨ªtulos de las letras traducidos al espa?ol, como se hizo en una ¨¦poca. Help es Socorro y Ticket to ride es Un billete compr¨®. Eso s¨ª: la canci¨®n Dizzy Miss Lizzy no la traducen.
El disco cuesta 50 euros. No muy lejos hay una edici¨®n de A hard day's night en alfabeto cir¨ªlico. Tambi¨¦n tienen un recopilatorio de singles de los Beatles, y esto tiene una explicaci¨®n. Hubo una ¨¦poca en la que los singles no entraban en los LP. Por eso, en ¨¦ste se puede escuchar Hey, Jude, Revolution y Lady Madonna. M¨¢s all¨¢, reluce un LP de Boney M. ?se (Love for sale) en el que los miembros del grupo visten tangas dorados y lucen cadenas de esclavos. En su ¨¦poca esas portadas nos parec¨ªan normales, igual que las de Village People no nos hac¨ªan sospechar ning¨²n mensaje cr¨ªptico. ?ramos tan inocentes que s¨®lo ve¨ªamos un indio, un vaquero y un polic¨ªa.
A mi lado un chico habla por tel¨¦fono. Se nota que est¨¢ comprando por cuenta ajena. Dice: "?Cu¨¢l quieren, la remix o la otra? Est¨¢n las dos". Pero, finalmente, llego a un lugar que no hay que pasar por alto en la feria. La tienda dedicada a Frank Zappa. El due?o est¨¢ aqu¨ª cada a?o. Vende discos de Zappa y discos directamente relacionados con ¨¦l. Por ejemplo, tiene cosas de Deep Purple porque -digo yo- hab¨ªan sido teloneros suyos. Tambi¨¦n hay gorras o camisetas con esa foto de Zappa sentado en el v¨¢ter. Junto a m¨ª, una pareja lleva en la mano un disco de Los Tres Tenores. Intento huir. Un hombre pide el primer disco de Zappa. Lleva una bolsa de la tienda Discos Balada, que, como el vinilo, ya desapareci¨®.
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